Paloma Sánchez-Garnica: “Generalmente, los críticos están cargados de prejuicios, sobre todo contra las escritoras”
Paloma Sánchez-Garnica se encuentra en Lima para presentar “Victoria”, su novela ganadora del Premio Planeta 2024. Sánchez-Garnica no se calla nada.

La República se encuentra con la autora española Paloma Sánchez-Garnica, la última ganadora de la edición 2024 del Premio Planeta, con la novela Victoria.
Estamos a finales de la Segunda Guerra Mundial e inicios de la Guerra Fría, en Berlín. Victoria es una mujer inteligente y bella, quien pronto se hallará expuesta a determinadas circunstancias que la llevarán a realizar sacrificios, no solo por ella, sino también por su hija Hedy y su hermana Rebecca. Victoria es cantante y, debido a un chantaje que le hacen los rusos, se dirige a Estados Unidos a cumplir una misión. Ahí se enamora y es testigo de una realidad paralela que dista de lo que se podría pensar de una sociedad democrática.
Victoria es una novela no necesariamente histórica, es del mismo modo una novela de espionaje, suspenso e intriga. Exhibe una actualidad a cuenta, por ejemplo, de tópicos como la mujer y los fanatismos (el contexto de Victoria bien podría ser el de hoy: el mundo dividido por fundamentalismos e intereses hegemónicos).
Pero en Victoria, hay algo más y celebramos que sea una novela entretenida y que su pegada se halle precisamente en el simple hecho de que se cuente una historia.
“De lo que trato realmente a la hora de escribir es de entender, comprender y analizar el comportamiento humano. Los comportamientos del ser humano son muy similares a lo largo de la historia. Las grandes diferencias a la hora de actuar son condicionadas por el entorno. En el caso de Victoria, está condicionada por una serie de leyes, prejuicios y principios morales. Eso se nos presenta a nosotros a lo largo de nuestra vida, en momentos en los que tenemos que decidir sobre si actuar de una manera o de otra, con las consecuencias que traen. Esa decisión va a depender mucho de la persona que seamos en ese mismo momento. Victoria es la única que puede alimentar a su hermana y su hija de 4 años”, declara para La República Sánchez-Garnica.
“A lo largo de la historia hemos tenido muchas mujeres como Victoria. Yo he crecido en una dictadura, en donde había un machismo en blanco y negro, en donde a las mujeres se nos trataba como si no fuéramos capaces de nada. La vida de mi madre y la vida de mi abuela, no tienen nada que ver con la vida que he tenido. No vamos a negar que las mujeres hemos ido escalando posiciones y hay que cuidar lo que se ha conseguido”.
Al inicio, precisamos el carácter de la narración de Victoria, más enfocada en la historia que en la elasticidad verbal, por ejemplo. Desde hace buen rato, la crítica no presta atención a este tipo de libros. Eso lo sabe muy bien Sánchez-Garnica.
“Ese tipo de críticos, que son los minoritarios, generalmente están cargados de prejuicios, sobre todo contra las escritoras, porque lo que escribe un hombre siempre parece que es más universal. Yo soy gran lectora, pero si toda la literatura fuera de alta profundidad, no se llegaría a muchos lectores. Entonces, la literatura dejaría de ser útil. Está bien que haya una parte de literatura que sea más profunda, pero es el lector el que elige lo que prefiere leer”.
No deja de ser cierto lo que dice la autora. La calidad literaria no debe estar pautada por el aburrimiento.
Y agrega:
“En España tenemos un crítico que se la carga contra los premios Planeta por ser comercial. Tú puedes escribir una gran novela, pero como es comercial, no sirve. Hay intereses comerciales porque este crítico está identificado con la competencia de Planeta, con Penguin. Tiene que hacer el trabajo sucio de criticar todo lo que sale de Planeta”.
Paloma Sánchez-Garnica es una hija de Dumas. De Dumas nacen los best sellers de los siglos XX y XXI.
“También soy hija de muchas lecturas”, añade, y sabe del poder que una historia bien contada puede suscitar, de las asociaciones que se pueden hacer de un buen argumento. Victoria es una crítica a la visión cerrada de la vida y un ajuste de cuentas con las historias contadas a medias.
“Hay una cosa muy significativa que la gente desconoce o no se da cuenta: el nazismo fue terrible, pero las leyes de Nuremberg que legitimaban la discriminación contra los negros están tomadas de la violencia racial contra los negros de Estados Unidos. El acabar con los enfermos mentales, el evitar que puedan tener familia, es decir, se saca de los Estados Unidos. Y claro, el nazismo fue juzgado, fue vencido, se ha juzgado a nivel social y a nivel jurídico y a nivel mundial, pero no decimos nada del estalinismo, porque no conocimos la existencia del Gulag hasta después de la muerte de Stalin. Sigue habiendo mucha condescendencia con el tema de la Unión Soviética y la Unión Soviética ha causado mucho dolor”. Ojo a Victoria.