La laguna de los Milagros es un lugar hermoso que era ignorado a pesar de su cercanía a Tingo María (Leoncio Prado, Huánuco). La situación ha cambiado. Hoy, sus encantos, atraen a los viajeros que buscan tranquilidad y belleza natural. , M. Isabel Guerra / Revista Rumbos A 15 minutos (en auto) del centro de Tingo María está el Caserío Los Milagros. Hasta hace unos 20 años este espejo de agua era conocido como la laguna de los Huayruros, por la existencia de árboles de la especie Ormosia coccinea, a cuyas semillas la tradición local les atribuye una serie de poderes mágicos, además de su uso ornamental. PUEDES VER: Loreto: surcando las aguas del Amazonas | FOTOS Por esa razón, esta laguna de cinco hectáreas y cuya profundidad varía entre los 2 y 8 metros, solía ser antiguamente muy concurrida por chamanes indígenas que recogían las semillas de huayruro y realizaban rituales. Tranquilidad natural en la laguna de los Milagros. Foto: Isabel Guerra Actualmente, en sus orillas hay algunos recreos campestres que ofrecen comidas y bebidas típicas, así como espacios para esparcimiento (vóley, fulbito), paseos en bote y la posibilidad de un chapuzón. En el ingreso hay espacios para estacionar, pero de momento no se ofrece el servicio de vigilancia. La entrada cuesta cinco soles, monto que incluye el parqueo, el paseo en bote, la visita al palafito en el centro de la laguna, y el uso del muelle para zambullirse. Agüita de coco para refrescar la visita. Foto: Isabel Guerra Los principales afluentes de la laguna son dos pequeñas quebradas que crecen en la estación de lluvias, pero también se nutre de las filtraciones permanentes del colindante cerro Belén, completamente cubierto de árboles y vegetación, pese a sus paredes casi verticales. En este cerro, además, hay numerosas cuevas, siendo el lugar de anidación de loros, guácharos, tucanes, entre otras especies que, de rato en rato, sobrevuelan el lugar. Varios caminos permiten recorrer el bosque. Foto: Isabel Guerra Además de los paseos en bote, de la buena comida y el descanso, la zona es perfecta para caminar y observar la naturaleza. Algunos lugareños guían a los visitantes hacia el cerro Belén. Otros proponen la visita al gran árbol de lupuna que tiene más de 60 metros de alto y cuya edad se calcula en 300 años. Otra caminata conduce a la cueva del Dios Eros, una gruta con estalactitas y estalagmitas de formas muy curiosas, una de las cuales se asemeja a un gigantesco órgano sexual masculino: de allí su nombre y su popularidad. Estos paseos suelen ser guiados por los habitantes del caserío, a quienes luego se les deja una contribución voluntaria. En la zona de la laguna hay cuevas y grutas sorprendentes. Fotos: Isabel Guerra Pero también es posible realizar caminatas de manera independiente, tomándose cada andariego su propio tiempo por los senderitos demarcados y ripiados que rodean la laguna. Aquí, los amantes de la naturaleza podrán observar diversas especies botánicas de la selva y, también, desde pequeñas especies de insectos hasta aves como el 'shansho' (Opisthocomus hoazin) y pequeños primates como por el monito 'pichico' (Saguinus fuscicollis). Si vamos muy temprano, es posible incluso escuchar a lo lejos a los monos aulladores (Alouatta seniculus), conocidos localmente como 'cotomono'. En épocas pasadas muchas zonas del distrito de José Crespo y Castillo (donde se ubica la laguna y el caserío Los Milagros) fueron deforestadas para el cultivo de coca, gracias a los programas de erradicación, los sembríos alternativos van ganando terreno. Poco a poco la selva se recupera. Sin embargo, hay que decir que la laguna de los Milagros constituye un ecosistema muy delicado y vulnerable; y si bien ahora tiene el estatus de Zona Protegida (otorgado por el Consejo Regional de Huánuco) es necesario que las autoridades se involucren más en su conservación, en el control de las actividades turísticas, y en el mejoramiento de los accesos. Ojos bien abiertos para observar a los insectos de la laguna. Foto: Isabel Guerra En Rumbo Llegar: Desde Tingo María en las minivanes que salen hacia Aucayacu. Indicar que se va al Paradero Los Milagros. Costo: 3,50 soles. También hay colectivos (auto). Costo: 6 soles (dependiendo del criterio del chofer). En auto propio por la carretera hacia Aucayacu. Se debe pasar el desvío hacia Aguaytía-Pucallpa. Más adelante está la señal del caserío Los Milagros. Para llegar a la laguna hay que subir una trocha que conduce al estacionamiento. Hay una tiendecita en la entrada. Instalaciones: Existen varios restaurantes, y aunque hay completa libertad para escoger, recomendamos los de la familia Tolentino y la familia Cántaro. Resaltan los platos típicos a base de pescados de la zona y el infaltable tacacho con cecina. También hay libertad para escoger a los guías y los conductores de los botes. Caminatas: Existen senderos a ambos lados de la laguna por los que se puede transitar sin mayores problemas. Sin embargo, procuremos no invadir las áreas marcadas como Propiedad Privada. Otras recomendaciones: Llevar repelente de insectos, gorra, una botella de agua. Cámara fotográfica y/o de video (no olvidar el 'palo selfie'). Cuidar el medioambiente y llevar una bolsa para no ensuciar el bosque.