Columnista invitado. Autor de contenidos y de las últimas noticias del diario La República. Experiencia como redactor en varias temáticas y secciones sobre noticias de hoy en Perú y el mundo.

El peligro de convertir el espacio público en negocio, por Gonzalo Rivera

 Las Sombrillas no es un caso meramente local, sino un llamado de atención sobre la urgencia de salvaguardar los espacios públicos y el medioambiente en todo el territorio nacional, especialmente cuando decenas de líderes y lideresas han perdido la vida en la defensa y protección de sus territorios y del medioambiente

* Psicólogo comunitario por la PUCP y profesor universitario en temas de exclusión e inclusión social

Los espacios públicos son, parafraseando a Martha Nussbaum, una condición necesaria para que las personas puedan desarrollar sus capacidades humanas haciendo aquello que valoran. En la playa Las Sombrillas, vecinos de diversos distritos practican natación, vóley, paleta, entre otros deportes. Asimismo, decenas de pescadores trabajan diariamente y miles de familias disfrutan de la recreación, de bañarse en el mar y del descanso en contacto con la naturaleza. Esta playa, así como otros espacios públicos (parques, plazas, estadios, etc.), está en peligro de extinción.

Entonces, aunque resulte retórico, es importante preguntarse: ¿construir un centro comercial y un casino en un espacio público mejorará la vida de las personas y favorecerá el desarrollo de sus capacidades? La respuesta más sensata, que priorice el interés público sobre el particular, es que no.

Por ello, resulta especialmente esperanzador, en un contexto de escasez de autoridades y de empresarios íntegros y responsables, que cientos de personas expresan su civismo de manera valiente, reclamando la no privatización de la playa Las Sombrillas al grito: “la playa se defiende, la playa no se vende”.

En este punto, si alguien considera que este es un tema sólo distrital o de Lima Metropolitana, se equivoca. Zygmunt Bauman señala, en su célebre Vida Líquida (2006), que en estos espacios de encuentro y diálogo se juega el futuro de la democracia y de la vida misma.

En este sentido, Las Sombrillas no es un caso meramente local, sino un llamado de atención sobre la urgencia de salvaguardar los espacios públicos y el medioambiente en todo el territorio nacional, especialmente cuando decenas de líderes y lideresas han perdido la vida en la defensa y protección de sus territorios y del medioambiente. Solo así seremos capaces de contar con oportunidades que favorezcan el desarrollo de nuestras capacidades y nos permitan tener una vida plena.