Los gatos han resultado ser uno de los animales más idóneos para los humanos, quienes no han dudado en tener uno en casa. Los mininos son juguetones por naturaleza, aman ser consentidos y que sus dueños les hagan caricias, pero en zonas del cuerpo con las que se sienten a gusto, ya que, si no están cómodos y tocas alguna parte sensible, como las patas, la barriga o la cola, pueden reaccionar de manera violenta.
El pelaje del gato o el ronroneo cerca de sus dueños genera una reacción favorable a la mascota, pero se debe tener cuidado a qué zona diriges tus manos. En algunas ocasiones, los felinos solo han reaccionado con el sonido de bufido o escupido, en el cual abre la boca y hace una especie de silbido, con el objetivo de defenderse y amenazar.
Si la persona que se acerca a acariciar las patas del gato recién ha llegado a tu casa, pues no lo aceptará. De alguna manera, la mascota se estresa, tiene celos o le molesta que intenten tocarlo, ya que al realizarlo “se impregnaría de su olor y ellos no quieren que el extraño sea bienvenido en su casa. Por ende, rechazarlo es una manera de decirle: ‘No te acepto en mi casa’”, explica Laura García Ortiz, veterinaria especializada en medicina felina, para la web Experto Animal.
Asimismo, dicho portal asegura que, si eres su tutor y no se ha dejado acariciar sus patas, es porque aún no confía en ti o el vínculo entre ambos no es lo suficientemente bueno. En este caso, trabaja en tu relación con el minino, lo puedes hacer jugando con ellos, proporcionándole cariño cuando esté relajado o lo alimentas con su comida favorita. Es cuestión de tenerle paciencia, ya que las mascotas necesitan tiempo para acostumbrarse a su humano.
Los gatos sienten sensibilidad en sus patas. Foto: Feelcats
Las patas de los gatos son parte importante de su anatomía que le permite desarrollar actividades y comportamientos característicos, como marcar territorio con sus almohadillas, en las cuales se encuentran las glándulas sudoríparas; es decir, transpiran por estas.
Además, sus patitas presentan un gran número de terminaciones nerviosas y vasos sanguíneos que les permite saber la temperatura de la superficie donde se encuentran, el estado del terreno y sus características.
A la mayoría de los gatos les gusta las caricias en zonas específicas, tales como la base de las orejas, el cuello, bajo la barbilla y cerca de las mejillas.
Los gatos negros han sido tomados como portadores de mala suerte, ¿de dónde proviene esta creencia?. Foto: Aire de Santa Fe/referencial