Un embajador del golpe, por Mirko Lauer

"En la entrevista con El País el abogado-embajador-cartero dice que su cliente le encomendó ver a Petro, a Evo Morales, a Lula y al Papa, “cosa que voy a hacer en diez días”. Quizás solo lo dice para darles envidia a los parlamentarios-turistas del Perú".

Pedro Castillo se ha conseguido un embajador propio para gestiones particulares ante presidentes latinoamericanos que simpatizan con él. El abogado argentino acaba de pasar por el despacho de Gustavo Petro, en una visita relámpago luego de la cual, dice El País, “luce espídico”. Además “Lleva 48 horas sin dormir”.

Los argumentos del argentino en lo esencial ya han sido dichos por los abogados peruanos de Castillo. Solo que ahora los lleva en una carta que “le dieron” para entregar a la mano del destinatario en el exterior. El juguetón encuentro del abogado con Petro parece muy en confianza. Quizás es algo que al colombiano le puede servir para más adelante.

El trabajo del cartero no parece una relación abogado-cliente común. La visita a Petro más parece parte de una gira proselitista para reforzar las convicciones presidenciales antiperuanas. No hay que ser adivino para imaginar la visita a México, donde en casa de AMLO ya lo están esperando con los brazos abiertos.

El sistema que le han montado a Castillo es mucho mejor que tener un teléfono celular en la cárcel. Las visitas abogadiles, naturalmente autorizadas, le sirven para mantener una utilísima presencia fuera del Perú. Por esa ruta obtiene publicidad, y quizás también recursos para su inminente juicio.

La entrevista de El País está totalmente echada a favor de Castillo y su abogado, con alguna inocultable ironía. Este último es un personaje más bien pintoresco, el cual, como buen defensor contratado, tiene una respuesta para todo. Su nada original eje argumental es que Castillo simplemente no dio un golpe, ni quiso darlo.

Quizás en alejadas casas presidenciales este tipo de defensa negacionista interesadamente conmueva. Pero en el sistema judicial peruano, que para el que se contrata a los defensores, la presentación de una pretensión de inocencia idiota no pesa absolutamente nada. Como hemos venido viendo hasta el momento.

En la entrevista con El País el abogado-embajador-cartero dice que su cliente le encomendó ver a Petro, a Evo Morales, a Lula y al Papa, “cosa que voy a hacer en diez días”. Quizás solo lo dice para darles envidia a los parlamentarios-turistas del Perú. Solo le falta que el preso que “ingolpeó” le preste su sombrero para redondear el humor involuntario.

Mirko Lauer

Observador

Un poemario cada tantos años. Falso politólogo. Periodismo todos los días. Natación, casi a diario. Doctor por la UNMSM. Caballero de la Orden de las Artes y las Letras, Francia. Beca Guggenheim. Muy poco twitter. Cero Facebook. Poemario más reciente, Las arqueólogas (Lima, AUB, 2021). Próximo poemario, Un chifa de Lambayeque. Acaba de reeditar la novela policial Pólvora para gallinazos (Lima, Vulgata, 2023).