Pescador de Florida es condenado a prisión y una multa de US$51.000 por disparar y envenenar delfines en el Golfo de México
Pescador de Florida envenenó a delfines para evitar que se comieran los peces capturados por sus clientes.
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En un inquietante caso de crueldad animal ocurrido en Florida, Zackery Brandon Barfield, un pescador de 31 años, fue condenado a un mes de prisión y al pago de una multa de US$ 51,000 por haber envenenado y disparado a delfines nariz de botella. El incidente ocurrió en el Golfo de México y fue presenciado por menores de edad que participaban en excursiones recreativas de pesca. Las autoridades federales y estatales catalogaron el hecho como una violación grave a las leyes de protección de mamíferos marinos.
Barfield, frustrado por la pérdida de peces que sus clientes pescaban y que luego eran comidos por los delfines, recurrió al uso de cebos envenenados con metomilo, una sustancia altamente tóxica prohibida en ese contexto. Además, disparó con una escopeta calibre 12 a los animales. Los actos, cometidos entre 2022 y 2023, fueron descubiertos tras una denuncia anónima que dio paso a una investigación conjunta entre la NOAA y la Comisión de Conservación de Vida Silvestre de Florida.
Condena y antecedentes del caso
La investigación reveló que Barfield conocía las regulaciones que protegen a los delfines, pero optó por ignorarlas sistemáticamente. En algunos casos, lanzó cebos envenenados directamente al agua y en otros, disparó a los mamíferos marinos cuando se acercaban al bote. Lo más alarmante fue que varias de estas acciones ocurrieron frente a niños pequeños, quienes participaban en las excursiones guiadas por el acusado. El testimonio de varios testigos fue clave para confirmar los hechos.
El pescador se declaró culpable de cargos relacionados con la apropiación ilegal de mamíferos marinos y el uso indebido de pesticidas. Como parte de su sentencia, además de la prisión y la multa, Barfield deberá cumplir un año de libertad supervisada y entregar el arma utilizada. Las autoridades confiscaron también sus equipos de pesca. El caso generó gran indignación entre defensores de animales y ambientalistas por la brutalidad del acto y el contexto en que se produjo
Impacto ecológico y llamado a la acción
El uso del metomilo, un pesticida prohibido en actividades acuáticas, representa una seria amenaza para el ecosistema marino. La sustancia no solo afectó a los delfines, sino que también pudo haber contaminado otras especies y el entorno inmediato. Las autoridades señalaron que este tipo de acciones puede tener efectos acumulativos en la cadena alimenticia marina y deben ser tratadas con la mayor severidad legal posible.
Organizaciones ambientalistas han aprovechado el caso para reiterar la importancia de reforzar la vigilancia sobre la fauna marina y endurecer las penas por maltrato a especies protegidas. Asimismo, destacan la necesidad de educar a operadores turísticos y pescadores sobre la convivencia responsable con la vida silvestre. La colaboración ciudadana y las denuncias anónimas fueron fundamentales para llevar este caso a la justicia.



















