Si bien las computadoras ya tienen décadas siendo una de las partes más esenciales de cualquier hogar o lugar de trabajo, con el paso de los años, las opciones para elegir una son más diversas, puesto que hay muchas más formas de utilizarlas en nuestro día a día. Las laptops, por ejemplo, se han convertido en quizá el dispositivo portátil más poderoso actualmente y, gracias al empuje que han tenido las tablets y los propios smartphones, ahora podemos encontrar portátiles de gama alta que pueden igualar la performance de una PC de escritorio poderoso. ¿Cómo elegir la mejor alternativa para ti? En esta pequeña guía te brindaremos muchas luces.
Lo primero a tener en cuenta a la hora de elegir una laptop para comprar es el presupuesto. Las opciones están muy segmentadas y hay portátiles de todo tipo. Aun así, debemos tener siempre presente que adquirir un equipo de esta naturaleza es más una inversión que un gusto, por lo que es recomendable deliberar mucho y explorar bastantes opciones.
Después del presupuesto, lo segundo más importante es conocer para qué utilizaremos una laptop y qué tipo de modelo satisface mejor nuestras necesidades. Ahora bien, la buena noticia es que, con el paso de los años, las laptops se han ido diversificando en categorías como el entretenimiento, el gaming y las que igualan a las workstation. Al haber más posibilidades, podemos diferenciar más fácilmente las ventajas y desventajas de cada una.
Para hacer un poco más amena la clasificación, siempre podemos recurrir en cuatro tipos ya muy conocidos en el mercado: laptops para productividad o estudio, laptops para gaming, laptops para entretenimiento y laptops de alto rendimiento (también llamadas como workstations portátiles). Aquí te detallamos un poco de cada una para que tú mismo puedas identificar cuál te favorece más. También te brindaremos algunos ejemplos.
Este tipo de laptops son muy comunes en la mayoría de mercados, puesto que existen en distintas categorías según su capacidad. Aun así, debemos entenderlas como máquinas hechas para trabajo de oficina de exigencia moderada (ofimática como Word, Excel, navegación web y quizá Photoshop a nivel ligero), así como para un estudiante de nivel superior que necesite descargar bastante contenido y acceder a plataformas para subir y descargar documentos.
En esta categoría existen muchas líneas de las principales marcas de laptops en el mundo. Algunos ejemplos son las Vivobook de ASUS, las Lenovo Ideapad, las Acer Aspire, las HP Pavilion y Envy, y las Dell Inspiron. También se incluyen aquí los modelos más modernos de las marcas chinas Huawei y Honor (Matebook, Honorbook).
En esta categoría también pueden incluirse los más recientes modelos de Chromebook. Estas laptops no vienen con Windows, sino con el sistema operativo de Google (ChromeOS) que es una muy interesante opción dada su velocidad y versatilidad. Lamentablemente, su apartado de aplicaciones está limitado a lo que esté disponible para Chrome (el navegador), aunque los modelos recientes también pueden ejecutar aplicaciones nativas de Android (donde hay desde Word hasta Photoshop). Sin embargo, si lo que buscas es practicidad y compatibilidad con los programas que usa la mayoría, quizá lo mejor sea optar por una computadora con Windows.
Pese a que no lo parezca, las laptops para gaming son una gran opción para otros usuarios que no necesariamente buscan jugar. Al igual que en los equipos para productividad, en este apartado hay muchas subcategorías, y podemos encontrar desde las máquinas más potentes y excéntricas, hasta modelos más recatados y ligeros.
La mayoría de marcas tiene su línea especializada en gaming y como ejemplos de las más poderosos podemos encontrar las ASUS ROG Zephyrus o Strix, las Lenovo Legion, las HP Omen, las Dell Alienware y las Acer Predator. En líneas más ligeras y baratas se encuentran las ASUS TUF Gaming, las Lenovo Ideapad Gaming, las HP Victus, las Acer Nitro y la línea G de Dell.
