Directora de la ONU para Medio Ambiente defiende el resultado de las negociaciones sobre el plástico
La directora del Programa de la ONU para el Medio Ambiente negó el lunes que las conversaciones para un tratado sobre la contaminación con plástico hubieran fracasado, y destacó que se avanzó pese a que las negociaciones se interrumpieran sin haber logrado un acuerdo.
"Obviamente [la negociación] no fracasó", declaró a AFP Inger Andersen, quien calificó como "altamente ambicioso" el plazo de dos años establecido en 2022 para alcanzar un acuerdo.
"Lo que sí tenemos es un avance muy muy bueno", agregó Andersen, jefa del Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA).
Delegados de casi 200 países pasaron una semana en Busan, Corea del Sur, intentando negociar el primer tratado mundial para frenar la contaminación con plástico.
Más de 90% del plástico del mundo no se recicla y cada año se vierten millones de toneladas de desechos plásticos al medio ambiente.
Pero los negociadores reconocieron su fracaso la madrugada del lunes al señalar que no lograron superar las serias divergencias en torno a las metas del tratado.
Decenas de países "altamente ambiciosos" buscaron un acuerdo con metas para limitar la nueva producción de plástico y prohibir ciertos químicos y plásticos de un solo uso.
Pero se toparon con el firme rechazo de una minoría de países productores de petróleo, liderados por Arabia Saudita, Rusia e Irán, que insisten en que el texto solo atañe al reciclaje, la gestión de residuos y el diseño de productos.
El desacuerdo impidió avanzar en las cuatro rondas de diálogo previas a Busan, lo que generó un borrador de más de 70 páginas repleto de lenguaje contradictorio.
El diplomático que presidió el diálogo, el embajador ecuatoriano, Luis Vayas Valdivieso, buscó agilizar el proceso al sintetizar los criterios en su propio borrador, lo que según Andersen representa un avance.
"Llegamos con un documento de 77 páginas. Ahora tenemos un texto limpio, simplificado (...) un texto del tratado", defendió. "Ese avance es significativo y es algo que yo francamente puedo celebrar", sostuvo.
- Nueva ruta -
Pero incluso el texto revisado está lleno de criterios opuestos, y los países insisten en que todas las partes deberían estar abiertas a negociar de nuevo y proponer enmiendas en una nueva ronda de diálogo.
Ante ello, grupos ambientalistas advirtieron que cabe la posibilidad de que en esa nueva ronda se repita el estancamiento vivido en Busan.
Andersen reconoció que persisten diferencias profundas y se necesitarán "algunas conversaciones significativas" antes de retomar las negociaciones.
"Creo que no tiene sentido tener una reunión a menos que podamos ver una ruta entre Busan y el tratado", comentó.
Está claro que "existe un grupo de países que llevan la voz cantante de un sector económico", consideró Andersen, aludiendo a la industria petrolera y petroquímica. Aún así, destacó que todavía se puede avanzar.
"Así es como se negocia. Los países tienen intereses diferentes, los presentan y se dan las conversaciones (...) en busca de puntos de concordia", explicó.
De momento no se ha fijado una fecha o sede del nuevo diálogo, aunque Arabia Saudita y otros quieren que, como pronto, se haga a mediados de 2025.
Andersen dijo estar "absolutamente decidida" a tener un acuerdo el próximo año. "Mejor más pronto que tarde, pues tenemos un gran problema", señaló.
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