Cumbre Iberoamericana llega a su sesión final de mandatarios... carente de ellos
La Cumbre Iberoamericana de Ecuador llega este viernes a su último día con una esperada sesión del más alto nivel, que finalmente se ha quedado sin los mandatarios que suelen presidirla tras ser eclipsada por otras citas internacionales.
De los 22 jefes de Estado y de Gobierno convocados, solo el rey español Felipe VI y los presidentes Marcelo Rebelo de Sousa (Portugal) y Xavier Espot Zamora (Andorra) asistirán como máximos líderes, junto al anfitrión Daniel Noboa, para votar la declaración final de la cumbre en Cuenca, salvo alguna sorpresa de última hora.
La delegación de El Salvador estará representada por su vicepresidente, pero las restantes comisiones de la región descargarán la responsabilidad en funcionarios de menor rango.
Algunos otros mandatarios de Iberoamérica priorizaron asistir a cumbres como la de la APEC, en Perú, o la que prepara Brasil para el G20.
El masivo desaire ha levantado dudas sobre la pertinencia del foro, que este año pretendía volcar la atención en torno al lema "Innovación, inclusión y sostenibilidad".
- Difícil inicio -
La cita arrancó el jueves en la ciudad colonial de Cuenca con protestas contra su realización y la gestión del presidente Noboa. La llamada "contracumbre" se movilizará de nuevo este viernes.
Ecuador alberga su primer encuentro iberoamericano agobiado por la violencia criminal, el narcotráfico y racionamientos eléctricos para paliar una sequía histórica. Aunque los apagones tienen en jaque al país, Cuenca ha asegurado el suministro de energía durante el evento.
"Este reto (de la cumbre) lo asumimos con gran responsabilidad en un contexto internacional y nacional complejo, debido a la situación política interna de diversos países, incluido el mío", reconoció Noboa el jueves ante empresarios.
Pero "a pesar de todas las adversidades y todos los problemas, todos los conflictos internos y externos", Ecuador "logró sacar adelante" la reunión, celebró más tarde el mandatario.
- Cooperación -
Durante el primer día, un total de 19 delegaciones de los 22 países iberoamericanos asistentes enfocaron los esfuerzos a la cooperación en medio de llamados a favorecer el multilateralismo.
"La idea del encuentro es quizás, en estos tiempos de fragmentación y antagonismos, más importante que nunca", clamó Andrés Allamand, secretario general iberoamericano durante el acto de apertura.
"Lo que quiero señalar con mucha fuerza es que el mundo necesita más y no menos multilateralismo, cooperación y solidaridad", recalcó.
Los temas sociales y la lucha contra la delincuencia trasnacional también tuvieron un lugar destacado en las comisiones y se espera que se vean reflejados en el documento de cierre, que los cancilleres debatieron en una reunión a puerta cerrada el jueves.
"En esos espacios abordamos los principales retos que enfrentamos como comunidad, (...) especialmente en áreas críticas como el combate al crimen organizado, el cambio climático, la inclusión laboral de los jóvenes, la protección del medioambiente", enumeró Noboa.
Como resultado, el sector privado de la región adoptó un "Compromiso por la Empleabilidad Juvenil" y se presentó la Tarjeta Iberoamericana de Discapacidad para facilitar su "reconocimiento de derechos".
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