Hueso Húmero llega a la red
La Universidad Nacional Mayor de San Marcos ha digitalizado toda la colección de la revista Hueso Húmero, una publicación cultural icónica y de larga vida en el Perú. Este es un recorrido por sus cuatro décadas de historia.
Poner los 71 números de Hueso Húmero al alcance de un click en la web de la Biblioteca Central de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos no ha sido tarea fácil. Demoró algunos meses reunir primero una colección con todos los números completos y varios meses más hacer un cuidadoso trabajo de digitalización. Es que los lectores debían verla como si la tuvieran en las manos.
“Ahí hubo varios retos porque Hueso Húmero venía con algunos encartes y muchos de ellos se han perdido en los ejemplares que hay en las bibliotecas. Nos tomó varios meses conseguir una colección completa. Mirko Lauer -fundador de Hueso Húmero- ayudó con gran parte de ella y debimos conseguir algunos números en libreros de viejo”, cuenta Marcel Velásquez, director general de Bibliotecas y Publicaciones de San Marcos.
Para el proceso de digitalización física debieron desencuadernar cada número para un mejor escaneo, y después crear un espacio en el repositorio para alojar allí los documentos. Después se trabajó la metadata, es decir los índices, la información que hace posible que el usuario ubique fácilmente el ejemplar que busca en la web. Cada página lleva un sello de agua de San Marcos.
Todo ese trabajo les tomó casi un año y es parte de un proyecto mayor: la Biblioteca Central de San Marcos lleva a cabo una política activa de digitalización de contenidos para la construcción de archivos y repositorios. Les interesa convertirse en un repositorio digital significativo de revistas culturales del Perú. Antes ya habían digitalizado la revista Prisma. Y después de Hueso Húmero vendrán varias revistas más.
Mirko Lauer, uno de los dos directores históricos de Hueso Húmero junto a Abelardo Oquendo, cuenta que la presencia de la revista en la red es un viejo deseo por fin hecho realidad.
“Por lo menos veinte personas a lo largo del tiempo nos plantearon la idea. De todos, cinco tuvieron proyectos para hacerlo ellos mismos con nosotros, pero ninguno pudo. Porque no es fácil, es trabajoso, etcétera. San Marcos y Marcel (Velásquez) son los primeros que tuvieron el deseo, encontraron la manera y lo hicieron. El mérito es todo de ellos”, explica.
Hueso duro
Hueso Húmero, revista de artes y letras, nació en 1979 y desde entonces hasta la actualidad ha tenido la cualidad -en un país como el nuestro- de durar. San Marcos ha digitalizado 71 números, a excepción del 72, el último hasta ahora, aparecido el 30 de junio pasado. ¿Cómo explicar los cuarenta y un años de vida de una revista cultural en el Perú?
Mirko Lauer da algunas razones: “Hueso Húmero duró porque había un grupo de amigos alrededor de ella. No solo Oquendo y yo, sino Luis Loayza, Julio Ortega, Mario Montalbetti, y otros. Toda esa gente puso mucho trabajo y entusiasmo y fueron manteniendo la cuota que se necesita para hacerla. Lo segundo es que la revista tuvo durante largos años, la mayor parte de su vida, una editorial al lado y eso refuerza económicamente”.
Otra razón para esa larga vida de Hueso Húmero es que tuvo amigos que pusieron avisos y hasta ahora los tiene. Y a lo largo de mucho tiempo la revista tuvo una situación casi monopólica, no habían otras revistas culturales. Las buenas revistas culturales del pasado -Las Moradas, Amaru- ya no estaban cuando ellos aparecieron el 79.
“Operábamos en el vacío. En un momento pareció que esto cambiaría cuando aparecieron revistas estupendas como Ajos y Zafiros o More Ferarum, que de alguna manera nos hubieran exonerado de seguir sacando Hueso Húmero. Y por último no había internet y había pocos lectores culturales, pero eran todos nuestros. Todos estos factores coincidieron para que la revista dure”.
Hueso Húmero está también largamente vinculada a Abelardo Oquendo, su director fundador y al frente de la revista hasta su muerte en 2018. Ese fue un año duro para la revista, porque además de su director, fallecieron Luis Loayza, Aníbal Quijano y Jorge Capriata, miembros del comité editorial y además colaboradores habituales de la publicación.
“Abelardo era valiosísimo para la revista. Era una persona simpática que atraía jóvenes en torno suyo y tenía mucha paciencia. Sin Oquendo, Hueso Húmero todavía es una revista parecida, pero se irá volviendo otra seguramente”, comenta Lauer.
Hueso Húmero en un primer momento tuvo mucha vida y viada. Aparecía como “revista trimestral de Artes y Letras” y durante varios años lanzaron tres números por año. Pero pronto se dieron cuenta que el esfuerzo era enorme. No había tantos manuscritos ni tantos autores para alimentar esa trimestralidad. Poco a poco los números fueron espaciándose hasta hacerse anuales y algunas veces dejaron de salir por uno o dos años.
“Y con Abelardo hubo una etapa final, anterior a esta, en que la revista tuvo una especie de renacimiento; en que descubrimos que no era que nosotros manteníamos a flote a la revista sino que la revista ayudaba muchísimo a mantenermos a flote a nosotros. Era una especie de tabla de salvación intelectual y literaria, que nos mantenía haciendo lo que queríamos”, cuenta Mirko.
Historia sin fin
“Hueso Húmero se distingue por sus contenidos literarios, culturales y artísticos, por su espíritu provocador y su desenfado ideológico, por su amplitud de horizontes que superan los límites de las disciplinas […]. Hueso Húmero ocupa ya un lugar privilegiado en la historia cultural contemporánea latinoamericana”, dice la presentación de la colección de Hueso Húmero en la página de la Biblioteca Central de San Marcos.
Esas son las razones por las que hoy la revista está en el repositorio sanmarquino. Hay una razón más: la cercanía de la universidad con Abelardo Oquendo. Marcel Velásquez cuenta que en enero pasado, parte de la biblioteca de Oquendo, unos seis mil volúmenes, fueron donados a San Marcos por su familia. Hoy están a disposición de alumnos y profesores.
Para Velásquez Hueso Húmero “está asociada a la literatura, pero encuentras textos de arte, debates sobre la cultura popular, sobre política y temas de Estado. Tiene una visión múltiple de la realidad. Siempre fue una mediadora entre los debates teóricos, críticos, en el mundo y los lectores peruanos. Cumplió una función muy importante de difusión cultural”.
Ahora los contenidos digitalizados alargan su vida más allá de la revista física. Cualquier lector del mundo puede acceder en la dirección: (https://sisbib.unmsm.edu.pe/colec_fondor/?colec=6).
Mirko Lauer comenta que los números que más le han gustado han sido los monográficos y que el criterio sobre los contenidos ha sido estar al servicio de la gente que escribe cosas interesantes, evitando cuidadosamente no alimentar vacas sagradas. “Eso ha significado buscar lo nuevo, lo marginal, lo que necesita ser promovido. Es decir terneros por consagrar”.
-Hace un tiempo usted decía, poco después de la muerte de Abelardo Oquendo, que no sabía que iba a pasar después del número 70 y ahora ya ha salido el número 72…
-Ahora puedo seguir diciendo: no sé qué va a pasar después del número 73. Ya está preparándose. Como la vacuna del coronavirus, saldrá en algún momento del próximo año.