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Domingo

Tayta Bird: música del silencio

El artista de padres apurimeños revoluciona la escena con sus conciertos silenciosos de folclore futurista, donde los asistentes escuchan la música con audífonos y tienen como escenario la naturaleza.

En el concierto de la Huaca Pucllana participarán los músicos Ronald Sánchez- Pacheco y Dante Ayala del dúo Altiplano. Foto: Tayta Bird.
En el concierto de la Huaca Pucllana participarán los músicos Ronald Sánchez- Pacheco y Dante Ayala del dúo Altiplano. Foto: Tayta Bird.

Fue en Chinchero, Cusco, con las montañas del Valle Sagrado de los Incas de telón de fondo. Una joven se le acercó emocionada al final del concierto. Había perdido a su padre por la pandemia. Le dijo que la música la había hecho comprender cosas: “Ahora sé que mi padre es parte del todo”. Era mayo del 2021, el coronavirus aún mataba a cientos y las actividades colectivas estaban restringidas. Sin embargo, el músico Edwin Carrasco, de padres apurimeños, conocido como Tayta Bird, y la productora Ombligo habían conseguido los permisos para hacer conciertos al aire libre, con los protocolos de bioseguridad y en silencio.

Los “silent concert”, como los llaman, convocaban al público a escenarios inusuales del sur peruano, eran presentaciones musicales en las montañas, cerca de nevados o rodeados de animales, que no tendrían ningún impacto sonoro en la naturaleza. Esto se lograba gracias a que los asistentes, que eran pocos, usaban audífonos para escuchar la música. La promesa era una experiencia inolvidable. Lo que no calculó Edwin fue el impacto emocional que causaría en el público: “Vino mucha gente que había perdido a alguien. Superar una pérdida con un concierto fue muy intenso”.

Tayta Bird ha replicado esta forma sui generis de concierto en otros escenarios del valle de Urubamba, en la laguna de Pacucha en Apurímac, los Pantanos de Villa de Chorrillos, y este 5 de agosto la experiencia se vivirá en la Huaca Pucllana en Lima, donde el músico presentará su segundo EP Rework; y no solo habrá asistentes que usarán audífonos, otros llevarán chalecos sensoriales que vibrarán con el ritmo de la música. Estos serán usados por personas con discapacidad auditiva gracias a la Fundación Peruana de Turismo Social, que promueve el turismo inclusivo.

Edwin Carrasco (38) es un músico audaz que vivió su infancia entre Lima y Uripa, un pequeño poblado de Apurímac, de donde proviene su familia. Su nombre artístico, Tayta Bird, proviene del quechua “tayta” que significa “señor”. Su familia lo llamaba así desde niño porque solía llevar siempre corbata y sombrero así vistiera short. “’Bird’ es por ‘ave’, por la sensación de estar volando y fluyendo”, dice.

Su música es una mezcla de sonidos andinos clásicos y ritmos electrónicos a la que ha bautizado como folclore futurista: “Tiene violín andino, arpa, charango, quenas, la música tradicional de mi tierra tiene acordes mayores, todo es alegría, color y celebración y la mezclo con elementos electrónicos, un poco de hip hop y chill out”.

Cuenta el artista que a los 14 años se le prendió la chispa por la música y como no tenía dinero armó una guitarra de cartón con cuerdas de alambre junto a su hermano, con quien abriría, después, un pequeño taller de reparación de guitarras solo para tener instrumentos con qué practicar.

De forma silenciosa se ha abierto un lugar en la escena musical. El 2019 fue convocado como músico en los Juegos Panamericanos. Ese año decidió dedicarse completamente a la música y dejar de lado su empresa de construcción. Y en medio de la pandemia, a finales del 2020, cuando la escena musical desfallecía, empezó con los conciertos silenciosos: “Fui el primer artista en activarse, éramos los único que hacíamos este tipo de conciertos”.

Y estas experiencias musicales al aire libre son posibles gracias a paneles solares que alimentan de energía a los equipos y permiten trasladarlos a lugares remotos. La promesa de un concierto de Tayta Bird es llevar al oyente a un viaje: “No necesitamos luces ni parlantes, sentirás que no existe nada a tu alrededor, solo la música que te envuelve. Ocurren muchas cosas, todas las penas se irán”.

Periodista en el suplemento Domingo de La República. Licenciada en comunicación social por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y magíster por la Universidad de Valladolid, España. Ganadora del Premio Periodismo que llega sin violencia 2019 y el Premio Nacional de Periodismo Cardenal Juan Landázuri Ricketts 2017. Escribe crónicas, perfiles y reportajes sobre violencia de género, feminismo, salud mental y tribus urbanas.