Estados Unidos

Ganadores del Premio Nobel de Economía califican la agenda económica de Kamala como "muy superior" a la de Trump

Las personas que consiguieron este importante premio a nivel mundial, respaldan la agenda económica de Kamala Harris, señalándola como superior a las políticas de Donald Trump. Destacan su capacidad para promover el crecimiento sostenible, la equidad y la estabilidad en USA.

A menos de dos semanas de las elecciones, Kamala Harris recibe el apoyo de 23 economistas galardonados con el Nobel de Economía, quienes destacan la solidez de su agenda económica en comparación con Trump.
A menos de dos semanas de las elecciones, Kamala Harris recibe el apoyo de 23 economistas galardonados con el Nobel de Economía, quienes destacan la solidez de su agenda económica en comparación con Trump.

A menos de dos semanas de las elecciones en Estados Unidos, la vicepresidenta Kamala Harris ha recibido un apoyo notable de 23 economistas galardonados con el Premio Nobel de Economía. Este respaldo llega en un momento clave, cuando la economía es el tema principal en las encuestas de los votantes. Entre los firmantes se encuentran Joseph Stiglitz y los más recientes premiados, Simon Johnson y Daron Acemoglu, quienes señalaron que la agenda económica de Harris es mucho más favorable para el país que las propuestas del expresidente Donald Trump.

El contenido de la carta resalta que la visión económica de Harris fortalecerá sectores clave como la inversión, el empleo y la equidad, evitando las medidas contraproducentes y desestabilizadoras que, según los economistas, propone Trump. Con este apoyo, Harris busca consolidar su ventaja en un tema donde Trump tradicionalmente ha tenido el favor del electorado.

¿Por qué los ganadores del Premio Nobel apoyan a Kamala Harris?

El respaldo a Kamala Harris no es accidental. Los ganadores del Premio Nobel de Economía destacaron que, aunque existen diferencias entre ellos en cuanto a los detalles de algunas políticas, coinciden en que la agenda de Harris promete mejoras en áreas fundamentales para el bienestar de la nación. Entre estas áreas se encuentran la salud, el empleo y la sostenibilidad.

Joseph Stiglitz, galardonado en 2001 y profesor de la Universidad de Columbia, lideró este esfuerzo junto con otros colegas como Simon Johnson y Daron Acemoglu, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), quienes recibieron el Nobel la semana pasada por sus investigaciones sobre instituciones económicas. Para ellos, la agenda económica de Kamala Harris ofrece una visión que busca promover la inversión en sectores críticos como la manufactura estadounidense y la creación de empleo sostenible, lo que consideran vital para el crecimiento equitativo a largo plazo.

Además, los economistas valoraron la precisión y claridad con la que Harris ha presentado sus propuestas, reflejando un enfoque sólido y consensuado que involucra la participación de expertos en diferentes áreas del conocimiento económico. Este apoyo no es la primera incursión de los premios Nobel en la política estadounidense; ya en junio habían advertido sobre los efectos negativos de un segundo mandato de Trump.

Economistas indican que la agenda de Harris promete mejoras en áreas fundamentales para el bienestar de la nación. Foto: Axios

Economistas indican que la agenda de Harris promete mejoras en áreas fundamentales para el bienestar de la nación. Foto: Axios

¿Qué critican los ganadores del Premio Nobel de las políticas de Trump?

Las políticas económicas de Donald Trump han recibido fuertes críticas. En una carta, varios economistas subrayan que las propuestas del expresidente, especialmente sus medidas arancelarias y fiscales, aumentarían la inflación y agravarían el déficit federal. Los expertos argumentan que esto no solo dañaría la economía estadounidense, sino que también incrementaría la inestabilidad política y económica del país.

Una de las principales preocupaciones es el uso de los aranceles como pilar de la estrategia económica de Trump. Aunque él sostiene que podrían tener un "efecto positivo", los economistas afirman que en realidad funcionan como un impuesto directo sobre los consumidores, elevando el precio de los productos importados y afectando negativamente a la población. Además, advierten que la desregulación y la expansión en la extracción de petróleo y gas, propuestas por Trump, no solo desestabilizarían los mercados, sino que también pondrían en riesgo la sostenibilidad ambiental y la seguridad energética.

La misiva también resalta la relevancia del estado de derecho y la estabilidad económica, factores que, según los firmantes, estarían gravemente amenazados por las políticas de Trump. "Trump pone en peligro todo esto", señalaron, advirtiendo sobre los riesgos de un enfoque económico que consideran caótico y perjudicial para el futuro del país.

¿Cómo comparan los economistas a Harris y Trump?

Los economistas que firmaron la carta también se refirieron a las diferencias clave entre los enfoques de Harris y Trump en términos de políticas económicas. Mientras que la agenda de Harris se centra en fortalecer la equidad social y promover el crecimiento sostenible, las propuestas de Trump apuntan a recortes de impuestos generalizados y a una desregulación masiva. Según los analistas, estas últimas medidas podrían costar billones de dólares al país.

En términos de empleo, Harris ha propuesto una serie de políticas enfocadas en reducir los costos del cuidado infantil y de la vivienda, dos temas que afectan directamente a las familias de ingresos bajos y medios en Estados Unidos. Además, su enfoque incluye recortes de impuestos dirigidos a estos sectores, lo que contrasta con los amplios recortes fiscales que propone Trump, los cuales, según los economistas, beneficiarían principalmente a las clases más altas y podrían aumentar el déficit fiscal.

Por otro lado, la política industrial impulsada por Harris, que tiene como objetivo revitalizar la manufactura en sectores clave, es vista por los economistas como una solución efectiva para impulsar la competitividad económica del país en el escenario global. En cambio, la agenda de Trump se enfoca principalmente en la desregulación, que, aunque podría generar un crecimiento a corto plazo, implica riesgos de inestabilidad a largo plazo.