Temblor en Ucayali: ¿de qué magnitud fue el sismo?
Fuertes lluvias desde este jueves 28 de marzo
Sociedad

Nietos itinerantes, los jóvenes que decidieron trabajar por una vejez digna

Este equipo de voluntarios comparte su tiempo con adultos mayores y a la vez aprenden de la “experiencia, valor y sabiduría” que tiene cada una de estas personas que podían visitar en los centros residenciales hasta antes de que llegara la pandemia.

Nietos Itinerantes, un grupo de jóvenes trabajando por una vejez digna. Foto: composición / La República
Nietos Itinerantes, un grupo de jóvenes trabajando por una vejez digna. Foto: composición / La República

Los adultos mayores son personas como cualquiera de nosotros, con sus propias necesidades e inquietudes; sin embargo, se ven rezagados porque para el sistema su vida útil ha culminado. Cuando esto sucede, muchos terminan alojados en asilos siendo víctimas del olvido. Esta realidad poco visibilizada fue para un grupo de jóvenes la oportunidad de accionar en su comunidad y cambiar los estereotipos que giran alrededor de los “abuelitos”.

Nietos Itinerantes nace tras una actividad navideña que organizó Rosaestela Gómez Holguín y Andrea Casaretto Paniagua junto a familiares y amigos, quienes buscaban compartir un buen momento con los residentes de un centro de atención residencial para adultos mayores. Prepararon un almuerzo, juegos, se divirtieron durante todo el evento hasta que alguien decidió tomar el micro y hacer un agradecimiento.

“Muchas gracias por traer todas estas cosas que nos han traído, pero lo que nosotros más necesitamos es que nos visiten, que vengan y pasen tiempo con nosotros, que nos escuchen”, manifestó un adulto mayor. En ese instante, todas las emociones latentes se transformaron en una profunda reflexión.

Este pedido tomo a todos por sorpresa, haciéndolos ver que más allá de las necesidades materiales, existía una carencia de afecto que nadie quería mostrar. Desde aquel día decidieron comprometerse con la causa y anunciaron visitas mensuales. En el 2017 iniciaron las convocatorias para todo aquel que estuviera interesado en unirse para acompañarlos, un día podían ser 5 y al otro 15, pero siempre estaban presentes.

En el Perú, de acuerdo a las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), existen 4 millones 140 mil adultos mayores. Además el 14,9% de esta población se encuentra en situación de pobreza, por lo que no logran cubrir el costo de una canasta básica.

Cuadro de proyecciones sobre envejecimiento del INEI. Foto: captura / INEI

Cuadro de proyecciones sobre envejecimiento del INEI. Foto: captura / INEI

Una iniciativa que se consolidaba

Para el 2018 Nietos Itinerantes ya había ganado mucha experiencia, se habían formalizado y el albergue por el que crearon la iniciativa se trasladó al Callao, un lugar mucho más accesible que el anterior. Por otra parte, empezaron a trabajar en el deterioro cognitivo y la canalización de emociones a través de dinámicas lúdicas; uno de los muchos grandes pasos que daría este grupo de jóvenes organizados.

“Hicimos un sondeo de por qué los voluntarios se inscriben a participar en nietos y casi todos tienen este sentir, llegan buscando al abuelo que perdieron, pero luego se dan cuenta que hay otras personas que no necesariamente son abuelos y que pueden seguir compartiendo este cariño o experiencias con quienes no tuvieron la dicha de tener una familia”, indicó Rosaestela para La República, quien también tuvo la misma premisa como impulso.

En ese sentido, su labor tenía lo que ellos llaman un “impacto dual”, pues tocaba la vida de los voluntarios y la de los beneficiados. Lamentablemente con la llegada del coronavirus a nuestro país sus actividades se vieron afectadas por completo y, como todos, debieron reinventarse en la marcha para continuar con su trabajo, siendo lo más complejo tener que alejarse de sus amigos mayores por ser una población declarada altamente vulnerable.

Ante este panorama, uno de los primeros pasos que dieron fue poner a disposición sus líneas telefónicas para que los adultos mayores llamen cuando los necesiten. También promueven donaciones en apoyo a los albergues y hogares donde la cabeza de familia es un adulto mayor; sin embargo, faltaba acercar su compañía. La creatividad fue fundamental en este punto, pues ante las limitaciones tecnológicas por falta de recursos de los centros residenciales, debieron desarrollar juegos y guías en vídeo para llegar a donde ya no podían hacerlo físicamente.

“Esto se da de manera virtual, pero no es sincrónico porque ellos lamentablemente no tienen acceso a internet ni tienen a una computadora que puedan usar cada uno para hacerlo mediante Zoom, por ejemplo. Entonces lo que hemos hecho es colocar estos vídeos en CD, ellos se juntan y realizan las actividades”, explican.

Pero la pandemia también significó una oportunidad para Nietos Itinerantes y los adultos mayores, pues continuaron emprendiendo, estudiando y haciendo sus actividades, a pesar de que tienen entre 60 y 90 años. De esta manera, los estereotipos se rompen y se construye una nueva idea de lo que significar llegar a una edad avanzada.

Nietos Itinerantes concientizan sobre el aporte de los adultos mayores. Foto: FB NI

Nietos Itinerantes concientizan sobre el aporte de los adultos mayores. Foto: FB NI

Todos seremos adultos mayores

Durante estos meses la tarea ha sido dura. Muchos de sus objetivos se vieron limitados por las medidas sanitarias impuestas por el gobierno, pero tienen claro que la protección de sus compañeros adultos mayores es primordial. Para Nietos Itinerantes, los adultos mayores representan “experiencia, valor y sabiduría”. Por eso enfocan sus máximos esfuerzos en revalorarlos.

“No solo trabajamos por ellos, por los adultos mayores de ahora, sino por los que venimos detrás de ellos. Creo que es importante tener en claro y valorar que el envejecimiento no solo se da a partir de los 60 años en adelante, nosotros envejecemos desde que nacemos y al vivir cada etapa de nuestra vida estamos envejeciendo. Es importante que la sociedad y las personas empecemos a tener consciencia sobre eso y valoremos el rol de los adultos mayores”, precisa.

Los jóvenes tienen una función en este equipo, ser el canal que visibilice las diferentes realidades de los adultos mayores. “No todos son abuelitos”, indican, y es que bajo esta etiqueta los definimos por una función que no siempre cumplen, disminuyendo su condición como personas con derechos y deberes en una sociedad.

Esto es importante, ya que si no cambia la mirada paternalista e infantil que existe con los adultos mayores, las políticas públicas e iniciativas que se desarrollen en adelante no los tomaran en cuenta. Así, descartan a las personas por su edad como si ya no tuvieran nada más que aportar en la sociedad.

Los artículos firmados por La República son redactados por nuestro equipo de periodistas. Estas publicaciones son revisadas por nuestros editores para asegurar que cada contenido cumpla con nuestra línea editorial y sea relevante para nuestras audiencias.