Diplomáticos estadounidenses se reúnen con los nuevos dirigentes de Siria
Diplomáticos de Estados Unidos se reunieron el viernes a Siria con las nuevas autoridades, dominadas por islamistas radicales, con el objetivo de alentarles a reunificar el país tras más de 13 años de sangrienta guerra civil.
La ofensiva rebelde que derrocó al presidente Bashar al Asad el 8 de diciembre puso fin a medio siglo de dominio de la familia Asad y de represión.
Ahora, Abu Mohamad al Jolani, el jefe del grupo radical sunita Hayat Tahrir al-Sham (HTS), encabeza la coalición que tomó el poder en Siria.
El pasado yihadista de HTS, considerado como organización "terrorista" por Estados Unidos, genera preocupación en la comunidad internacional, que teme por el respeto de los derechos humanos, la situación de las minorías en un país profundamente dividido y el futuro de las regiones kurdas semiautónomas del norte.
Los enviados estadounidenses, la primera misión diplomática enviada por Estados Unidos a Damasco desde el inicio de la guerra civil en 2011, llegaron el viernes a la sede del gobierno interino de Al Jolani.
También tiene previsto reunirse con representantes de la sociedad civil para discutir "de su visión de futuro para el país y cómo Estados Unidos puede ayudarlos", según el Departamento de Estado.
Las mujeres son "absolutamente indispensables" para reconstruir Siria, afirmó el viernes Amy Pope, directora general de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), una agencia de la ONU.
De regreso de Siria, Pope pidió además "revaluar" las sanciones internacionales para permitir la reconstrucción del país.
El jueves, cientos de personas se manifestaron en Damasco por la democracia y los derechos de las mujeres.
"La era del silencio ha terminado. Estaremos atentas a cualquier postura que pueda perjudicar a las mujeres y no la aceptaremos", aseguró Majida Mudarres, una manifestante de 50 años.
Miles de personas se manifestaron paralelamente en Qamishli, en el noreste, en apoyo a las fuerzas kurdas que intentan repeler la ofensiva de combatientes apoyados por Turquía, aliado del nuevo poder.
Habitantes de la capital recibieron mensajes en sus teléfonos móviles, pidiendo su participación el viernes en el "festival de la liberación" en la plaza de los Omeyas, en el centro de la ciudad.
- Establecer relaciones -
La delegación estadounidense está encabezada por Barbara Leaf, la responsable de Oriente Medio en el Departamento de Estado, y Daniel Rubinstein, un diplomático especialista en el mundo árabe que está ahora a cargo de los contactos con Siria.
También viajó Roger Carstens, encargado de recabar indicios sobre los estadounidenses desaparecidos en Siria, como el periodista Austin Tice, secuestrado en agosto de 2012.
Francia, Alemania, Reino Unido y la ONU ya habían enviado representantes a Damasco.
La caída de Bashar al Asad fue recibida con júbilo, casi 14 años después del inicio de la guerra, desencadenada en 2011 con la represión de manifestaciones prodemocracia, que dejó medio millón de muertos y empujó al exilio a seis millones de sirios.
Antigua rama siria de Al Qaeda, HTS afirma que ha dejado atrás el yihadismo y busca tranquilizar, en un momento en el que el país necesita con urgencia una ayuda humanitaria "masiva", según la ONU.
Las potencias occidentales buscan establecer relaciones con las autoridades de transición, conscientes del riesgo de fragmentación del país y del resurgimiento del grupo yihadista Estado Islámico (EI), que aún cuenta con células durmientes en las zonas desérticas.
Washington apoya a las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), dominadas por los kurdos, que controlan las zonas semiautónomas del norte del país.
La situación es especialmente volátil en esta zona, donde la comunidad kurda, oprimida durante mucho tiempo, teme perder la limitada autonomía que ha logrado desde el inicio de la guerra.
Paralelamente, grupos apoyados por Turquía se enfrentan a combatientes kurdos respaldados por Washington.
Dos periodistas turcos de origen kurdo murieron en el norte de Siria, donde cubrían estos combates, anunciaron el viernes una asociación de periodistas turcos y una oenegé.
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan volvió a instar el viernes a "erradicar" a las "organizaciones terroristas" en Siria, citando al EI y al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que lidera una insurrección separatista en Turquía.
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