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Cultural

Alberto Ísola: una historia de 5 décadas en el teatro peruano

Un 2022 recargado de trabajo. Alberto Ísola presenta la obra “El cuidador”, una comedia negra que retrata a una sociedad en la que reina la intolerancia.

En “La entrevista”, Paola Ugaz conversó con Alberto Ísola, actor, director y profesor de teatro.

- ¿En qué contexto nace la obra “El cuidador”?

“El cuidador” se debió haber estrenado dos semanas después de que empezó la pandemia. La obra estaba lista, la escenografía estaba en su lugar y todos estábamos preparados. La cosa fue (que dijimos) vamos a atrasar el estreno un mes o dos meses, pero, finalmente, no hicimos la obra y pasaron dos años. Es una sensación extraña. El teatro tiene esa cosa mágica.

En uno de los ensayos, el personaje de Rómulo salía de un contenedor, todo sucede dentro de este, y usaba una mascarilla. Yo le dije: ‘¿Y eso?’. Él me respondió que había pensado que, probablemente, afuera de este mundo había un montón de epidemias y usaría una máscara.

En el momento, me pareció como un toque de imaginación, pero mira lo que pasó después. Es una obra que habla de muchas cosas, la siento muy contemporánea porque cuando se escribió en los años 60, el tema de la comunicación, era un tema presente, pero creo que no tan áspero, tan fuerte como ahora. El personaje que yo interpreto es un inmigrante, no se sabe bien de dónde, pero trata de encontrar un lugar en un mundo terrible.

-La obra es en Londres, pero ¿crees que funciona en el Perú de hoy?

Creo que sí. El tema de la inmigración es un tema presente a todo nivel, pero también está el tema de la desconfianza, del temor y de esa cosa tan nuestra, de la gran dificultad que tenemos como peruanos de construir algo en común.

- ¿El teatro se ha recuperado? ¿Cómo ves la movida de la industria?

Todos pasamos por todas las etapas. Al comienzo, me puse fundamentalista y dije que el teatro es en vivo o no es, lo creo, pero lo que empezó a pasar fue que mis alumnos me empezaron a mostrar que existen otras posibilidades y que podías usar la virtualidad para lograr cosas muy interesantes.

Creo que todos hemos regresado como una estampida. Nos hemos puesto a trabajar muchísimo para tratar de apalear estos dos años. Estamos descubriendo muchas cosas buenas, la importancia y fuerza del teatro.

A mí me ha hecho pensar en la gente a la que nos estamos dirigiendo, en cómo llegar a otras personas, la importancia y fragilidad del teatro. Se han descubierto cosas nuevas y considero que la virtualidad es una posibilidad interesante porque hace que mucha gente te vea. Se ha ganado con esto a pesar de que sigo pensando que el teatro es ese convivir tan importante.

-¿Qué te ha dado enseñar actuación?

Lo fascinante de enseñar arte es que, en realidad, mi trabajo es ayudar a cada alumno y alumna a encontrar su manera de hacer las cosas. Lo que yo comparto son herramientas, pero insisto muchísimo en que cada uno tiene que encontrar su manera. Nunca te aburres porque la gente es distinta.

Lo que más me gusta de enseñar es que yo he cambiado también. A mí me encanta la crítica de los alumnos, me parece muy sano, te ayuda a mantenerte despierto, pero lo más fascinante es ayudar a cada uno a encontrar su camino. Me siento cada vez más enriquecido por la gente nueva.