Domingo

Indira Huilca: “El gobierno ha dejado de lado las demandas de cambio”

Para la excongresista Huilca “es claro que no se está cumpliendo lo que se esperaba de este gobierno, y eso tiene que decirse”.

Indira Huilca fue congresista de la República en el período 2016 y 2020. Es socióloga e integra el colectivo político En Movimiento. Foto: Marco Cotrina/LR.
Indira Huilca fue congresista de la República en el período 2016 y 2020. Es socióloga e integra el colectivo político En Movimiento. Foto: Marco Cotrina/LR.

Fue una de las voces de la izquierda que apoyó públicamente a Pedro Castillo en la segunda vuelta. Sin embargo, al no ser parte hace más de dos años de Nuevo Perú, se mantuvo al margen de la decisión de este partido de integrarse al nuevo gobierno.

Desde esa distancia, la excongresista Indira Huilca critica tanto al presidente, por haber incumplido las promesas de cambio que hizo en campaña, como a los políticos que sostienen que las únicas salidas a la crisis son la renuncia y nuevas elecciones.

Indira Huilca: “El gobierno ha dejado de lado las demandas de cambio”

Lo que veo ahorita es que la calle está pidiendo que atiendan sus demandas, más que Castillo renuncie”.

A estas alturas del gobierno, ¿ya estás decepcionada de Pedro Castillo?

Más allá de las impresiones individuales, creo que hay que hacer una valoración concienzuda de lo que está pasando. Para alguien como yo, que junto con millones de personas votó por Castillo en segunda vuelta con la expectativa de frenar al fujimorismo, es evidente que, si hay que ver cuánto se ha acercado este gobierno a sus promesas electorales, a esas promesas de cambio...

En tu última columna en La República decías que ha incumplido esas promesas.

Así es, ¿cuántas de las expectativas del sector que se decantó por él en segunda vuelta se han cumplido? ¿Y por qué lo enfatizo? Porque muchas veces se deja de lado eso y al momento de caracterizar la situación de crisis nos quedamos con esta especie de disputa por el poder en las alturas. Pero ¿cuántas de las demandas que fueron centrales en la segunda vuelta son el eje de la discusión?

Entonces, ratificas que no ha cumplido esas promesas de cambio.

Sí, yo creo que este es un gobierno que más que asociarse a la renegociación de los contratos de gas, se asocia a nombramientos indebidos; más que asociarse a la lucha por una segunda reforma agraria, se asocia a cuotas de poder; más que asociarse a una revolución educativa que reivindique la escuela pública, se asocia a medidas cortoplacistas. Hay una distancia con lo que se prometió, incluso pensando en mínimos. Es claro que no se está cumpliendo lo que se esperaba de este gobierno y yo creo que eso tiene que decirse.

¿Eres de los que piensan que Castillo todavía puede enmendar el rumbo?

Soy de los que piensan que su obligación, en este momento, es gobernar. Gobernar para esos sectores postergados y no centrarse, por ejemplo, en acuerdos negociados para su supervivencia. Su obligación no es ver cómo garantiza su supervivencia en el gobierno con estos cuoteos que hemos visto para las votaciones de la vacancia.

Si no lo ha hecho en estos ocho meses, ¿qué te hace pensar que lo hará ahora?

Mira, yo lo que creo es que más allá de los deseos o aspiraciones de los políticos, lo fundamental es que eso se exija. Es un tema de que si esto no se resuelve vamos a seguir teniendo lo que estamos viendo ahora, que es sectores del pueblo movilizados contra este gobierno.

¿Crees que las movilizaciones harán que este gobierno cambie de rumbo y retome esa agenda que prometió en la campaña?

Yo no creo que haya una especie de relación directa entre una y otra cosa. Lo que creo es que si esto no se atiende como debe hacerse, no con medidas cortoplacistas o demagógicas, la crisis en la que estamos se va a profundizar. La crisis de gobernabilidad, la crisis de representación, y lo que se va a terminar mellando más es toda la clase política. Porque, ojo, los sectores que se movilizan no solamente critican al gobierno, del cual esperan mucho más, también sienten que en el otro lado la oposición, representada en el Congreso, no tiene ningún tipo de legitimidad.

La semana pasada Nuevo Perú decidió asumir una posición crítica hacia el gobierno. Algunos piensan que se tardaron demasiado.

