Entre las provincias de Sullana y Talara en el departamento de Piura se encuentra un territorio de abundante fauna y flora que debemos conocer. Aquí, una importante reseña de este espacio lleno de vida.,Alan Ghersi Blanco / Revista Rumbos Entre las provincias de Sullana y Talara (Piura), se encuentra el área natural protegida más antigua del noroeste peruano, la misma que es administrada por el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) del Ministerio del Ambiente, y que cuenta con un comité de gestión integrado por instituciones públicas y privadas que colaboran con su administración. PUEDES LEER: Sistema de Parques Nacionales: De Norteamérica para el mundo Foto: Alan Ghersi Blanco El Coto de Caza El Angolo fue establecido en 1975. Con una extensión de 65 000 hectáreas de bosque estacionalmente seco, esta aérea natural protegida se encuentra sobre la cordillera de los Amotapes, que abarca desde el sur de Ecuador hasta el noroeste peruano. Su presencia hace que esta Área Natural Protegida sea dominada por montañas de densos bosques, creando escenarios que sorprende a propios y extraños. La vida en El Angolo Foto: Alan Ghersi Blanco El paisaje y vida cambiante de Coto de Caza El Angolo lo convierten en un buen lugar para la recreación y el turismo especializado en un manto verde con quebradas y cataratas que discurren luego de las lluvias. Aquí los colores y sonidos de las aves, y de otros singulares animales, llaman la atención de los amantes de la naturaleza. En este bosque es posible encontrar cactus de tallos gruesos, cuyas hojas se transforman en espinas. Buena parte del año el paisaje del Coto de Caza El Angolo luce seco, pero siempre hay flores que matizan el panorama. Con las lluvias de verano el que parece despertar, destacando los arboles de hualtaco, perotillo, algarrobo, ceibo y el angolo, que le da nombre a esta ANP. En el coto la fauna es muy variada y se ha adaptado a las condiciones extremas del bosque. La mayoría de especies se reproducen durante las épocas de lluvias, aprovechando la mayor disponibilidad de agua y alimento. El resto del año algunas especies se refugian en las partes altas y más húmedas, donde hay quebradas y pequeños manantiales conocidos como jagüey. Refugio de aves Foto: Alan Ghersi Blanco La diversidad de aves es una de las características de esta ANP, por ser el hábitat de 20 especies amenazadas, como la pava pacaharaca y el perico macareño. La avifauna incluye a la perdiz cejipálida, cóndor andino, chachalaca, paloma ventriocrácea, loro de cabeza roja, colibrí estrellita chica, pájaro carpintero, colaespina, cabecinegra, limpiafronda cuellirufa, rascahojas, capuchirufa, mosquerito pechigris, pitajo de Piura, pitajo de Tumbes, cabezón pizarroso, jilguero azafranado y la tangara negriblanca. Por esa diversidad, el Bird Live International reconoce a esta zona como un área de importancia para la conservación de aves, junto al Parque Nacional Cerro de Amotape y la Reserva Nacional de Tumbes, que en conjunto forman la Reserva de Biosfera del Noroeste, categoría otorgada por la UNESCO. Zona de vida Foto: Alan Ghersi Blanco Pero las aves no son el único atractivo. También se encuentran mamíferos como el venado de cola blanca, puma, ardilla, zorro, sajino, gato silvestre y el oso hormiguero; reptiles como el pacaso, iguana, camaleón, lagartija y saltojo, y víboras como la boa y mancanche; también serpientes como la coral; mientras que en el río Chicama hay camarones. La belleza paisajística es aprovechada para ofertar servicios comunitarios, principalmente al sector Fernández (a 50 minutos de Máncora), lo que permite diversificar el turismo de sol y playa, ofreciéndole a los visitantes nuevas experiencias de disfrute en la naturaleza. Para acceder a este sector desde Máncora, se sigue la trocha der la quebrada Fernández hasta llegar al caserío del mismo nombre. Otra opción es ingresar desde Sullana, a través de la Panamericana hasta el caserío de Mallares. De aquí en adelante se sigue la trocha que conduce al caserío del Angolo. Foto: Alan Ghersi Blanco En este sector -previa coordinación con los guías locales- se pueden hacer cabalgatas hasta Cañaveral, Sauce Grande o los Pilares del cerro el viento. De otro lado, la oferta forrajera del área es aprovechada temporalmente por grupos ganaderos organizados que la ven como su despensa, principalmente en época de sequía. En términos generales estos bosques proveen importantes servicios ambientales como la captura de carbono, la provisión de oxígeno, agua y la protección de suelos. En El Angolo se genera conocimiento para el manejo de la biodiversidad de los bosques secos. Aquí se desarrolla unos de los programas de investigación más antiguos del Perú, estudiándose el manejo de fauna silvestre y la adaptación de las plantas al bosque seco. Datos En el Coto de Caza El Angolo existen 60 familias y 179 especies de flora, siendo 44 arbóreas y 47 arbustivas. Existen también dos especies de orquídeas. En el ANP se pueden reconocer tres ecosistemas que van desde los 150 a 1 550 m.s.n.m. Estos ecosistemas son: las colinas altas, las lomadas y los valles que albergan 177 especies de aves, 29 de mamíferos, 16 de reptiles, 7 de anfibios y 3 de peces.