La acusada, el ex, la novia y el fiscal; por Mirko Lauer

Villanella no está en el tribunal para dar apoyo a la madre de sus hijas, sino como uno de los 46 acusados por lavado de activos y crimen organizado. No ha llegado como un personaje lateral, sino con la pata muy en alto, probable consejo de su abogado: “Quiero ver su cara [la del fiscal Pérez] cuando sus mentiras se caigan”.

El juicio a Keiko Fujimori está desplazando por la escena judicial a un extraño personaje. Es el estadounidense Mark Vito Villanella, exesposo de la principal acusada, dedicado al negocio inmobiliario, luego al show business en TV, y ahora a ser influencer en las redes. Al parecer es esto último (más una citación del fiscal) lo que lo ha atraído al caso Cócteles.

El ex se ha mostrado con una nueva y muy juvenil pareja, con la cual comparte notorias demostraciones de afecto. El encuentro con Fujimori ha sido comprensiblemente frío. También suelta declaraciones sobre el trámite legal en curso. Ahora último ha expresado un deseo de toparse cara a cara con el fiscal José Domingo Pérez. ¿Qué hace en el tribunal, además de cumplir con una citación?

En unas versiones sobre su presencia, Villanella está allí realizando su trabajo de influencer desde una posición de testigo privilegiado del trámite legal. Su versión es que habitualmente gana S/14.000 mensuales en las redes; este juicio debería mejorar esa suma, al menos mientras dure la primera curiosidad del público en un juicio que promete ser largo.

Como era de esperar, la defensa de Fujimori no está muy contenta. La abogada Giulliana Loza ha sugerido que el ex ha perdido muchos clientes en su actividad inmobiliaria, y que ahora está buscando darle algo más de punche a su trabajo como influencer. En efecto, puede empezar a ser visto como alguien con acceso a datos de corral sobre lo que va pasando.

Villanella no está en el tribunal para dar apoyo a la madre de sus hijas, sino como uno de los 46 acusados por lavado de activos y crimen organizado. No ha llegado como un personaje lateral, sino con la pata muy en alto, probable consejo de su abogado: “Quiero ver su cara [la del fiscal Pérez] cuando sus mentiras se caigan”.
No hay duda de que el ex está en el negocio del espectáculo, y además contento de estarlo. La gran mayoría de los acusados viene buscando el perfil bajo y alguna forma transaccional de contemporización. Villanella ha buscado las cámaras y los micrófonos por todos los medios. Quizás eso lo ayude en las redes, pero quizás no tanto en la TV.

Mirko Lauer

Observador

Un poemario cada tantos años. Falso politólogo. Periodismo todos los días. Natación, casi a diario. Doctor por la UNMSM. Caballero de la Orden de las Artes y las Letras, Francia. Beca Guggenheim. Muy poco twitter. Cero Facebook. Poemario más reciente, Las arqueólogas (Lima, AUB, 2021). Próximo poemario, Un chifa de Lambayeque. Acaba de reeditar la novela policial Pólvora para gallinazos (Lima, Vulgata, 2023).