La vez que Donald Trump fue a la WWE, ganó la atrevida apuesta y rapó al legendario Vince McMahon

Wrestlemania es un evento lleno de emociones y situaciones inesperadas, en el que generalmente las luchas terminaban con un final feliz y 'el bueno' como el ganador. Esta tradición, instaurada por Hulk Hogan, en las últimas ediciones empezó a romperse. En particular, una de sus ediciones más inolvidables, la número 23, en el año 2007, tuvo como gran invitado de la noche a Donald Trump, quien enfrentó a Vince McMahon, personaje con el cual tenía una rivalidad que se había originado hace un tiempo.

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La rivalidad entre Donald Trump y McMahon

Era el año 2007, se corrían los rumores de una posible venta de la empresa de McMahon. La prensa mencionaba que sería Donald Trump el interesado en adquirirla. Esta situación creó una divertida rivalidad entre ambos, e incluso bromas acerca de eso. Sin embargo, la historia terminó el día de la WWE, cuando el mandatario llegó a raparle el cabello a McMahon.

En realidad y fuera del show, los dos son muy amigos, hasta pelean por ser el billonario más querido por la gente. Trump, conocido por su costumbre de regalar billetes de un dólar a la multitud cada vez que aparecía en un escenario, desempeñaba ese papel en esta ocasión. Fue él quien propuso a McMahon un enfrentamiento singular: un 'combate de billonarios'. La peculiaridad radicaba en que no serían ellos dos los contendientes directos. En cambio, cada uno seleccionaría a un luchador para representarlos. El vencedor tendría el privilegio de permitir que su millonario rapara al empresario perdedor. Esta propuesta avivó la curiosidad del público y el entusiasmo creció durante semanas. El enfrentamiento se convirtió en el centro de atención en Estados Unidos, además de que generó una verdadera revolución.

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McMahon apostó a Umaga y Trump a Bobby Lashley

Antes de WrestleMania 23, McMahon eligió a Umaga y Trump a Bobby Lashley, dos pesos pesados tanto dentro como fuera del ring en la sociedad estadounidense. Sin embargo, para garantizar que todo se llevara a cabo de manera legal y justa, se necesitaba orden. Por eso, Stone Cold Steve Austin fue invitado como árbitro especial. Como una de las grandes leyendas de la WWE, su presencia añadía un elemento impredecible a la situación. Antes del evento, los millonarios llegaron a las manos en un careo oficial, e incluso Trump llegó a darle una bofetada a McMahon.

En el combate, McMahon y su hijo Shane tenían un plan para perjudicar a Lashley y sacar del medio a Stone Cold. Sin embargo, su estrategia fracasó. La tensión llegó a un punto álgido, tanto que vimos a Trump lanzarse sobre McMahon y golpearlo en ringside. Lashley salió victorioso, lo que significaba que Trump también ganaba. Era el turno de McMahon de enfrentarse a una improvisada barbería montada en el lugar. Aunque el mandamás de la WWE intentó escapar, finalmente tuvo que cumplir con su penitencia. No obstante, la noche no terminó bien para Trump, ya que descubrió que Stone Cold no muestra favoritismos hacia nadie. Después de brindar con cerveza, Stone Cold le aplicó un Stunner que dejó a Trump tendido en el suelo.

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Donald Trump y la cuantiosa cifra que ganó por esa pelea

La rivalidad entre Trump y McMahon alcanzó su punto culminante en WrestleMania 23. Aunque Trump hizo algunas apariciones más en la WWE, ninguna fue tan memorable como esa. Sin embargo, el evento de 2013 fue especial. Gracias a ese combate y su amistad con McMahon, Trump fue inducido al Salón de la Fama de la WWE, un honor increíble. Compartió el escenario con leyendas como Mick Foley, Trish Stratus y Bruno Sammartino. Fuera de los shows, el magnate recibió un gran apoyo de la WWE y de algunos de sus luchadores en su carrera hacia la presidencia de Estados Unidos en 2017.