Conoce la presa de las Tres Gargantas, una colosal construcción de China que alarga los días de la Tierra

Hacer obras de tamaño colosal y de impacto mundial es algo frecuente en China. La presa de las Tres Gargantas es un claro ejemplo de ello. Esta megaconstrucción es la planta energética más grande del mundo, ya que la generación de energía anual que produce es de aproximadamente 84,7 mil millones de kilovatios-hora (kWh). Por si esto fuera poco, tiene la capacidad de alargar los días de la Tierra.

La idea de aprovechar las aguas del río Yangtsé con un proyecto como las Tres Gargantas surgió en la segunda década del siglo XX, pero recién en los 90 se aprobó la iniciativa. Fue necesario más de setenta años de estudios y análisis para conseguir su ejecución.

Tras su aprobación, tomó aproximadamente 17 años construirla. A la fecha, esta presa ha contribuido a reducir por lo menos la emisión de 100 millones de toneladas de dióxido de carbono, según cifras de la organización Fundación Aquae.

La República visitó el lugar y conoció de cerca la historia del megaproyecto de China, que tuvo una inversión de por lo menos US$30.000 millones, y cómo consigue generar sorprendentes cantidades de energía.

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¿Cuándo y con qué finalidad se construyó la presa de las Tres Gargantas de China?

"En 1918, el señor Su Yat-sen, ya había planteado la idea de construir una represa en el río Yangtsé", señaló el guía de museo de las Tres Gargantas, ubicado en la ciudad china de Yichang. Este anhelo fue aterrizado y debatido en los años posteriores. Fue así que, en 1992, la Asamblea Popular Nacional de China aprobó su construcción.

Hacer realidad este proyecto implicó desplazar a por lo menos 1.13 millones de personas. Además, su ejecución significó todo un reto para la nación asiática. Se desarrolló en tres fases (desde 1993 al 2009 ) y su finalidad fue, desde un inicio, prevenir inundaciones por las aguas del río Yangtsé y dotar de energía a las provincias de China.

Esta presa se compone, además, de tres gargantas, cuyos nombres son Qutang, Wuxia y Xiling. Actualmente, está compuesto por un ascensor vertical y esclusas para barcos de hasta 3.000 y 11.800 toneladas, respectivamente; dos centrales hidroeléctricas y un aliviadero con 22 compuertas.

Respecto al rol que tiene esta obra en China, Wang Hai, gerente de la empresa de las Tres Gargantas, señaló durante nuestra visita que la megaconstrucción cumple con cuatro funciones esenciales.

"Lo primero es el control de inundación, lo segundo es la generación de energía, la tercera es el transporte por el río Yangtsé y, la cuarta es, el proporcionar el recurso del agua", declaró.

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¿Qué capacidad tiene la presa de las Tres Gargantas, la planta energética más grande del mundo?

Tal como indicó Wang Hai, desde la puesta en funcionamiento del proyecto, se ha conseguido prevenir inundaciones en Yichang y controlar el agua. Sumado a esto, se ha dotado de energía a la población.

"Las Tres Gargantas, ya ocupa el 50% de todo el gasto (de energía) de China. Puede cubrir los usos de energía en el centro, en el este e, incluso, en el sur de China. Además, ha cambiado el panorama del sistema de energía del país", acotó el gerente.

En efecto, esta obra tiene una potencia total de 22.500 megavatios. Casi duplica en capacidad a la presa de Itaipú, la más grande de Sudamérica, cuya capacidad es de 14.000 megavatios. Así, el megaproyecto de China produce cada año aproximadamente 84,7 mil millones de kWh de energía.

Sobre su capacidad como un canal de transporte, ha potenciado el traslado de barcos que van desde la ciudad de Yichang a Chongqing a través del río Yangtsé. Incluso, a través de su esclusa, se han trasladado más de 100 millones de toneladas de carga en un solo año, según informó Wang Hai.

Es más, datos de la NASA apuntan que la presa de las Tres Gargantas puede alargar los días de la Tierra al alterar unos dos centímetros el eje de rotación de este planeta azul. Aunque, en realidad, esto conlleva solo un ligero aumento de las horas luz (exactamente 0,006 milésimas de segundo). Consultado por ello, el guía del museo de las Tres Gargantas, precisó, que, en efecto, el impacto es mínimo. "Es casi cero", acotó.