Hombre en Florida es condenado a 210 años de prisión por abuso sexual infantil en su orfanato: "Un psicópata diabólico"

Michael Geilenfeld, un hombre de 73 años originario de Iowa, fue condenado a 210 años de prisión por un juez federal en Miami-Dade, Florida. El fundador del orfanato haitiano Hogar para Niños St. Joseph enfrentó acusaciones que revelaron décadas de abuso sexual infantil. La sentencia, que corresponde a siete cargos de conducta sexual ilícita con menores, simboliza una respuesta contundente a sus crímenes. Durante la audiencia, el juez describió al acusado como "un psicópata diabólico" y calificó el caso como uno de los más impactantes que ha enfrentado en su carrera.

El tribunal escuchó los desgarradores testimonios de las víctimas, quienes narraron las agresiones físicas y psicológicas sufridas en su infancia. Sobrevivientes de todo el mundo viajaron para confrontar a Geilenfeld, quien abrió el orfanato en Haití en 1985, usándolo como fachada para explotar a niños vulnerables.

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Tribunal de Miami-Dade conmocionado por los testimonios

En la sala del tribunal, las víctimas enfrentaron directamente a Geilenfeld, quien mostró una ausencia total de remordimiento. Uno de los sobrevivientes, identificado como Robert, declaró: "Me robaste mi identidad. Nunca podré recuperar quién soy". Otros describieron sentirse como "cadáveres vivientes", cargando cicatrices físicas y emocionales imborrables. Las víctimas también destacaron la necesidad urgente de terapia para enfrentar los estragos psicológicos que continúan afectando sus vidas.

El juez federal no escatimó palabras para condenar las acciones del acusado. "Se valió del color de su piel y de su imagen de hombre de Dios para cometer actos atroces contra niños indefensos", enfatizó. Además, el magistrado alabó la valentía de las víctimas por presentarse y testificar, asegurando que habían triunfado moralmente sobre su agresor.

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Los antecedentes del caso y la investigación federal

La evidencia presentada demostró que Michael Geilenfeld viajó repetidamente entre Miami y Haití entre 2006 y 2010, utilizando el orfanato como base para sus crímenes. Los investigadores de Seguridad Nacional detallaron que el acusado infligía castigos físicos y abusos sexuales a los menores bajo su cuidado. En sus declaraciones, los fiscales enfatizaron que este caso representa un llamado de atención sobre la explotación infantil bajo el pretexto de la caridad.

Las autoridades también vincularon a Geilenfeld con la organización sin fines de lucro Hearts with Haiti, que financió las operaciones del orfanato durante los años de abuso. En 2019, dicha organización llegó a un acuerdo de $3 millones en un caso de difamación relacionado con el activismo contra Geilenfeld. Ahora, se ha solicitado que esos fondos sean utilizados para brindar servicios de terapia a las víctimas.

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Impacto y legado de la sentencia

El caso de Michael Geilenfeld no solo destaca la magnitud de sus crímenes, sino también las fallas en los sistemas legales de Haití, donde había evitado rendir cuentas durante décadas. Sobrevivientes y autoridades coincidieron en que la justicia sólo fue posible gracias a los esfuerzos del FBI y del Proyecto Niñez Segura, una iniciativa del Departamento de Justicia de Estados Unidos creada para combatir la explotación infantil.

Anthony Salisbury, agente especial a cargo de Investigaciones de Seguridad Nacional en Miami, afirmó que este caso subraya la necesidad de aumentar la conciencia sobre los depredadores que utilizan organizaciones benéficas como cobertura. Además, instó a cualquier persona con información sobre Geilenfeld a comunicarse con las autoridades para continuar con las investigaciones.