Bueno, yo creo que cada sector de la izquierda –porque también se habla de la izquierda como si fuera un bloque único y hay diversas izquierdas... Algunas estuvieron dentro del gobierno, otras no, pero, finalmente, la posición que asumieron fue una posición de acompañamiento o de vigilancia a un gobierno que prometió cambios. Y lo que vemos ahora es un gobierno que ha dejado de lado esas demandas. Entonces, en tanto haya una distancia del gobierno con esas demandas y con esa urgencia de los sectores que votaron por Castillo, me parece lógico que la izquierda se aleje de él.

¿No debieron ser más críticos desde antes, cuando se nombraba ministros a agresores de mujeres y a investigados por corrupción?

Probablemente, estábamos en un escenario donde había muchas situaciones posibles. La que tú mencionas o una necesidad de marcar un perfil propio en determinados temas o preservar que haya algunas políticas. Eso tiene que ver, también, con la capacidad de incidir dentro del propio gobierno, pero eso ya creo que tocará evaluarlo dentro del propio partido. Yo no soy parte de Nuevo Perú [Indira Huilca renunció a Nuevo Perú, junto a Marisa Glave, en octubre de 2019, tras la alianza con Vladimir Cerrón].

Quizás incidieron desde adentro, pero algunos esperaban que hubiera críticas públicas y que se oyeran exigencias de cambio.

Creo que para la izquierda la tarea no es tanto cómo nos definimos en función de la distancia o cercanía con el gobierno. La tarea es desarrollar la capacidad de representar esas demandas. La discusión debe ser ¿estamos siendo parte de las luchas que exigen estos cambios? ¿O permitimos, simplemente, que la crisis se siga agravando?

Justamente, la discusión de cómo nos definimos frente al gobierno llevó a que, la semana pasada, Anahí Durand renunciara a la presidencia de Nuevo Perú y se quedara como consultora de la PCM.

Como te digo, lo principal en la izquierda no es esa discusión. Nuestra tarea es ver cómo asumimos la representación de esas demandas. Lo otro es quedarnos en cuestiones circunstanciales.

Quizás sea circunstancial, pero es un hecho que, probablemente, golpee la imagen de la izquierda, porque se interpreta que una de sus lideresas prefiere seguir trabajando para el gobierno que liderar un partido que ahora critica al gobierno.

Para mí lo que más debilita a la izquierda –y lo digo incluyéndome como parte de las izquierdas– es no tener la capacidad de incluir, aportar y acompañar las demandas del pueblo. Eso es lo que más nos debilita.

La congresista Ruth Luque dijo que los seis muertos que dejaron las protestas de la semana pasada son de absoluta responsabilidad del gobierno. ¿Piensas lo mismo?

Yo creo que hay una responsabilidad política. El ministro del Interior no debería estar un minuto más ahí. Cómo el ministro del Interior, cuya tarea es, justamente, preservar el orden interno, habiendo una situación de conflictividad, va a estar contando muertos como si nada.

Si estos muertos hubiesen ocurrido en un gobierno fujimorista, ¿la izquierda no se habría volcado en masa a las calles a pedir la renuncia del presidente?

Si esto hubiese ocurrido en un gobierno fujimorista, tendríamos a toda la prensa llamando “terroristas” a las personas que murieron. Hubiéramos tenido a toda la izquierda perseguida o acallada. Yo no me quiero ni imaginar lo que sería estar en un gobierno fujimorista en un momento como el que estamos hoy.

¿Cuál es la salida a esta crisis? Muchos piensan que es la renuncia de Castillo.

Para mí la salida no pasa por lo que la clase política sea capaz de hacer o no. Porque se habla mucho de renuncia, de vacancia, pero ¿de quién depende eso? De los votos en el Congreso. Y si no se ha dado la vacancia en estos meses es porque se han puesto de acuerdo el gobierno y el Congreso. Tenemos un gobierno que se está manteniendo en el poder por un pacto que tiene con un sector del Congreso. No va a haber vacancia, no va a haber nuevas elecciones, seguramente no va a haber renuncia. Han logrado construir este equilibrio. Pero quien va a romper ese equilibrio es este sector que no se esperaba que se movilice tan pronto contra este gobierno y lo está haciendo.

El 74 % de los peruanos quieren que se vayan todos.

Por supuesto, pero ¿tú crees que el Congreso le va a hacer caso al 74 % de los peruanos? ¿Cuál es el canal para que se haga posible cualquier tipo de reforma constitucional que provoque vamos a decir una salida constitucional?

