PersonajesSe distingue de otros multimillonarios porque mete las narices en la política mundial promoviendo ideas liberales. Financial Times lo ha elegido el personaje del año. En el Perú, sus detractores piensan que quiere implantar la "ideología de género". Otros afirman que financió la Marcha de los Cuatro Suyos. ,El enigma George Soros,El enigma George Soros,Es la mano negra que mueve los hilos del mundo. Es el maestro manipulador de la política global. Es más peligroso que una bomba nuclear. Es el Anticristo. Las teorías de la conspiración alrededor de la figura del multimillonario y filántropo Geoge Soros son inacabables y circulan en el internet, al puro estilo radiobemba. Basta con colocar el hashtag #GeorgeSoros en las redes sociales para que los algoritmos atraigan todo tipo de comentarios: que Soros quiere destruir a la Iglesia Católica, que quiere homosexualizar al planeta, que tiene un plan para 'islamizar' Europa, que es un illuminati, es decir que junto a otros poderosos define el destino del mundo en un tronar de dedos. Son historias que se repiten sin pruebas. Incluso el propio presidente Donald Trump se valió de este guion, que lo retrata como una fuerza de la naturaleza, para afirmar, en octubre pasado, que las mujeres que se manifestaron en contra de la designación del abogado acusado de abuso sexual, Brett Kavanaugh, en la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos, habían sido pagadas por Soros. También algunos portales de noticias sostienen que fue él quien financia a las caravanas de migrantes hondureños que quieren pasar la frontera de los Estados Unidos. Para el internacionalista Ramiro Escobar, Soros se ha convertido en "la razón de todos los males del mundo" porque es un rico poderoso que se ha salido del libreto. "Se espera que un multimillonario solo piense en vivir de sus rentas, en sus viajes en yate o en sus fiestas con el jet set, sin embargo, es un capitalista de ideas liberales que cree que el mercado debe tener una función social". Es por eso que a este hombre de 88 años, de origen húngaro, que según la revista Forbes ocupa el puesto 60 entre los ricos del mundo, y cuyo nombre se pierde en la nebulosa de los fakenews, el periódico británico Financial Times (FT) lo ha nombrado personaje del año. Provocadora, la publicación lo resalta como un "abanderado de la democracia liberal y la sociedad abierta" pues "ha utilizado su filantropía para luchar contra el autoritarismo, el racismo y la intolerancia". Tras amasar una considerable riqueza, en 1979 creó la Open Society Fundations, una organización a la que este año ha donado $ 18 mil millones de dólares y que financia causas con una agenda de ideales liberales en Estados Unidos, África, América Latina y Asia. Empezó otorgando becas a los sudafricanos negros durante el apartheid. En la Hungría comunista de los ochenta fomentó los programas de intercambio de estudios con Occidente. Hoy su fundación apoya a grupos que promueven los derechos de las minorías LGTBI, a las trabajadoras sexuales, y está a favor de la legalización de la marihuana y del aborto. Lo de Soros no es caridad, afirman los analistas que lo perfilan como el mulmillonario que busca el cambio político apoyando temas ultrasensibles que tienen polarizado a Occidente. Sus detractores llevaron al extremo su odio en octubre pasado, cuando le dejaron un explosivo en su casa ubicada en los suburbios de Nueva York. Con suerte fue detectado a tiempo y no hubo heridos. Otros ocho paquetes de explosivos fueron enviados contra figuras demócratas de los Estados Unidos, como el expresidente Barack Obama y la excandidata Hillary Clinton. El gran especulador Si bien hay quienes lo llaman el "Robin Hood de las finanzas", que multiplicó sus millones gracias a las debilidades del capitalismo y que los dona a los pobres a través de su fundación, hay que dejar por sentado que Soros antes que un filántropo es un especulador financiero. Se mueve en ese mundo arcano de compra y venta de acciones en el que para ganar grandes cantidades de dinero se debe llegar a ser frío y calculador, incluso si aquello implica provocar crisis sociales en algunos países. Como la que precipitó en 1992, cuando le dio un gran golpe al Banco Inglaterra, jugada que algunos califican como infame. Apostó contra la libra esterlina, la devaluó y en 24 horas ganó $ 1,000 millones. En un artículo publicado en 1995 por The New Yorker, sus amigos de Wall Street cuentan que se sorprendieron cuando lo escucharon jactarse públicamente de lo que había hecho. "Lo que más quería Soros era que lo escucharan. Quería usar su estatus de celebridad en el campo de las finanzas para ganarse un espacio en la política", declararon. Y lo logró. Pero recordemos un poco de sus orígenes. Su nombre original es György Schwartz y nació en Budapest (Hungría), en 1930, en el seno de una familia judía (hoy tiene la nacionalidad estadounidense). Al ser ocupado su país por los nazis, sobrevivió gracias a documentos falsos y al ingenio de su padre que lo entregó a un funcionario agrícola amigo de la familia, que lo hizo pasar por su ahijado. Arrastrado por las circunstancias, el adolescente acompañó a su padrino en las confiscaciones de propiedades de los judíos. Este hecho es muy citado en los comentarios conspiranoicos que lo tildan de traidor y colaborador de los nazis. Más adelante, Soros viajó a Inglaterra y estudió en el London School of Economics, donde fue alumno del filósofo Karl Popper, de quien tomó la idea de las sociedades abiertas, de ahí el nombre de su fundación. En Estados Unidos, arrancó su carrera en Wall Street en los cincuentas y fue ahí donde echó raíces su fama de especulador. "Soros es finalmente -agrega Ramiro Escobar- un especulador financiero que vive del capitalismo global que el mismo critica". Los Cuatro Suyos En el Perú también hay quienes hacen eco de las teorías 'conspiranoicas' que se tejen alrededor de Soros. En los comentarios de Facebook de grupos conservadores, como Con Mis Hijos No Te Metas, lo responsabilizan, por ejemplo, de tener influencia en el gobierno del presidente Martín Vizcarra para implantar la llamada "ideología de género". Otros aseguran que financia a oenegés y líderes "marxistas" con colosales cantidades de euros al año, y los más delirantes señalan que fue quien movió los hilos del poder para que tuviéramos un referéndum. El dato más extendido es que el magnate financió la Marcha de los Cuatro Suyos en julio del año 2000. Hay quienes aseguran que esto es cierto. "Sí, se hablaba fuertemente de que Soros habría aportado a la marcha. No tengo pruebas pero se escuchaba", sostiene el congresistaCarlos Bruce, quien en el 2000 integró -junto al expresidente y hoy prófugo de la justicia, Alejandro Toledo, y otras personalidades opositoras el régimen de Alberto Fujimori- el grupo que organizó tal hecho histórico. El empresario judío y ex Primer Ministro, Salomón Lerner, asegura que: "En algunos momentos antidemocráticos, a finales del Siglo XX, Soros potenció a grupos de la sociedad civil en el Perú". Soros, a través de Open Society, también apoya a plataformas periodísticas como IDL–Reporteros. En su primer editorial, publicado el 2010, el director de este equipo de periodistas de investigación, Gustavo Gorriti, sostuvo que el programa de medios de Open Society Institute "es un actor importante en el esfuerzo global por defender el periodismo libre". "Basta que el millonario especulador meta sus narices en temas políticos para que sea visto como un ser demoníaco", opina el periodista Juan Carlos Tafur. Lo cierto es que el apellido Soros seguirá sonando. Algunos podrán verlo como una vía para cambiar la historia de sus países. Para otros será el poderoso que quiere desestabilizar el orden mundial.