Agencias

El momento del "debate político" vendrá tras la reconstrucción, dice Sánchez sobre las inundaciones en España


El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, aseguró el lunes que el "debate político" sobre las posibles responsabilidades por la gestión de las mortíferas inundaciones del 29 de octubre llegará tras la reconstrucción, para la que anunció nuevas ayudas millonarias.

Alrededor de 130.000 personas se manifestaron el sábado en la ciudad de Valencia (este), donde muchos pidieron la dimisión del presidente del gobierno regional, el derechista Carlos Mazón, pero sin ahorrar tampoco críticas al ejecutivo central del socialista Pedro Sánchez.

"El Gobierno está a lo que hay que estar. Y a lo que hay que estar es a reconstruir desde esta tragedia y a relanzar la actividad económica y social", afirmó Sánchez este lunes en rueda de prensa, tras la reunión del consejo de ministros.

"Posteriormente, vendrá el debate político sobre qué cosas tenemos que mejorar ante esta emergencia climática y, sin duda alguna, ante la asunción de responsabilidades políticas", agregó el dirigente socialista.

"La lección es que estamos ante una emergencia climática que nos va a exigir a todos lo mejor de nosotros mismos", siguió Sánchez, que llamó a "escuchar y aprender de la ciencia, no denostarla y fortalecer los servicios públicos para dar una respuesta eficaz y equitativa ante catástrofes naturales".

Desde las destructivas inundaciones que dejaron 222 muertos, según el último balance difundido por el gobierno, las críticas de los afectados apuntan especialmente al jefe de gobierno regional, Carlos Mazón, a quien acusan de haber tardado en reaccionar, a pesar de que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) emitió ya una alerta roja en la mañana del 29 de octubre.

En España, un país muy descentralizado, la gestión de las catástrofes depende de las administraciones regionales, pero el gobierno central, que se encarga de lanzar las alertas a través de Aemet, puede facilitar recursos e incluso tomar el mando en casos extremos.

- "Errores" -

El presidente del gobierno central tampoco se salvó de las críticas durante la manifestación del sábado por la tarde en Valencia, cuya zona metropolitana suroeste fue una de las áreas más afectadas por la riada de lodo.

Tanto Sánchez como Mazón formaban parte de la comitiva que, junto a los Reyes Felipe VI y Letizia, realizó una tensa visita a la zona devastada el 3 de noviembre. En un ambiente de enorme crispación, las autoridades recibieron insultos e incluso lanzamientos de barro durante su recorrido por la localidad de Paiporta, uno de los epicentros del desastre, del que el presidente español y valenciano se ausentaron antes.

Mazón, quien descarta dimitir, debe comparecer el jueves ante el Parlamento regional valenciano para hablar sobre la gestión de la catástrofe.

"Creo que hay que asumir que se pueden haber cometido errores sin ninguna duda, hay que hacerlo con toda humildad", reconoció este lunes Mazón (Partido Popular, derecha) ante los periodistas.

- "Todos los recursos necesarios" -

Mientras tanto, el gobierno central anunció 110 nuevas medidas de apoyo a los afectados por casi 3.800 millones de euros (unos 4.000 millones de dólares) adicionales, aprobadas este lunes durante el consejo de ministros.

"El gobierno de España está y va a estar ahí, con todos los recursos necesarios y durante todo el tiempo que haga falta (...), trabajando por restablecer la normalidad de las zonas afectadas por esta catástrofe natural", prometió Sánchez.

El ejecutivo ya había anunciado la semana pasada un primer plan de ayuda de 10.600 millones de euros para hacer frente a la catástrofe.

Las medidas de apoyo se extenderán a más personas y bienes, indicó Sánchez, al tiempo que los agricultores recibirán nuevos apoyos por una cantidad total de 200 millones de euros.

El primer paquete de asistencia anunciado la semana pasada comprendía ayudas directas y desgravaciones fiscales para empresas y particulares, así como para los trabajadores independientes y hogares que padecieron decesos, incapacidades o cuyo domicilio y bienes quedaron dañados.

Entre las medidas adoptadas por ahora también destacan las rebajas fiscales, un aplazamiento de los pagos hipotecarios, así como préstamos de la gobierno central para los enormes trabajos de limpieza a los que tienen que hacer frente los municipios.

En las zonas afectadas, miles de soldados, policías, guardias civiles y servicios de emergencia siguen reparando las infraestructuras destruidas por el lodo, repartiendo ayuda y buscando todavía decenas de personas desaparecidas tras el desastre.

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