Los uruguayos votaron este domingo para elegir a su próximo presidente en un balotaje de final abierto que puede marcar el regreso al poder de la izquierda del icónico exmandatario José Mujica o la continuidad de la coalición de centroderecha tras cinco años de gobierno.
Yamandú Orsi, un profesor de historia de 57 años, del opositor Frente Amplio, se enfrenta a Álvaro Delgado, un veterinario de 55, del Partido Nacional que lidera la alianza oficialista.
"Que sea lo que sea, que sea todo lo mejor para el país, que podamos seguir avanzando, que podamos seguir creciendo, sobre todo la juventud", dijo a la AFP Valentina Barreiro, una fotógrafa de 32 años, al votar en Montevideo.
El ganador sucederá el 1 de marzo al presidente Luis Lacalle Pou, con un nivel de aprobación cercano al 50% pero impedido constitucionalmente de una reelección inmediata.
Los centros de votación cerraron a las 19H30 (22H30). La Corte Electoral espera tener el resultado oficial sobre las 22H00 (01H00 GMT del lunes), aunque si fuera muy ajustado no sería posible determinar un ganador la noche del domingo.
Orsi llega a la cabeza de todos los sondeos previos, pero seguido de cerca por Delgado, por una diferencia que se ubica dentro de los márgenes de error.
"Es un escenario muy competitivo", indicó a la AFP el sociólogo Eduardo Bottinelli, director de la consultora Factum. En 2019, Lacalle Pou ganó por apenas 37.000 votos.
El 27 de octubre, Orsi recogió el 43,9% de los sufragios, muy por delante de Delgado (26,7%), aunque éste ahora cuenta con el respaldo de todos los partidos de la coalición oficialista, que juntos obtuvieron el 47,7%.
Los dos candidatos se mostraron dispuestos a negociar con el otro bloque.
En los comicios de octubre, el Frente Amplio logró 16 de los 30 escaños del Senado, y la coalición gobernante, 49 de las 99 bancas de la Cámara de Diputados.
"Va ser una linda oportunidad para buscar acuerdos", señaló Delgado, exsecretario de la Presidencia de Lacalle Pou, luego de votar el domingo.
"Si gano, mañana tengo previsto invitar a tomar unos mates al candidato Orsi", agregó.
"En la necesidad de acuerdos coincidimos todos", apuntó de su lado Orsi, que gobernó dos periodos el departamento de Canelones.
Dijo además que si es elegido presidente se reunirá "lo antes posible" con Lacalle Pou.
Los analistas no avizoran un golpe de timón: Orsi prometió "un cambio seguro que no será radical" y Delgado avanzar en la senda actual.
Ambos apuestan a impulsar el crecimiento económico, en recuperación tras la desaceleración por la pandemia y una histórica sequía. También se comprometieron a luchar contra el aumento de la delincuencia vinculada al tráfico de drogas.
"Hoy estamos votando dos proyectos distintos", declaró Lacalle Pou tras sufragar en la ciudad de Canelones, 50 km al norte de Montevideo. Pero garantizó una transición "con la mayor información posible".
Uruguay acude a las urnas como la democracia más sólida de Latinoamérica, con un alto ingreso per cápita y menores niveles de pobreza y desigualdad frente al resto de la región.
El alto costo de vida y la delincuencia concentran las preocupaciones de los votantes en este país agropecuario, con 3,4 millones de habitantes y 12 millones de cabezas de ganado.
"Para los laburantes (trabajadores) estos cinco años no han sido nada buenos", señaló a la AFP Gustavo Maya, un repartidor de garrafas de gas de 34 años, que apoya a Orsi.
"Ando todo el día en la calle y lo que me preocupa mucho es la inseguridad", se quejó.
William Leal, un albañil de 38 años, votó siempre al Frente Amplio, pero ahora apoya a Delgado.
"Quiero que continúe este gobierno porque en el rubro de la construcción hubo mucho más trabajo", dijo. "A mí me rinde más la plata, aunque sigue caro igual, mejoró".
Con Orsi, el Frente Amplio aspira a volver al gobierno que perdió en 2020 tras tres periodos consecutivos, uno de ellos bajo Mujica (2010-2015).
El exguerrillero, de 89 años y en recuperación de un cáncer de esófago, votó muy temprano en Montevideo.
"Mi futuro más próximo es el cementerio pero me interesa la suerte de los jóvenes, que cuando tengan mi edad van a vivir en un mundo muy distinto", dijo ante un enjambre de periodistas.
A pesar de su frágil salud, Mujica salió a pedir el voto para Orsi al final de la campaña.
Criticó la avaricia de algunos políticos, las corporaciones y a Lacalle Pou. También cuestionó el "consumismo atroz", y habló de su legado en un tono de despedida que conmovió a muchos.
Más de 2,7 millones de uruguayos estaban habilitados para votar en un balotaje que se gana por mayoría simple. El sufragio es obligatorio y no existe el voto consular.
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