Una particularidad de este tipo de laptops es que muchas cuentan con luces RGB, que puede no agradar a muchos. Eso sí, debes tener en cuenta que este tipo de características puede elevar el precio del hardware. Si esto no te interesa mucho, quizá podrías buscar otras opciones.
El uso doméstico en laptops se ha extendido de forma interesante por el auge y el aumento de la potencia de las tablets. Hoy en día, las tabletas pueden reemplazar a cualquier laptop de gama media, tan solo adhiriéndoles un teclado portátil y ejecutando alguna versión de un sistema operativo diseñado para escritorio. Aun así, si lo que buscas es una equipo portátil para películas, series y alguna que otra tarea cotidiana, todavía hay mucho que puedes hacer con una laptop convencional con Windows.
Muchas de las marcas, en un afán de diferenciarse de las líneas más avanzadas de tablets, han optado por dotar a sus líneas más básicas de ciertas características premium, por ejemplo, con diseños ultradelgados, gran calidad de imagen (OLED, en muchos casos) y portabilidad al máximo (la posibilidad de girar la pantalla 180 grados ya es muy común en esta categoría). Muchas de estas laptops, por sus características, también pueden estar incluidas en la categoría de productividad, pero dado su perfil ultra portátil, se les asigna un perfil de negocios.
Ejemplos de este tipo de laptops son las ASUS Zenbook y Expertbook, las HP Probook, Acer Swift, la línea XPS de Dell y las Latitude y las clásicas Thinkpad de Lenovo (modelo heredado de las míticas laptops de IBM en los noventa).
En esta categoría también podríamos agregar a las Macbook Air de Apple, pero aquellas son un modelo más específico que podría también brindar características para productividad.
El término workstation se popularizó a finales de los 80 cuando comenzaba a aparecer las primeras laptops con prestaciones multimedia avanzadas. Por entonces, marcas como NeXT y Sun vendían las primeras “estaciones de trabajo” dirigidas a universidades e institutos. Poco a poco, el término se popularizó para todo tipo de computadora de alto rendimiento que pueda servir para una tarea específica y especializada, usualmente gráfica (de hecho, Sony nombró a su primera consola PlayStation como un juego de palabras con este término).
En la actualidad, el término workstation sigue siendo utilizado de la misma forma, pero es más común en círculos específicos. Eso sí, con el avance de la potencia en las laptops más avanzada, no han faltado fabricantes que han usado este término para publicitar sus modelos más ambiciosos. Estos equipos suelen ser caros, pero sus prestaciones son tan importantes que pueden servir tanto para todo tipo de trabajo intenso, como puede ser la edición de video en alta calidad, gaming de alto calibre y procesamiento de gran rapidez.
Algunos de los modelos comerciales conocidos son las ASUS Zenbook Duo, los modelos convertible de HP (Spectre) y las Macbook Pro.
Cada vez es más habitual encontrar todo tipo de laptops a menor precio que son ofrecidas sin sistema operativo. Esto de por sí no es una mala opción, pues se libera al usuario de cualquier contrato con un OS específico; sin embargo, si no eres un usuario avanzado, lo más probable es que quieras una computadora con Windows, por lo que si compras estas opciones, necesitarás comprar tu licencia de ese sistema aparte, lo cual puede resultar más caro. Aun así, también puedes optar por las muchas distribuciones de Linux (la mayoría, gratuitas), pero solo si sabes cómo usarlo.
En el mercado actual todavía es posible encontrar laptops a precios muy bajos, pero que se ofrecen con la mínima cantidad de potencia posible. Este tipo de opciones no son recomendadas para un uso cotidiano, pues usualmente incluyen procesadores de arquitectura muy desfasada (Celeron, Pentium). Si optas por estas alternativas, lo más probable es que tengas muchos problemas con el rendimiento si intentas hacer tareas más modernas como video en alta resolución. Con el tiempo, es posible que quieras reemplazarla por un equipo más potente. Lo ideal es que una laptop te brinde de cuatro a seis años de vida útil sin quedarse muy atrás en potencia.