Domingo

Guerreras de la música afroperuana

Un documental que recoge los testimonios –y el arte– de figuras señeras de la música afroperuana, algunas de ellas invisibilizadas durante años por el establishment musical, acaba de ser nominado a los Grammys Latinos 2020.

El martes 29 de setiembre, la cantante y productora peruana Araceli Poma recibió un mensaje por WhatsApp que iluminó su mañana. Una amiga le había enviado la captura de pantalla de una lista muy especial. Araceli buscó y buscó... y lo encontró: The Women Warriors of Afro-Peruvian Music (Las mujeres guerreras de la música afroperuana), la serie documental en la que había participado, como productora y como intérprete, había sido nominada a Mejor Video Musical de Formato Largo en los Grammys Latinos 2020.

Araceli agarró el teléfono y llamó al músico y productor neoyorquino Matt Geraghty, líder del proyecto. Geraghty no lo terminaba de creer. Cuando vio la nominación con sus propios ojos, le dijo a Araceli que él mismo quería darles la noticia a cada una de las “guerreras”.

En las horas siguientes, el director del proyecto Just Play Perú llamó a algunas de las artistas más representativas de la canción criolla y afroperuana. Entre ellas, Rosa Guzmán. Charo Goyoneche. Victoria Villalobos. Milagros Guerrero. Sofía Buitrón. Maricarmen Padilla. Catalina Robles. Gisella Giurfa. Y la propia Araceli Poma.

Fue este conjunto soñado de intérpretes y músicas el que, en 2018, se reunió en un estudio de grabación para grabar el disco The Women Warriors of Afro-Peruvian Music y, a la vez, protagonizar la serie documental que recoge ese momento histórico.

Araceli dice que fue un encuentro emotivo, porque significó la oportunidad para que estas mujeres, varias de ellas invisibilizadas durante muchos años por el establishment musical peruano, sintieran que, finalmente, se escuchaba su voz.

–Por eso esta nominación es tan importante– dice la artista. –Es un reconocimiento a la música y la cultura afroperuana, pero, sobre todo, a la lucha de mujeres que muchas veces son invisibilizadas. Escuchar sobre los desafíos que encuentran a diario, como la discriminación, la desigualdad, convierte a este proyecto en algo que debe conocerse. Y qué mejor oportunidad que esta nominación.

Un espacio merecido

El proyecto Just Play Perú arrancó cuando Matt Geraghty buscó en Lima al afamado productor Javier Lazo para armar un disco de música afroperuana.

Lazo cuenta que, después de barajar varias ideas, le propuso al norteamericano grabar el álbum solo con mujeres.

–Nos pusimos a reflexionar sobre el papel que han tenido las mujeres en la música afroperuana– dice. ¿Cuál ha sido el espacio que se les ha dado?

–Javier y Matt hiceron una búsqueda de de mujeres que están haciendo un trabajo importante en la cultura afroperuana– dice Araceli Poma. –Y en las entrevistas se dieron cuenta de que no se les estaba dando el lugar que merecían en la música.

Por eso en el documental se ve a Charo Goyeneche, cantante en Kimba Fá y figura inmensa de la canción afroperuana, decir que en nuestra escena musical las mujeres negras, como ella, tienen que luchar el doble.

A la percusionista Catalina Robles, decir que uno de sus mayores desafíos es ser invisibilizada como músico. Y a la cajonera Gisella Giurfa, decir que en nuestro país no se considera que las mujeres pueden hacer las cosas muy bien en las artes.

Una señora de la canción como Rosa Guzmán también ha sentido la discriminación, en su momento. En conversación con DOMINGO, ella recuerda aquella ocasión en la que la diseñadora Mocha Graña la invitó a un evento para que luciera una de sus prendas y los organizadores hicieron todo lo posible por evitar que saliera a escena.

Charo Goyoneche dice, por su lado, que el ambiente de la música criolla es, sin ninguna duda, machista. Menciona, por poner solo un ejemplo, ciertos comentarios despectivos que recibió un proyecto femenino que armó, junto a otras artistas femeninas, hace algunos años.

–Lamentablemente, por nuestra crianza y formación hemos tenido que ser un poco sumisas, respetando siempre al hombre– dice. –Pero eso con las nuevas chicas está cambiando.

–Todo el trabajo de dos años ha valido la pena– dice, al final, Araceli Poma, quien, en el contacto con Matt Geraghty y los otros músicos extranjeros en el estudio, terminó de productora local del proyecto. –Escuchar a estas señoras hermosas manifestándose contra el machismo y la discriminación que han vivido, o contra el hecho de que su música no haya sido considerada como la de los varones, ha sido muy valioso y nos ha hecho entender que hay muchas cosas de fondo por cambiar.

Repertorio soñado

Javier Lazo cuenta que eligió el repertorio del álbum The Women Warriors... sabiendo muy bien qué artista interpretaría cada canción elegida.

Sabía, por ejemplo, que nadie podría cantar mejor el vals Quebranto de Tato Guzmán que su hija Rosa. Que algo parecido sucedía con Victoria Villalobos y el tema Te recuerdo, compuesto por su padre, don Pepe Villalobos. Que la melodía y la poesía de Santa Libertad, de Roberto Arguedas, parecían hechas para la voz de Charo Goyoneche. Y que el tondero Si es que me quiere resultaba ideal para esa mixtura andino-costeña que cultiva bien Araceli Poma.

Uno de los momentos más emotivos de la grabación fue cuando Victoria Villalobos llevó al estudio a su padre. Don Pepe Villalobos escuchó la versión que Geraghty había hecho de La comadre Cocoliche, con la voz de Maricarmen Padilla, y le dio su aprobación generosamente.

–Dijo que él siempre estaba abierto a lo nuevo y que había que seguir aprendiendo y haciendo cosas nuevas. Fue muy bonito– cuenta Araceli Poma.

The Women Warriors... fue grabado entre Lima, Nueva York y Chicago. Acompañaron a las guerreras los músicos locales Henry Campos (cajón), Ernesto Hermoza y Coco Vega (guitarras), bajo el liderazgo de Javier Lazo. Y tal como lo había hecho con sus proyectos anteriores en Nueva Orleans, La Habana y San Juan, Matt Geraghty incorporó a un puñado de memorables invitados extranjeros, entre los que se contaban los ganadores del Grammy Howard Levy y Gil Goldstein, el guitarrista Neal Alger, el pianista Misha Tsiganov y el productor, y su mano derecha en Just Play, Zé Luis.

La filmación de la serie documental, de 11 capítulos, quedó en manos de Daniel Thissen.

Araceli Poma, que en esta época de pandemia tiene sus propios proyectos en marcha, como la grabación de su segundo álbum y la realización de su programa cultural Sin Distancias, dice que, tras la intensa parada en Perú, Just Play seguirá su camino, rastreando la música de la diáspora africana en los vecinos Ecuador y Colombia.

Mientras tanto, el equipo aguarda con mucha ilusión los resultados de la premiación, el 19 de noviembre. El último martes, por la noche, Geraghty, Lazo y las guerreras se juntaron en una reunión por Zoom para enviarse abrazos virtuales y felicitarse por la nominación, sobre todo al “gringo Matt”. Las damas afroperuanas estaban muy agradecidas. Su voz, ninguneada por algunos dentro de su país, ahora estaba siendo escuchada alrededor del mundo.