Biden y Starmer deciden si darle armas de largo alcance a Ucrania pese a que Putin los amenazó con una nueva guerra
Joe Biden y Keir Starmer discuten el envío de armas de largo alcance a Ucrania, mientras Putin advierte que esta decisión podría llevar a una guerra directa entre Rusia y Occidente.
Los líderes de Estados Unidos y el Reino Unido, Joe Biden y Keir Starmer, se encuentran en un momento decisivo para la evolución del conflicto en Ucrania. En una reciente reunión en Washington, ambos mandatarios discutieron la posibilidad de suministrar armas de largo alcance a Ucrania, una decisión que ha generado tensiones tras las advertencias del presidente ruso, Vladímir Putin, sobre una posible escalada bélica si la OTAN continúa con su apoyo militar a Kiev.
Putin advirtió que el envío de este tipo de armamento cambiaría la "naturaleza" del conflicto y convertiría a los países occidentales en participantes directos en la guerra entre Rusia y Ucrania. Mientras tanto, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, sigue presionando a sus aliados occidentales para que le entreguen armas que le permitan golpear objetivos estratégicos dentro del territorio ruso. Este complejo escenario se desarrolla en un contexto internacional marcado por la escalada en la violencia y la creciente presión sobre los gobiernos occidentales para tomar decisiones estratégicas.
Biden y Starmer evalúan el envío de armas de largo alcance a Ucrania
La reunión entre Joe Biden y Keir Starmer tuvo lugar en un momento crucial, ya que Ucrania necesita urgentemente más apoyo militar para frenar los avances rusos en el este del país. Ambos líderes discutieron la posibilidad de enviar misiles de largo alcance a Kiev, una medida que podría cambiar el curso del conflicto. Desde hace meses, Zelenski ha insistido en que este tipo de armamento es clave para debilitar la capacidad militar de Moscú y retomar las regiones ocupadas.
Sin embargo, Biden y Starmer son conscientes de los riesgos que implica tomar esta decisión. En el pasado, Estados Unidos ha limitado el alcance del armamento que ha entregado a Ucrania, evitando que se utilicen contra objetivos dentro de Rusia, con el objetivo de no provocar una escalada directa con Moscú. Starmer, por su parte, ha apoyado el suministro de armas, pero también ha subrayado la necesidad de actuar con prudencia.
Joe Biden y Keir Starmer se reunieron por primera vez en julio de este año en la cumbre de la OTAN. Foto: France24
Putin advierte a la OTAN sobre una guerra por su apoyo a Ucrania
Vladímir Putin ha sido claro en sus advertencias. Durante una aparición en la televisión estatal rusa, el mandatario afirmó que si la OTAN, y en particular Estados Unidos y el Reino Unido, autoriza el envío de misiles de largo alcance a Ucrania, los países occidentales estarán entrando directamente en el conflicto. "Estarán en problemas con Rusia", dijo Putin, en un tono que refleja la seriedad con la que Moscú percibe el apoyo militar occidental a Kiev.
Putin ha insistido en que cualquier ataque ucraniano contra territorio ruso con armas proporcionadas por la OTAN sería interpretado como una agresión directa, lo que podría llevar a una escalada sin precedentes en la guerra entre Rusia y Ucrania. Esta advertencia no es nueva, pero se produce en un contexto donde las tensiones están alcanzando niveles críticos.
Zelenski presenta "plan de victoria" a Biden
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, se reunió con Joe Biden en Washington para presentarle su "plan de victoria", un conjunto de estrategias diseñadas para poner fin a la invasión rusa y recuperar el control de las regiones ocupadas. Zelenski ha dejado claro que para lograr este objetivo necesita más armas, incluyendo misiles de largo alcance, para debilitar la capacidad de Rusia de mantener su ofensiva.
En su encuentro, Zelenski destacó la importancia de un apoyo militar continuo por parte de los aliados occidentales. Si bien algunos países europeos, como Alemania, han sido cautelosos en cuanto a proporcionar armamento de largo alcance, Ucrania ha recibido un respaldo firme de Estados Unidos y el Reino Unido. El presidente ucraniano afirmó que sin este apoyo, será difícil para Kiev resistir los ataques rusos, que se han intensificado en las últimas semanas.