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Política

Ministro Eduardo Arana y su vínculo con el prófugo César Hinostroza: registra más de 180 llamadas entre 2011 y 2018

'Cuarto Poder' accedió a información clasificada sobre las comunicaciones del ministro de Justicia, que incluye varios registros de llamadas con personas investigadas por corrupción.

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Ministro Eduardo Arana es investigado por el presunto delito de delito de tráfico de influencias agravado y alternativamente cohecho activo. Foto: composiciónLR/Jazmin Ceras/La República

Un informe del dominical Cuarto Poder reveló el fuerte vínculo entre el actual ministro de Justicia, Eduardo Arana, y el prófugo exjuez supremo César Hinostroza, vinculado al conocido caso "Los Cuellos Blancos del Puerto". En ese sentido, el programa periodístico expuso entre ambos personajes políticos se registraron más de 180 llamadas entre los años 2011 y 2018.

Eduardo Arana, considerado uno de los alfiles más cercanos a Boluarte, ha logrado hasta ahora sortear los cuestionamientos que han surgido en torno a su gestión. Sin embargo, Cuarto Poder accedió al secreto de las comunicaciones del ministro con Hinostroza, así como con otros personajes del sistema judicial investigados por corrupción.

El analista político José Carlos Requena señala que Arana ha sabido manejar las tensiones políticas desde su nombramiento, pero la aparición de estos vínculos podría cambiar la percepción pública sobre su figura. "Desde que asumió el cargo, Arana ha enfrentado cuestionamientos, pero ha logrado mantener un perfil bajo. Sin embargo, la magnitud de estas revelaciones podría poner en riesgo su posición", afirmó.

El escándalo se intensifica con la difusión de un audio en el que Arana y Walter Ríos, otro magistrado implicado en el caso "Cuellos Blancos", discuten estrategias para dilatar un proceso judicial. Enrique Valderrama, también analista político, considera que estas comunicaciones constituyen un claro indicio de tráfico de influencias, un delito que Arana, irónicamente, debería combatir como Ministro de Justicia.

Además de las llamadas con Hinostroza, se han documentado comunicaciones con otros magistrados cuestionados, como Jimy García Ruiz y Willian Quiroz Salazar, quienes han enfrentado serias acusaciones de corrupción. La lista de contactos de Arana sugiere una red de relaciones peligrosas que podría comprometer su gestión y la estabilidad del gobierno.

Arana tuvo más de 30 llamadas con Walter Ríos, expresidente de la Corte del Callao, durante el periodo de 2016 a 2018. Ríos también está involucrado en el caso "Cuellos Blancos", lo que plantea serias preguntas sobre la ética y la transparencia en el Ministerio de Justicia. Las comunicaciones entre ambos se produjeron en un contexto donde Ríos ya ostentaba un considerable poder en el sistema judicial.

El registro de llamadas también revela que Arana se comunicó en seis ocasiones con Alberto Orlando Rossel Alvarado, un fiscal superior que fue detenido en 2019 por presuntos delitos de corrupción. Esta conexión se suma a la lista de vínculos cuestionables del ministro, que incluyen 83 llamadas con Jimy García Ruiz, ex presidente de la Corte de Justicia de Lambayeque, quien fue sentenciado por tráfico de influencias.

Las relaciones de Arana no se limitan a estos personajes. También se documentaron comunicaciones con Willian Quiroz Salazar, un vocal superior señalado por vínculos con el tráfico de drogas, y con Daniel Adriano Peirano Sánchez, expresidente de la Corte Superior del Callao, quien enfrenta acusaciones de corrupción. Asimismo, se registraron 14 llamadas con el congresista José Luna Gálvez, otro individuo vinculado a casos de corrupción.

La presidenta Boluarte, que ha mantenido a Arana en su círculo más cercano, podría estar utilizando sus conexiones en el sistema judicial para fortalecer su posición en un entorno político cada vez más adverso. "Es posible que Boluarte necesite de estos nexos para navegar en un contexto judicializado", advirtió Valderrama.

A pesar de la gravedad de las acusaciones, Arana ha optado por no hacer declaraciones públicas sobre el asunto, limitándose a responder ante el Ministerio Público, donde se encuentra bajo investigación. Sin embargo, la falta de transparencia en sus comunicaciones con personajes de dudosa reputación genera desconfianza en la opinión pública.