¿Por qué no debes usar hisopos para limpiar tus oídos?
¿Usas hisopo para limpiarte el oído en el día a día? Conoce por qué los especialistas no recomiendan hacerlo.
El uso de hisopos para limpiar tus oídos es algo que muchas personas hacen como quien se lava las manos o asea cualquier parte de su cuerpo. Sin embargo, la realidad es que ninguna marca de hisopos vende ni promociona estos productos para este propósito. Esto coincide con la recomendación de los especialistas en no utilizarlos para la limpieza del canal auditivo.
Los hisopos de algodón tienen diversos fines tanto para el aseo personal, el de bebes, aplicar algún tipo de crema en pequeña cantidad, tomar muestras para algún experimento con bacterias, etc. Pese a ello, en el colectivo mental de la población siempre se les suele asociar primero con limpiar los oídos. En ese sentido, es importante tomar conciencia de cómo esto puede ser malo para la salud.
¿Cuál es la función del hisopo?
El hisopo es un instrumento con forma de bastoncillo que acaba con dos puntas de algodón. Su función está principalmente vinculada al ámbito de la medicina y para el aseo. La forma de este permite alcanzar lugares estrechos, por lo que es muy útil para superficies de difícil acceso y que son delicadas. Por ejemplo, sirven en casa para quitar el polvo de las piezas internas de una PC.
Los hisopos son utilizados también para limpiar objetos estrechos o muy pequeños. Foto: Chemtronics
¿Qué dicen los especialistas sobre usar el hisopo en el oído?
Contrario a la creencia y uso popular, el uso del hisopo para limpiar tus oídos es una práctica riesgosa y que puede ocasionar daños en tu cuerpo. No hay problema con emplearlo para la parte externa de la oreja, pero no debe ser introducido en el canal auditivo. La principal razón para esto es que dicha acción aumenta el riesgo de perforar la membrana del tímpano.
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En cuanto a voces locales, el doctor Julio Lee Lu (otorrinolaringólogo del Hospital Dos de Mayo) y la doctora Mirtha Bendezú Chonta (otorrinolaringóloga del Hospital II Vitarte de EsSalud) advirtieron en su momento que el uso de hisopos en los oídos puede causar obstrucción del órgano, disminución de la audición y, en el peor de los casos, perforar el tímpano. La piel del canal auditivo es muy delicada y sensible.
Asimismo, el artículo científico “Cotton-tip applicators as a leading cause of otitis externa” (2004) demostró que, en efecto, usar hisopos para limpiar los oídos es dañino. Se trabajó con un grupo de niños que padecían otitis externa, definida como la infección del canal auditivo externo. Este fue comparado con otro grupo de control de infantes que no lo padecían.
Los hisopos no indican en sus empaques que se pueden utilizar para limpiar los oídos. Foto: Wong
¿Cuál es la manera correcta de limpiar los oídos?
Según los especialistas, la cera que se acumula en el canal auditivo cumple una serie de funciones muy importantes para proteger al oído. Si bien es común encontrar en internet métodos alternativos para limpiar el órgano sin usar hisopos, la mejor opción es permitir que el cuerpo lo haga por sí solo. El cerumen evita el ingreso y acumulación de polvo y ayuda a prevenir infecciones.
Salvo que se produzca una cantidad antinatural de este o que ocasione alguna obstrucción en el canal auditivo, no es recomendable estar manipulando o sacando a la fuerza la cera. De hecho, el emplear hisopos hace que uno la empuje en lugar de removerla; y esto es, justamente, algo que puede causar problemas de audición.
¿Cómo limpiar la parte externa del oído?
De acuerdo al doctor Julio Lee Lu, jefe del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Nacional Dos de Mayo, si bien es cierto no se limpia el canal auditivo del oído, pero si se puede asear la parte externa de este órgano con la ayuda de una toalla húmeda, ya que esto evitaría que el niño o adulto presente problemas de otitis.