
Condenan a una madre y sus dos hermanas por planear asesinar a su yerno con inyección letal de potente droga en Alabama
Sandra Grimes y sus hermanas, Judy Owen y Mitzy Smith, fueron condenadas por conspirar para asesinar a Raúl Mina, el yerno de Grimes, en un conflicto de custodia en Estados Unidos.
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Sandra Grimes, en compañía de sus hermanas Judy Owen y Mitzy Smith, recibió la sentencia por conspirar para asesinar a su yerno, Raúl Mina, en medio de una ardua lucha jurídica por la custodia de los hijos de la hija de Grimes. Las tres mujeres tenían la intención de inyectarle una dosis mortal de heroína para simular una sobredosis accidental.
El crimen nunca se ejecutó debido a la participación de la mujer que habían empleado como sicaria. Ella informó el plan a las autoridades federales, lo que culminó en una investigación y en sentencias para todos los implicados, incluyendo a la supuesta sicaria y su pareja.
¿Por qué Sandra Grimes y sus hermanas querían asesinar a Raúl Mina, yerno de Grimes?
El motivo del delito fue un conflicto familiar: Raúl Mina y su esposa en aquel momento, Irma Nicole Bauer, hija de Sandra Grimes, se encontraban en medio de un juicio por la custodia de sus hijos. Grimes, preocupado por que Mina conseguira la custodia, optó por asesinarlo. Convenció a sus hermanas, Judy Owen y Mitzy Smith, para ayudarla a llevar a cabo el asesinato. Las dos empezaron a buscar a alguien que pudiera asesinar a Mina y crear una situación que pareciera una sobredosis accidental.
El plan fue descubierto antes de su ejecución. Sandra Grimes fue condenada a 70 meses de cárcel (equivalente a seis años) después de ser declarada culpable de conspiración para perpetrar un homicidio y por ceder un arma para cometer un crimen. Su hermana Judy Owen, que participó activamente en la coordinación de pagos y en el acompañamiento de la supuesta sicaria en sus viajes, fue sentenciada a 120 meses (diez años). Mitzy Smith, quien tuvo una implicación menor, recibió una sentencia a tiempo cumplido.
¿Cómo se frustró el plan para asesinar a Raúl Mina?
El plan de homicidio contra Raúl Mina tuvo múltiples intentos fallidos antes de ser finalmente frustrado por una informante imprevista. En un inicio, Sandra Grimes, junto a sus hermanas Judy Owen y Mitzy Smith, emplearon a un supuesto sicario al que le pagaron $10.000 por adelantado. No obstante, el sujeto desapareció con el dinero y nunca más se comunicó con ellas, lo que forzó a las hermanas a buscar una nueva opción.
Fue en ese momento cuando acudieron a Rebecca Murphy, una conocida de la familia. Para ganarse su fidelidad, Owen le pagó la atención veterinaria a su perro enfermo, y posteriormente utilizó esa deuda emocional para presionarla: como "agradecimiento", tenía que asesinar a Mina. Las hermanas aclararon que se le tenía que inyectar una dosis mortal de heroína, luego de una audiencia judicial, en pleno día, para asegurar que Mina no pudiera continuar con el conflicto legal relacionado con la custodia de sus hijos.
Murphy fingió su participación en el plan, asistió a encuentros y viajes con las hermanas, e incluso su pareja, Jessica Montgomery, adquirió municiones para un arma involucrada. Finalmente, cesó contacto y denunció el complot al FBI, proporcionando evidencias fundamentales que condujeron a la sentencia de todas las involucradas, incluyendo a ella y a su novia, quienes fueron condenadas a cinco años de cárcel cada una.