La congresista Flor Pablo planteó que Castillo renuncie, que asuma la vicepresidenta y convoque a nuevas elecciones con una reforma política que evite que postulen sentenciados y que redefina las figuras de la vacancia y de la disolución del Congreso.

¿Y eso se puede hacer?

¿Qué piensas tú?

Es que yo me pregunto ¿eso se puede hacer? ¿Este gobierno va a renunciar? Ya consiguió los votos que necesita en el Congreso. El Congreso no va a modificar la Constitución para adelantar las elecciones. Ya hay un entrampamiento allá arriba. Eso es lo que seguimos sin entender.

¿La calle no podría hacer que renuncie?

Lo que veo ahorita es que la calle está pidiendo que atienda sus demandas, más que Castillo renuncie. Seguramente si no se atienden sus demandas, la calle pedirá que se vayan todos. Pero lo que no logro entender cuando los políticos plantean estas cosas es que no se dan cuenta de que la gente los está viendo cada vez peor, porque están entrampados desde el día 1 en discutir si [Castillo] se va o se queda y nadie se preocupa por atender mínimamente a una población que está teniendo que asumir sola una crisis pospandemia, porque sube el precio de los insumos básicos, de los combustibles. ¿Cuáles son las medidas económicas para eso? Es por eso que la gente se está movilizando. Movilizaciones contra Castillo las hemos visto desde la segunda vuelta, está bien, es legítimo y se respeta. Pero eso no es lo nuevo. ¿Lo nuevo cuál es? Que tienes a gente movilizándose contra este gobierno porque está siendo incapaz, porque no está cumpliendo sus demandas.

¿Qué va a pasar con la izquierda ahora? Algunos piensan que sumarse al gobierno de Castillo la ha dejado desprestigiada y que va a tener muy poco peso político en los próximos años.

Bueno, quienes hayan dicho eso creo que… es como si tú dijeras que, después del gobierno de PPK, que fue el gobierno de derecha más desastroso que yo he visto en los últimos años, que nos llevó a una crisis política de la que no salimos hasta ahora, ¿eso le costó políticamente a la derecha? No lo sé, ¿no? Debería darse la misma lógica.

¿Tú crees que la izquierda no sale golpeada de esta alianza?

Mira, es que no se trata de… Lo que está siendo cuestionado es la representación política en general. Quien cree que es para alegrarse que ahora hay un gobierno que esté teniendo dificultades o incapacidad, no está viendo el panorama completo. No está viendo que desde hace varios años estamos en una situación en la que toda la clase política es mal vista por la ciudadanía y, entonces, si se quiere hablar de facturas, bueno, yo diría que la misma factura habría que pasársela a la derecha.

¿Es hora de nuevos liderazgos en la izquierda?

Es hora de que en la izquierda asumamos con una responsabilidad mayor el representar las luchas y las demandas de los sectores postergados. Esa es nuestra tarea. Y nosotros –y yo me incluyo– hemos estado más concentrados en calificarnos mutuamente, en definirnos en función de este gobierno, si apoyamos o no apoyamos. Lo que no puede dejar de lado la izquierda es asumir las banderas de este pueblo. Las demandas de los trabajadores, de los agricultores, de las mujeres, de los pueblos indígenas. Nuestro deber es con esas demandas.

¿Cuáles son tus planes? ¿Formarás un movimiento político con Marisa Glave y con la gente del colectivo En Movimiento?

Mira, yo ahorita sigo haciendo política. Yo soy parte de un colectivo, soy parte de un espacio de activismo, porque a mí me parece que eso es una forma de hacer política. Yo lo he hecho desde antes de ser congresista, porque hacer política no es solo estar en el Congreso, no es solo postular a un cargo electoral. En mi caso, además, siento que tengo una responsabilidad, que es contribuir a que más gente joven de izquierda se sume y se forme.

Hace un tiempo Juan Carlos Tafur dijo que algún día serías presidenta del Perú.

Bueno, no sé, creo que Juan Carlos Tafur no siempre ha acertado mucho en sus opiniones, la verdad, pero, más allá de eso, yo no estoy pensando en si me toca ocupar un rol electoral o no. A mí la verdad lo que me corresponde como militante y activista de izquierda es que la izquierda pueda representar electoralmente a los peruanos. Yo con eso me sentiría mucho más satisfecha.