El cierre de esta web de almacenamiento de datos y las reacciones de Anonymous contra esta medida ha provocado que los internautas tengan mayor cuidado con la información que comparten en Internet. Enero ha sido un mes más que agitado en cuanto a seguridad informática se refiere. El cierre inesperado del popular servicio de almacenamiento de archivos Megaupload y las reacciones que colectivos como Anonymous han tomado para protestar contra esta medida y también contra la aprobación de leyes antidescargas como SOPA y PIPA tendrá –sin dudas– consecuencias para Internet. Páginas como las de las distribuidoras Universal o Sony Music fueron 'hackeadas' y la web del FBI sufrió ataques de denegación de servicio, mientras que otros portales vieron cómo eran modificados o se filtraba parte de la información confidencial que contenían. En el Perú, la página web de Gian Marco permaneció fuera de servicio por más de una hora, al ser atacada por el colectivo Anonymous, luego de que el cantautor se pronunciara sobre las leyes SOPA y PIPA. "Anonymous es una fuerza social colectiva muy grande que defiende el derecho de la libre expresión. Sin embargo, las empresas se pueden defender de la 'denegación de servicios' (nombre técnico de los ataques de Anonymous) protegiendo las bases de datos y las páginas web, a través de controles como parches, firewalls y antivirus", explica Juan Saona, country mánager de NeoSecure Perú. Amenaza a la privacidad Pero toda esta problemática sobre la seguridad de la información que navega por la red, ha originado que los cibernautas anden con cuidado sobre qué datos privados ceden a terceros y cómo pueden ser usados. Por ejemplo, el aviso del cambio en las políticas de privacidad de Google ha puesto en alerta a muchos usuarios y no son pocos los que han revisado estos cambios para ver en qué medida los puede afectar. De otro lado, Facebook sigue siendo la red social favorita por los ciberdelincuentes para propagar sus amenazas y engaños. Por eso, Juan Saona recomienda "conocer los términos del acuerdo de confidencialidad que se aceptan al crear una cuenta en este tipo de sitios web, y aprovechar al máximo las herramientas para ocultar y/o mostrar la información personal que se ingresa, así como con quién esta es compartida". Saona advierte, además, que los usuarios se deben basar en dos criterios a la hora de elegir y depender de servicios remotos sobre los que no tienen un control total, como es el caso de Megaupload. El primero de ellos es el nivel de importancia de los datos, es decir, si constituyen información de pasatiempos personales o campañas de mercado de una compañía (representadas en archivos de video o música, documentos editables o paquetes instaladores de programas y otros); y el segundo, la confiabilidad de los sitios web, que significa el origen de consumo y espacio de almacenamiento de estos bienes o contenidos. Por eso, los cibernautas siempre deben preocuparse por los datos guardados, pues se ha hablado mucho de qué pasa con ellos, de quién son los datos: ¿son míos o de la gente que ha recopilado la información? Las cosas que yo hago en la red, ¿quién las puede saber y quién no? claves Unos 431 millones de personas en el mundo se vieron afectadas el año pasado por algún tipo de ataque cibernético con "componente criminal directo", según el Instituto de la ONU para la Formación y la Investigación. En 2011, empresas e instituciones de todo el mundo gastaron unos 338.000 millones de dólares en combatir este tipo de ataques.