El presidente francés, Emmanuel Macron, expresó preocupación por la "desaparición" del escritor franco-argelino Boualem Sansal, después de informes de que el galardonado novelista fue arrestado en Argelia el pasado sábado.
Sansal, figura destacada de la literatura moderna francófona, es conocido por sus firmes posturas contra el autoritarismo y el islamismo, así como por su defensa de la libertad de expresión.
El escritor, de 75 años, nacionalizado francés este año, fue detenido el sábado en el aeropuerto de Argel tras regresar de Francia, según varios medios de comunicación, entre ellos el semanario francés Marianne.
La agencia gubernamental de prensa argelina APS reportó el "arresto" del escritor "en el aeropuerto de Argel", pero no precisó la fecha. Por el momento las autoridades no facilitaron ninguna otra información sobre su situación.
Macron está "muy preocupado por la desaparición" de Sansal, declaró el jueves un funcionario de su oficina, bajo condición de anonimato. "Los servicios del Estado están movilizados para aclarar su situación", agregó.
Sansal, figura controvertida en Argelia, empezó a escribir novelas en 1999 y ha abordado temas como la terrible guerra civil de los años noventa entre las autoridades argelinas y los islamistas.
Sin embargo, su rechazo al islamismo no se limitó a su país, advirtiendo también de una islamización progresiva en Francia.
En 2015 ganó el Gran Premio de novela de la Academia Francesa por "2084: El fin del mundo", una obra distópica, inspirada en "1984" de George Orwell, en la que denuncia la amenaza que supone para las democracias el radicalismo religioso, imaginando el islamismo en el poder.
Esta postura lo convirtió en el autor favorito de figuras prominentes de la derecha y la extrema derecha, algunas de las cuales se sumaron a la inquietud de Macron por el escritor.
Su editorial, Gallimard, también expresó el viernes su "profunda preocupación" y pidió la "liberación inmediata" de Sansal tras su "detención por los servicios de seguridad argelinos".
Esta situación se produce en un contexto diplomático tenso entre Francia y Argelia. Macron renovó el mes pasado el apoyo francés a la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental.
Esta antigua colonia española está controlada de facto en su mayor parte por Marruecos, pero los separatistas saharauis del Frente Polisario, apoyados por Argelia, reclaman un referéndum de autodeterminación.
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