Un pez que puede sobrevivir horas sin estar bajo el agua fue descubierto en Bolivia. El espécimen, denominado Moema juanderibaensis, fue visto por el científico Heinz Arno Drawert, en pequeños charcos de una zona boscosa, entre la Chiquitanía y la Amazonía boliviana, hace dos décadas —según reveló en entrevistas—; sin embargo, fue descrito recientemente. La nueva especie pertenece a la familia de los Rivulidae, peces de agua dulce que se han adaptado a ecosistemas donde hay cuerpos de agua temporales.
“Rompen todos los esquemas que uno tiene de un pez tradicional”, comentó Arno a Mongabay Latam sobre el nuevo hallazgo para la ciencia.
La nueva especie fue hallada en charcos de 5 centímetros. Foto: Heinz Arno Drawert
Los Moema juanderibaensis viven en charcos temporales de cinco centímetros de profundidad. Cuando estos desaparecen, migran hacia otros cuerpos de agua, desplazándose por tierra, con saltos de 20 a 30 centímetros cada uno, que les permiten llegar a recorrer tres metros a más.
Otro motivo por el que salen del agua es por protección. Cuando Heinz Arno se acercó a la zona para tomar fotos del pececillo, vio que varios de ellos caían desde hojas que estaban a 20 centímetros de los charcos, reveló a Mongabay Latam. Después, cuando se llevó algunos ejemplares para observarlos desde casa, notó que hacían lo mismo.
“En el acuario, se observaron ejemplares que permanecían adheridos al cristal por encima de la superficie del agua o descansando sobre hojas flotantes de plantas acuáticas durante varias horas, especialmente a altas temperaturas o bajo factores de estrés”, señala el documento en que se describe a la criatura.
La explicación de aquello —tras las observaciones en el acuario y en su hábitat— sería para evitar agresiones entre peces de la misma especie, ya que son muy territoriales, o incluso para protegerse de otros más grandes, cuando están en su ambiente natural.
Hasta el momento, solo se ha observado a estos peces en bosques en buen estado de conservación. El avance de la frontera agrícola y la degradación de los espacios naturales donde viven podrían ser consideradas amenazas para la especie. Actualmente, debido a que está pendiente realizarse más estudios para conocer su distribución y tendencias poblacionales, es calificada en la categoría de Datos Insuficientes de la UICN.