Este es el salario que ganará Donald Trump o Kamala Harris si logran vencer en las elecciones de EE. UU. 2024

El salario del presidente de Estados Unidos es un tema de interés público, no solo por la magnitud del puesto, sino por la relevancia política que tiene a nivel mundial. El presidente no solo recibe un salario fijo, sino que también goza de otros beneficios durante su mandato, y una pensión tras su retiro.

Desde el año 2001, el salario del mandatario de Estados Unidos está establecido en un gran porcentaje, una cifra que se ha mantenido sin cambios en las últimas décadas. Además de ello, el jefe de Estado cuenta con una serie de asignaciones adicionales que incluyen gastos de representación, viajes oficiales y otros beneficios exclusivos que lo acompañan mientras desempeña su función.

¿Cuánto gana el presidente de Estados Unidos?

El salario del presidente de Estados Unidos está regulado por ley y ha sido el mismo desde que fue actualizado en 2001. Actualmente, el mandatario recibe una retribución anual de 400.000 dólares, una cifra considerable, pero que, comparada con otros líderes mundiales o incluso con altos ejecutivos del sector privado, puede parecer modesta. Este salario, sin embargo, viene acompañado de una asignación de 50.000 dólares al año para cubrir gastos relacionados con la ejecución de sus funciones.

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El presidente también tiene derecho a una asignación de US$100,000 para viajes oficiales, que cubre los costos del avión presidencial y otros medios de transporte. Además, recibe US$19,000 adicionales para entretenimiento, que cubren gastos durante recepciones y eventos en la Casa Blanca. Todos estos fondos provienen del presupuesto federal, aprobado por el Congreso. Es importante destacar que estos recursos son destinados para el ejercicio de las funciones presidenciales y están sujetos a normativas y regulaciones específicas.

¿Qué otros beneficios tiene el presidente de Estados Unidos?

El salario del presidente de Estados Unidos no es la única compensación que recibe. A lo largo de su mandato, el jefe de Estado tiene a su disposición múltiples beneficios, tanto para él como para su familia. Uno de los más destacados es la residencia oficial en la Casa Blanca, ubicada en Washington D.C., donde el mandatario y su familia tienen alojamiento asegurado durante los cuatro años de mandato, con posibilidad de renovación en caso de reelección.

Además de la residencia, el presidente cuenta con un equipo completo de seguridad proporcionado por el Servicio Secreto, que lo protege a él y a su familia 24/7. También dispone de transporte exclusivo en el Air Force One, un avión presidencial que no solo está equipado con tecnología avanzada, sino que también está diseñado para garantizar la seguridad del mandatario en todo momento. A esto se suman otras facilidades como el acceso a helicópteros y vehículos blindados.

Otro de los privilegios que acompañan al presidente es el acceso a Camp David, una residencia de descanso ubicada en Maryland, donde puede relajarse o realizar reuniones de alto nivel en un ambiente más privado y seguro. Estas comodidades permiten que el mandatario desempeñe sus funciones sin preocuparse por gastos o logística personal.

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Pensión presidencial posterior a su mandato

Cuando un presidente de Estados Unidos termina su mandato, no queda desprotegido. A diferencia de otros cargos políticos, el exmandatario tiene derecho a recibir una pensión vitalicia, regulada por la Ley de expresidentes de 1958. Actualmente, la pensión asciende a 207,800 dólares anuales, lo que garantiza una estabilidad económica para el resto de su vida.

Además de la pensión, el expresidente tiene derecho a seguridad proporcionada por el Servicio Secreto, así como acceso a fondos para el mantenimiento de oficinas y personal que lo apoye en sus actividades post-mandato. Estos beneficios no solo están pensados para el expresidente, sino también para su cónyuge, quien también recibe protección y otros derechos en caso de fallecimiento del mandatario.