Camilla Läckberg y Henrik Fexeus: "Nos gusta empezar asustando al lector. Queremos darles pesadillas a los padres"

Camilla Läckberg y Henrik Fexeus acaban de publicar “La Secta”, la segunda parte de una saga que inició con “El Mentalista” y que ya tiene asegurada convertirse en una trilogía. Los autores exploran nuevamente la novela negra con una historia que, desde la primera página, impregna en el lector la sensación de angustia y temor, sensaciones que solo se intensifican mientras transcurre la historia.

Con un universo en construcción y trayendo nuevamente a la palestra a la policía Mina Dabiri y el mentalista Vicent Walder, junto a los miembros del departamento de homicidio de Estocolmo —esta vez con un mayor desarrollo de personajes—, el libro aborda temáticas como la xenofobia y el fanatismo desmesurado y peligroso, propio de una secta.

En conferencia de prensa, ambos escritores conversaron con La República y absolvieron algunas dudas sobre este segundo libro.

—Con “El Mentalista” dijeron que se esforzaron mucho en lograr que no se note quién escribió cada parte de la novela. ¿Cómo fue para esta segunda entrega?

—Camilla: Yo creo que el método con el que hemos trabajado ha sido el mismo en este libro, pero, claro, esta vez ha sido más sencillo porque tenemos muchos personajes que ya conocemos y podemos jugar con ellos. En el primer libro, tuvimos que crear a todos, crear el universo. Tuvimos que empezar de cero. En el primer libro, tuvimos que inventar todo, pero también una manera de trabajar juntos.

—¿Cómo y dónde se conocieron?

—Henrik: La primera vez que nos conocimos fue en 2007. Yo acababa de publicar un libro (ella ya había publicado como 4) y pertenecíamos a una misma editorial (...) enseguida, surgió la amistad. Somos amigos muy cercanos, compartimos tiempo con nuestras familias, tenemos un vínculo de amistad que nos ha ayudado mucho a la hora de escribir este libro.

—¿Cuál es el mecanismo para escribir un libro a dos manos y cómo lo descubrieron?

—C: Eso fue un problema al principio, porque se nos ocurrió la idea (de escribir un libro juntos) por casualidad. (...) Nos dimos cuenta de que era una gran historia y que teníamos que escribirla a cuatro manos. Luego nos preguntamos: “¿Cómo lo vamos a hacer?”

No iba a ser tan fácil, así que nos sentamos y decidimos encontrar una estructura que nos permitiera escribir cronológicamente. Identificamos las 10 primeras escenas y nos dividimos cinco cada uno. Luego, nos las enviábamos con la libertad de retocar, comentar o cambiar lo que ha escrito el otro. Eso era fundamental. El resultado fue el proceso de la experimentación.

—¿Cuál fue el origen de la historia que dio pie a “La Secta”?

—K: La idea principal era que queríamos hablar de las sectas, porque nos parece un tema fascinante. A partir de ahí, nos inventamos nuestra propia secta, me refiero a la del libro. Luego, (se agregó) lo del niño y el secuestro que se vinculaba al funcionamiento de una secta.

Empezamos con la historia del líder para abordar hasta dónde puede llegar una persona así. Eso derivó al asesinato del niño. A nosotros nos gusta empezar asustando al lector y todo padre o madre se identificará con ese miedo o pavor de llegar a la escuela y (notar) que tu niño no esté. Con esto, queremos darles pesadillas a los padres.

—¿Alguien que no haya leído “El Mentalista”, puede leer “La Secta” de manera completamente independiente?

—H: “Pueden, pero, claro, habrán spoilers del primero, porque contamos cosas que ya han pasado. Yo recomendaría leer primero (“El Mentalista”), pero sí se puede leer independientemente.

—Durante su trabajo creativo, ¿hasta qué punto se inmiscuyeron en el mundo de las sectas?

—C: No hemos ido a ninguna secta, no hemos hablado con nadie de alguna secta, pero resulta que, sin saberlo, la investigación ya estaba hecha. Nuestra preparación ya la teníamos hecha, porque ambos habíamos leído un montón sobre el tema, así que llevamos muchos años preparándonos para esto.

—¿Qué ha sido lo más difícil a la hora de contar la desaparición de los niños?

—H: Voy a sonar fatal, pero no nos pareció tan horrible escribir eso, porque sabemos que es ficción. Cuando leo noticias reales sobre niños, ahí sí me descompongo, pero aquí somos los que manejamos el títere. No nos ha costado tanto y nos gusta torturar al padre o madre que va a leer el libro.

—Hay un tema bien interesante dentro del libro: la xenofobia y los discursos de ultraderecha.

—C: Tendemos a escribir sobre cosas que nos interesan, nos preocupan y nos importan. Henrik y yo esto lo vivimos en Suecia y en Europa, en general, con la ultraderecha cada vez apoderándose de más y más terrenos. En Suecia, ahora nos pasa que el partido ultraderecha prácticamente era desconocido y ahora está arriba de todo, y es absolutamente horrible.

Ahora se puede decir cosas que podían ser inaceptables hace cinco años. Da miedo, pero es humano. Siempre buscamos a alguien a quien culpar cuando las cosas van mal. Lo hemos puesto en el libro no por mensaje político, no es nuestro objetivo. Nosotros vivimos en un mundo y nuestros personajes reflejan la visión del mundo real y, por eso, la xenofobia.

—¿La secta y los partidos de extrema derecha tienen el mismo modo de funcionar?

—H: Claro, el extremismo siempre es malo, siempre es negativo, porque es excluir. Cuando empiezas a excluir y ponerte en un pedestal y pensar que tienes todas las respuestas y estás por encima de todo, ese es un problema. Da igual cuál sea tu bando.

—A propósito del éxito de la obra, ¿ya hay alguna propuesta para adaptarla a la televisión o el cine?

—C: Bueno, ¿podemos responder la pregunta dentro de un mes? (ríe) Podemos decir que hay conversaciones, llevamos ya dos años de conversaciones con productoras y se está moviendo la cosa, pero no podemos desvelar por el momento nada más.

Ficha: La novela La Secta (2023) es publicada por editorial Planeta. Es la continuación de El mentalista (2022), primera obra escrita en conjunto por ambos autores.