Un poemario cada tantos años. Falso politólogo. Periodismo todos los días. Natación, casi a diario. Doctor por la UNMSM. Caballero...
Hay un individuo detenido por un supuesto intento de asesinato de Rafael López Aliaga. ¿Quién es? ¿Qué está diciendo el detenido sobre la acusación que cuelga sobre él? ¿Llegaremos a conocer el contenido de los interrogatorios policiales? Algunas de estas revelaciones toman tiempo, pero otras pueden aparecer rápido, y no lo están haciendo.
A juzgar por las informaciones, el acusado no disparó contra el alcalde de Lima, ni apuntó contra él. Tenía un arma en el bolsillo, a 15 metros de distancia. Los medios están cubriendo el incidente con todo tipo de subjuntivos. ¿Era un asesino? ¿O solo estaba cargando un arma oculta, como hacen hoy tantas personas?
Tal vez la intención no era matar al alcalde sino asustarlo, cosa que evidentemente se ha logrado. A la luz de la eficacia con que cometen los sicarios sus fechorías en estos tiempos, el atentado contra el alcalde se presta a la duda. El supuesto asesino no mató a nadie, se dejó capturar fácilmente, y hasta le detuvieron a un amigo.
El parecido con el atentado contra Donald Trump en plena campaña es real. En esa ocasión sí hubo un disparo, que le hirió la oreja al candidato, pero le permitió seguir haciendo campaña vendado. Lo de Lima es muy distinto, pero con un efecto electoral parecido: los enemigos del candidato son malvados. Sálvalo del peligro, vota por él.
López Aliaga no ha perdido tiempo en salir a correr tirando dedo: Cuba, Venezuela, Odebrecht, AOS, y los aborteros. Una lista peligrosa, en efecto, pero no existen pruebas de que esa gente haya estado conspirando contra él. ¿A cuál de ellos va a denunciar penalmente la Municipalidad de Lima por tratar de producir un Porky a la bala?
El seguimiento a Trump es tan grande, que el alcalde ha hecho un homenaje limeño al promotor de extrema derecha Charles Kirk asesinado (ese sí) en Utah hace poco. Claro, un homenaje a los 180 choferes de buses públicos asesinados en lo que va del año no le hubiera ganado un aumento en las simpatías de Trump, el papa gringo.
Si el candidato cree que lo han querido matar, entonces que se cuide. Puede reforzar su elenco de guardaespaldas, no mezclar las actuaciones municipales con las electorales, estas últimas mucho más expuestas, puede repetir, como en el mantra de un rosario celeste, que hay López Aliaga para rato. Todo funciona cuando uno es cuidadoso.

Un poemario cada tantos años. Falso politólogo. Periodismo todos los días. Natación, casi a diario. Doctor por la UNMSM. Caballero de la Orden de las Artes y las Letras, Francia. Beca Guggenheim. Muy poco X. Cero Facebook. Cero Instagram, cero TikTok. Poemario más reciente: Chifa de Lambayeque (Lima, Personaje Secundario, 2024). Próximo poemario será la quinta edición de Sobrevivir. Acaba de reeditar el poemario Los asesinos de la Última Hora (Lima, Cepo para Nutria, 2025).