Ciencia

¿Podremos identificarlos? Los nuevos robots llevarán piel humana viva

Este nuevo tejido, desarrollado por científicos japoneses, no solo es idéntico a nuestra piel, sino que también puede autocurarse.

El nuevo revestimiento para robots imita a la piel humana no solo por su aspecto, sino también por sus capacidades. Foto: referencial / Adobe Stock
El nuevo revestimiento para robots imita a la piel humana no solo por su aspecto, sino también por sus capacidades. Foto: referencial / Adobe Stock

La ciencia ficción del pasado se manifiesta cada vez más en nuestro presente. Ahora, los robots biohíbridos hechos con materiales orgánicos y artificiales están cerca de volverse una realidad, ya que se ha creado una especie de piel humana viva para revestirlos.

Un estudio publicado este jueves en la revista Matter revela el nuevo material, similar a la piel humana, que ha desarrollado un equipo de investigadores de la Universidad de Tokio (Japón).

Asimismo, este tejido, con el que ya han revestido el dedo de un robot, es repelente al agua y tiene capacidad de autocuración.

“El dedo tiene un aspecto ligeramente ‘sudoroso’ justo después de salir del cultivo”, comenta Shoji Takeuchi, de la Universidad de Tokio.

Tener un aspecto “real” es una de las principales prioridades de los robots humanoides pensados para interactuar con los humanos en sectores como la sanidad y los servicios.

Dedo robótico cubierto con piel humana viva en su medio de cultivo. Foto: Shoji Takeuchi

Dedo robótico cubierto con piel humana viva en su medio de cultivo. Foto: Shoji Takeuchi

Hasta ahora, lo más parecido a la piel humana que se ha fabricado es la piel de silicona con la que se intenta dar una apariencia humana a los robots, pero el material se queda corto cuando se quieren copiar texturas delicadas como las arrugas o funciones específicas de la piel.

Los intentos de fabricar láminas de piel viva para cubrir a los robots también han tenido poco éxito, ya que es difícil adaptarlas a objetos dinámicos con superficies irregulares.

¿De qué está hecha la nueva piel para robots?

Para elaborar la piel, el equipo sumergió primero el dedo robótico en un cilindro relleno de una solución de colágeno y fibroblastos dérmicos humanos, los dos componentes principales que forman los tejidos conectivos de la piel.

La contracción de esta mezcla de colágeno y fibroblastos se encogió y se ajustó al dedo y, como si fuera una imprimación, esta capa proporcionó una base uniforme que facilitó que se adhiriera la siguiente capa de células, los queratinocitos epidérmicos humanos.

Estas células constituyen el 90% de la capa más externa de la piel, lo que confiere al robot una textura similar a la piel real.

Capacidad de autocuración

Además, la piel creada tenía la suficiente resistencia y elasticidad para soportar los movimientos dinámicos del dedo robótico al curvarse y estirarse, y la capa más externa era lo suficientemente gruesa como para poder levantarla con unas pinzas y repeler el agua.

Al herirse, la piel podía incluso autocurarse como la de los humanos con la ayuda de un vendaje de colágeno, que se transformaba gradualmente en la piel y soportaba repetidos movimientos de las articulaciones.

“Nos sorprende lo bien que se adapta el tejido de la piel a la superficie del robot. Este trabajo es solo el primer paso hacia la creación de robots cubiertos con piel viva”, avanza Takeuchi.

Proceso de curación de la 'piel de robot' tras sufrir una herida. Foto: Kawai et al. / Matter

Proceso de curación de la 'piel de robot' tras sufrir una herida. Foto: Kawai et al. / Matter

En busca de la “piel viva” definitiva

De momento, esta piel es mucho más débil que la natural y no puede sobrevivir mucho tiempo sin un suministro constante de nutrientes y eliminación de residuos, pero Takeuchi y su equipo ya han anunciado que resolverán estos problemas e incorporarán estructuras más sofisticadas en ella como neuronas sensoriales, folículos pilosos, uñas y glándulas sudoríparas.

“Creo que la piel viva es la solución definitiva para dar a los robots el aspecto y el tacto de los seres vivos, ya que es exactamente el mismo material que recubre los cuerpos de los animales”, dice Takeuchi.

Con información de EFE