Un poemario cada tantos años. Falso politólogo. Periodismo todos los días. Natación, casi a diario. Doctor por la UNMSM. Caballero...

La visa más cara que el pasaje, por Mirko Lauer

El negocio de la visa costosa todavía no ha sido explicado del todo, pero la naturaleza del gesto sí es bastante clara: hay un aislacionismo en marcha, y un prurito de hacer pagar al visitante extranjero.

El movimiento de las personas por el mundo se ha complicado. A la política del arancel ahora Donald Trump ha sumado la de la visa para entrar a los EE. UU. Prohibiciones de plano a diversas nacionalidades y autorizaciones espectacularmente costosas vuelven al ingreso a ese país un nuevo lujo.

Para un peruano el precio ha pasado de US$185, que ya era caro, a US$435, que es más o menos lo que cuesta un pasaje barato de ida y vuelta. La visa Schengen, que da acceso a los países firmantes del acuerdo casi paneuropeo de libre circulación, cuesta desde el año pasado €90, lo que ahora es poco más que la quinta parte de la visa estadounidense.

Los US$435 permiten entrar por un periodo que va desde unos meses (suele ser seis) hasta 10 años, esto decidido por el funcionario de migraciones en el punto de entrada. Los visitantes frecuentes pagan menos por cada ingreso, claro.

Así, un ingreso clandestino a los EE. UU. se ha vuelto un verdadero capital, y entonces la inmigración ilegal ha pasado a ser más atractiva. Aquellos que los agentes encubiertos de ICE violentamente deportan por la puerta es probable que estén regresando por la ventana. La antorcha de la Estatua de la Libertad, que alumbraba oportunidades, se va apagando.

El impacto que el nuevo precio tendrá en el turismo a EE. UU. es obvio. El negocio ya estaba en declive, y ahora muchos potenciales visitantes van a cambiar de rumbo. La recaudación más alta por pasaporte va a significar menos pasaportes pagando en las fronteras, y menos turistas consumiendo fronteras adentro.

El intercambio de turistas con Perú es desigual. Unos 500 000 estadounidenses llegan de visita cada año, cifra solo superada por los chilenos (incluye la frontera con Arica). Mientras que el número de peruanos que visitan los EE. UU. está por debajo de los 400 000, una cifra que ya ha empezado a reducirse, reemplazada por nuestro turismo interno.

El negocio de la visa costosa todavía no ha sido explicado del todo, pero la naturaleza del gesto es bastante clara: hay un aislacionismo en marcha, y un prurito de hacer pagar al visitante extranjero. Los EE. UU. se preparan para ser una isla en un mundo cada vez más convulso. Por eso una de las obsesiones del trumpismo es una humanidad en movimiento.

Mirko Lauer

Observador

Un poemario cada tantos años. Falso politólogo. Periodismo todos los días. Natación, casi a diario. Doctor por la UNMSM. Caballero de la Orden de las Artes y las Letras, Francia. Beca Guggenheim. Muy poco X. Cero Facebook. Cero Instagram, cero TikTok. Poemario más reciente: Chifa de Lambayeque (Lima, Personaje Secundario, 2024). Próximo poemario será la quinta edición de Sobrevivir. Acaba de reeditar el poemario Los asesinos de la Última Hora (Lima, Cepo para Nutria, 2025).