Hoy, cuando la tres veces coronada villa celebra el 482 aniversario de fundación española, lo invitamos a recorrer y descubrir la ciudad con ojos de forastero.,Rolly Valdivia / Revista Rumbos Y si en vez de desearte un feliz aniversario y recordar con cierta dosis de descaro que fuiste la 'Ciudad de los Reyes', te pedimos disculpas por todo el daño que te ocasionamos. En realidad sería hipócrita refugiarse en ese ostentoso pasado, cuando los que ahora habitamos en tus distritos y andamos por tus calles, somos cómplices de tu lenta y dolorosa agonía. PUEDES VER: Con música, sabor y tradición se celebra el 482 aniversario de Lima Hoy estás de aniversario y te festejaremos con jaranas de rompe y raja, con pisquito bien peruano, y con esos anticuchos que le dan aroma y sazón a las esquinas de tus barrios –nuestros barrios-; pero cuando se silencien las guitarras y los cajones, se sirvan las últimas copas y se apaguen las brasas del carbón, volverá la apatía de tus millones de ciudadanos. Ellos no te cuidan. Te ensucian y te degradan. Ni siquiera te conocen bien. Van por tu geografía urbana sin mirarla ni entenderla. Ignoran el valor de tus antiguos solares que se desmoronan por el peso de los siglos, se alegran de que el cemento sepulte el verdor y que las rejas apresen a los espacios públicos. También se muestran indolentes ante la contaminación de tu mar Pacífico y de tu río hablador. Perdón, Lima. Perdona a quienes te maltratan y a los que no hacen nada o hacemos muy poco para evitar tu deterioro. Quizás el mejor regalo de aniversario, sería recorrerte y escudriñarte con mirada de viajero que descubre un territorio milenario; o de turista ilusionado que visita la metrópoli fundada por Francisco Pizarro el 18 de enero de 1535, en nombre de un Dios y un rey del otro lado del mundo. Turistas en nuestra propia urbe. Entendiendo en cada paso las razones por las que el Centro Histórico -con sus iglesias y conventos, con sus plazas y casonas- es considerado por la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad, nutriéndose de arte y cultura en las salas de sus museos, oteando su grandeza desde el mirador del Cerro San Cristóbal, o disfrutando de un encendido atardecer en la Costa Verde. Una pausa. Una tregua. Una reconciliación con la ciudad del cielo gris que es nuestro hogar, un hogar que debemos cuidar y proteger. Solo así, tendremos derecho a proclamar hoy y siempre: ¡Feliz aniversario Lima!... En rumbo: Historia: Cuando Francisco Pizarro llegó a la actual Lima, el valle era gobernado por el cacique Taulichusco. Claves: La plaza de Armas, el jirón de La Unión, la iglesia y convento de San Francisco, los balcones de las viejas casonas del centro, la Plaza San Martín y el Palacio de Gobierno. Bahía: Observar el mar es la mejor forma de reconciliarse con la ciudad. Recuerde que Lima es la única capital Sudamérica con vista al océano.