Al sureste de la Ciudad Imperial, la labor evangelizadora generó un arte religioso de incalculable belleza que ahora puede admirarse en un recorrido turístico. ,Wendy Rojas / Revista Rumbos Lo escribieron en latín, español, quechua, aimara y puquina. Así quedaría bien clarito y nadie dudaría de la labor evangelizadora emprendida por los religiosos que llegaron al Cusco en tiempos coloniales. “Yo te bautizo”, se lee hasta hoy en torno al dintel del baptisterio de la iglesia San Pedro Apóstol, como probablemente lo leyeron en su tiempo algunos conversos. PUEDES VER: Cusco: una desconocida ruta de lagunas y pueblos ancestrales Iglesia de Huaro, una de las joyas del barroco cusqueño. Foto: Wendy Rojas Eso no lo sabemos con certeza, pero de lo que estamos seguros es que todos ellos contemplaron los murales que decoran y agobian con su abundancia, las paredes de esta pequeña iglesia conocida como la Capilla Sixtina de América. Escenas terroríficas de un infierno en llamas y leviatanes tragándose a impíos irremediables, contraponiéndose a los altares renacentistas que brillan en pan de oro, mientras que en los techos proliferan los diseños arábigos. Arte religioso en el interior de tres iglesias que engañan al viajero con sus humildes fachadas en el sur del valle del Cusco, en la llamada Ruta del Barroco Andino, una travesía que permite conocer los templos de San Pedro Apóstol de Andahuaylillas, San Juan Bautista de Huaro y la Capilla de Canincunca, cercana a Urcos. Vista panorámica de Urcos. Destaca la iglesia y una laguna. Foto: Wendy Rojas Tras desarrollarse en Europa, el Barroco encontraría en los artistas mestizos e indígenas, un estilo propio de expresión que invita a creer en Dios. En la iglesia de Huaro, Tadeo Escalante deja entrever que no había más opción que renunciar al culto pagano. En Canicunca, una capilla que aparenta ser modesta, cobija en su interior, cual caja de pandora, hermosas iconografías andinas que llevan al éxtasis a quienes la visitan. Laguna de Huacarpay, un complemento natural en una ruta religiosa. Foto: Wendy Rojas Camino a estos bastiones del arte, haga una breve parada en la laguna de Huacarpay, un espejo que refleja el cielo y las montañas. También es un refugio de aves migratorias. Antes de continuar, disfrute de un almuerzo campestre en el Huerto de Ukumari en Huaro o visite el taller de luthería de la misma localidad. Extracto de murales de la capilla de Huaro: Foto: Wendy Rojas En Rumbo Distancias: Por la carretera Cusco-Puno se llega hasta Andahuaylillas (37 km) y a Huaro y Canincunca (44 km).. Entradas: Extranjeros S/. 15, Estudiantes S/.10, Nacionales S/.10. Comprende el ingreso a las tres iglesias. Horarios: Lunes a domingo de 9:00 a 11:00 a.m. y de 1:00 a 5:00 p.m. Advertencia: El circuito se realiza a más de 3 300 m.s.n.m. Tome sus precauciones contra el mal de altura. Fotos: Están prohibidas en el interior de los templos.