Una niña de 10 años pasó 10 días en un hospital tras sufrir una caída desde el segundo piso de su vivienda. Pese al esfuerzo de los médicos que la trataron, presentó muerte cerebral.
Es por ello que, José Alberto Pérez García, padre de la niña, explicó que decidieron donar los órganos para dar vida a otros niños porque ellos “sí tenían la oportunidad de vivir”.
“Es difícil, porque la gente piensa que uno toma la decisión de desconectarla para quitarle la vida, pero realmente ella ya no tenía vida. Lamentablemente su cerebro ya no iba a volver a funcionar. Su corazón iba a dejar de latir en cualquier momento”, describió el progenitor.
Sin especificar los órganos, Univisión destacó que fueron recibidos por, al menos, seis niños. “Yo pienso que su misión era venir a dar vida”, contó Reyna, mamá de la niña, quien afirma que jamás pensó que iba a experimentar una situación de esa índole. Los padres son de Tijuana (México) y recuerdan a su hija como una persona “alegre, risueña y que ayudaba a los demás”.
El doctor que estuvo al frente del caso manifestó que se encontró con una familia abierta, porque el tema de la donación era una conversación que se mantuvo entre ellos, incluso, antes del accidente.
Parientes y vecinos colocaron un altar cerca de la casa donde la niña tuvo el accidente con fotografías y las golosinas que más le gustaban.
Por su parte, los padres enfatizaron que el caso lo hacen público para promover la donación de órganos en la sociedad.