La mujer que conecta al campo

Su primera idea fue crear una escuela de negocios.

Eran finales de los noventa y Ana María (Nita) Tortosa, junto con su esposo y su hija, abrió el Instituto IDEA en una casona de la avenida Arequipa, en Miraflores. Un centro dirigido a jóvenes que no habían podido terminar sus estudios.

Pero, como ella dice, no tardó en darse cuenta de que la capital no necesitaba otro instituto superior más. Ni siquiera uno como el suyo, enfocado en los negocios digitales. Para eso ya había otros institutos y universidades.

Las necesidades reales estaban allá afuera. En el campo.

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Un día de 2003 recibió una invitación de una colega de la Red Científica Peruana. ¿Les interesaba participar en el diseño de un programa de Internet para agricultores del Valle de Chancay? Claro que les interesaba.

–Fue una experiencia maravillosa –dice Nita–. Conversar con los agricultores y entender para qué necesitaban el internet. Ellos le vendían su producción al mejor postor, un intermediario que llegaba con su camión y un rollo de billetes. Ellos ni siquiera sabían cuánto les iban a pagar.

Gracias a la capacitación digital que recibieron, los campesinos pudieron conocer los precios de mercado de sus productos, enterarse de las predicciones climáticas y recibir todo tipo de información de las autoridades agrarias.

–Les enseñamos desde qué es una PC, cómo la manejas, qué es un navegador, las cuestiones básicas –cuenta Nita–. Cómo es que puedes hablar con una persona sin verla y cómo los mensajes van por el espacio. En muchos casos lo veían como una cosa medio mágica.

Recorriendo el país

Nita dice que en todos estos años desarrollando proyectos de educación digital, una de las cosas más bonitas ha sido reclutar a estudiantes de distintas partes del país para que vayan a las comunidades rurales a educar a los hombres y mujeres del campo.

–En uno de los primeros proyectos que hicimos, convocamos a estudiantes de Trabajo Social de la Universidad San Agustín de Arequipa para que nos acompañaran en esta tarea –cuenta. –Los chicos se enamoraron de su trabajo y los pobladores se enamoraron de los chicos, porque muchos parecían sus hijos o sus nietos.

Con IDEA, Nita y su equipo no solo educaron a agricultores, ganaderos y artesanos en las herramientas digitales, sino en varias oportunidades los ayudaron a dar a conocer el potencial de sus comunidades al mundo.

Por ejemplo, en uno de sus últimos proyectos, realizado en la región Lima, además de capacitar a vecinos de 291 localidades, crearon una página web en la que publicaron información turística (cómo llegar al lugar, sitios turísticos, etc.) de cada uno de esos pueblecitos.

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En otro proyecto, llamado Integración Amazónica, recorrieron las comunidades a orillas del río Amazonas, junto con estudiantes de Ciencias Forestales de la Universidad Nacional de la Amazonía, en un viaje en el que enseñaban a colonos y nativos los beneficios de estar conectados digitalmente.

–Lo que hacemos con este trabajo es buscar que estos ciudadanos identifiquen a través de la tecnología medios para generar recursos – dice–. Es una oportunidad para su desarrollo.

En estas dos décadas, IDEA ha promocionado cursos de Internet en más de 4.500 localidades de las tres regiones del país. Actualmente, está diseñando un programa de alfabetización digital gratuito para que los ciudadanos aprendan o mejoren sus capacidades digitales.

Por esta labor invalorable, hace unos días el diario El País de España y la Corporación Andina de Fomento (CAF) reconoció a Nita Tortosa como uno de los 21 líderes globales, comprometidos con el desarrollo sostenible del planeta. También obtuvo este reconocimiento la peruana Mariana Costa-Checa, CEO de Laboratoria.