Parte de Guerra: Arenales marcha a la sierra y reconquista la Cordillera de la Viuda

“La acumulación de fuerzas realistas en la sierra ni amagaba directamente al Ejército Libertador en Huaura, ni podía inspirarle recelos sobre su propia posición. Pero facilitaba recursos y teatro más que suficientes al ejército español para entretener la guerra un tiempo indefinido, lo que se debía estorbar a toda costa, obligándole a replegar sobre Lima, donde le sería imposible mantenerse con ventaja.

El general en jefe honró por fin de nuevo al general Arenales, confiriéndole el mando de esta expedición. Su excelencia rehusó mandar extender instrucciones expresas, declarando que confiaba en las acreditadas cualidades del nombrado […].

Los cuerpos a continuación expresados fueron designados para formar la división y recibieron la orden de marchar con entusiasmo y alegría. Sea también lícito notar aquí en honor del Ejército Libertador, que cuantas veces se daba tales órdenes a los cuerpos, las recibían con tan decidido entusiasmo, que hasta sus mismos enfermos se salían de los hospitales y venían a presentarse al servicio por no quedarse sin la gloria que esperaba a sus compañeros. Muchas veces fue preciso mandarlos volver a sus camas, así oficiales como soldados, tal era el ardor que presidía al espíritu militar del ilustre ejército que por más de seis años llevó el estandarte de la independencia de región en región y de combate en combate.

Cuerpos que formaban la División Libertadora:

1) Caballería: granaderos a caballo de los Andes. Coronel Rudecindo Alvarado, argentino.

2) Infantería: batallón de Numancia (primero del ejército), coronel Tomás Heres, colombiano; batallón número 7 de los Andes, coronel Pedro Conde, argentino; batallón de cazadores del ejército, teniente coronel José M. Aguirre, argentino.

3) Artillería: cuatro piezas, con un destacamento de la arma.

A esta fuerza debía incorporarse la que se hallaba a las órdenes del coronel [Agustín] Gamarra.

El 21 de abril salió Arenales del cuartel general de Huaura. Y abrieron igualmente su marcha los cuerpos ya citados, menos el de granaderos a caballos […]. El 26 llegó el general Arenales al pueblo de Oyón, donde encontró al coronel Gamarra, que con su pequeña división había ya repasado la cordillera. Esta división estaba ya casi deshecha, y solo el Cuerpo de Aldao conservaba cierta apariencia de tal […]. El armamento y municiones que estaban en uso se hallaban en miserable estado […].

El general Arenales fue informado en Oyón del detalle de las fuerzas realistas que ocupaban la sierra: ellas llegaban al número de 2.500 a 600 hombres de línea, mandados en jefe por el general Ricafort, y los coroneles Valdés y Carratalá como principales. Estas fuerzas habían recorrido desde Huancayo hasta Pasco, y en este punto se mantenía la mayor parte. Arenales conoció que estaba en oportunidad de dar un encuentro a Ricafort, aún cuando su división no excedía en número a la de este […].

El 8 de mayo, hallándose todo ya listo, la división patriota abrió su marcha a la sierra y se alojó a inmediaciones de la última cuesta de la cordillera, como a seis leguas de Oyón. Como el general quería dar encuentro a los realistas en los llanos del otro lado, o en el mismo Pasco, dispuso que quedara en Oyón todo lo que no era necesario a un combate […]

Se estaba ya entre los desiertos de nieve; el frío de aquella noche fue terrible […]. El 9 a las cuatro se abrió la marcha, y a media mañana la división se hallaba sobre el vértice de la cordillera. No fue menos cruel el frío, las alturas estaban cubiertas de nieve, lo mismo que el camino en largos trechos. En tal situación era preferible a los que iban montados marchar a pie para mantener el cuerpo en calor.

Es difícil explicar la extraña y aterrante sensación que se experimenta al atravesar aquellas solitarias eminencias, en contacto con la región de las nubes, solo variadas por informes promontorios de nieve, cuyos reflejos entorpecen de continuo la vista. Al lado oriental inmediatamente de bajar la cuesta, que es bien dominante y despejado, el camino se extiende a lo largo de vastas llanuras, interceptadas por multitud de arroyos, que en todas direcciones manan de la montaña y modifican los declives del modo más caprichoso, multiplicando las lagunas y ciénagos pantanosos por todas partes […].

El entusiasmo y la alegría se manifestaban hasta en el último soldado; nadie pensaba ya en las fatigas del mal paso”.

►Cronología de la independencia del Perú 1821

7 de abr. Victoria bolivariana de Bomboná.

21 de abr. Llega al Perú el comisionado español Manuel Abreu. Segunda campaña de Álvarez de Arenales a la sierra.

4-18 de may. Los negociadores del general San Martín y del virrey La Serna se reúnen en Punchauca. Se negocia un armisticio vigente hasta el 4 de junio. San Martín propuso el establecimiento de una monarquía con un príncipe español, previo reconocimiento de la independencia del Perú. No hubo acuerdo.

20 de may. Combate de Mirave en Puno. Victoria de Miller. Arenales ocupa Jauja.

23 de may. Se firma un armisticio entre realistas y patriotas. Arenales ocupa Tarma.

24 de may. El general Antonio José de Sucre vence al jefe realista Aymerich en Pichincha.

1 de jun. Batalla de Higos Urco, cerca de Chachapoyas.

2 de jun. Entrevista de San Martín con La Serna en Punchauca. Fuente: M. Guerra, coord., Cronología de la independencia del Perú, 2016.

Fuente: M. Guerra, coord., Cronología de la independencia del Perú, 2016.

Edición y coordinación: Marco Zileri. Diseño: brian tejeda. Fuente: Memoria histórica sobre las operaciones e incidencias de la División Libertadora, a las órdenes del general Juan Antonio Álvarez de Arenales, en su segunda campaña a la sierra del Perú en 1821. Escrita por José Ildefonso Álvarez de Arenales (Buenos Aires, 1832). Fuente de ilustraciones: abierta