A partir de 2025, Estados Unidos implementará un cambio considerable en sus políticas migratorias para facilitar los viajes internacionales. Los ciudadanos de 42 países podrán ingresar al país sin necesidad de tramitar una visa clásica, gracias al Programa de Exención de Visa (VWP, por sus siglas en inglés). Este programa, administrado por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), busca agilizar el flujo de turistas y empresarios que deseen visitar territorio estadounidense.
La implementación de esta medida, que sustituye el engorroso procedimiento de visa por una autorización electrónica conocida como ESTA, es considerada un avance estratégico para potenciar la economía y las relaciones internacionales. Este proceso se caracteriza por ser ágil, económico y, principalmente, accesible: simplemente se debe solicitar el permiso en línea, abonar una tarifa de 21 dólares y cumplir con ciertos requisitos básicos para obtener la aprobación.
El Programa de Exención de Visa se basa en la simplificación del ingreso para estancias cortas de hasta 90 días por motivos turísticos, de negocios o tránsito. Para beneficiarse de esta política, es necesario cumplir con:
Adicional, se requiere:
Este programa excluye la posibilidad de cambiar el estatus migratorio o extender el tiempo de permanencia. Tampoco garantiza el ingreso automático al país, ya que las autoridades fronterizas mantienen el derecho de admisión.
Los viajeros deberán solicitar la autorización electrónica ESTA, pagando una tarifa de 21 dólares y cumpliendo con requisitos básicos, como tener un pasaporte biométrico válido y un boleto de salida. Foto: AFP
El Programa de Exención de Visa incluye a 42 países, principalmente de Europa, Asia y Oceanía, además de Chile como único representante de Sudamérica. Entre las naciones participantes se encuentran:
Estos países cumplen con criterios estrictos de seguridad y cooperación diplomática, lo que los hace elegibles para esta exención.
La introducción del VWP marca un hito en las políticas migratorias de Estados Unidos. Por un lado, fomenta el turismo y el comercio internacional, atrayendo a millones de visitantes anuales. Por otro, refuerza las medidas de seguridad al exigir pasaportes electrónicos y autorizaciones previas.
Sin embargo, el programa también plantea retos. Las autoridades estadounidenses deberán garantizar la eficacia de los controles fronterizos para evitar abusos o intentos de ingreso no autorizados. Además, los países participantes enfrentan la responsabilidad de informar a sus ciudadanos sobre las limitaciones del programa, como la imposibilidad de trabajar o residir legalmente en Estados Unidos bajo esta modalidad.
La facilidad y accesibilidad del permiso ESTA ha sido bien recibida por viajeros frecuentes y empresarios, quienes ven en esta medida una oportunidad para simplificar sus planes y reducir costos. Al mismo tiempo, la iniciativa refuerza los lazos diplomáticos entre Estados Unidos y las naciones aliadas.
La iniciativa del Departamento de Estado de Estados Unidos (DOS) está dirigida a promover la movilidad de individuos que desempeñan funciones clave en contextos oficiales, humanitarios o educativos. Los grupos que podrán acceder a la visa gratuita incluyen:
Las reformas migratorias propuestas tendrán un impacto significativo en el programa de visas H-1B, el cual facilita a profesionales extranjeros la oportunidad de trabajar temporalmente en Estados Unidos. En contraste con el sistema actual de lotería utilizado para asignar estas visas, la nueva administración planea establecer un sistema basado en méritos, dando prioridad a solicitantes con un alto nivel de especialización, experiencia demostrada y salarios competitivos.
El objetivo es atraer a profesionales altamente capacitados para ocupar posiciones clave en tecnología, ingeniería y ciencias. El sistema meritocrático propuesto por la administración Trump busca hacer más eficiente y transparente el proceso de asignación de visas H-1B. Cada año se otorgan alrededor de 85,000 visas H-1B, con 20,000 reservadas para graduados de maestrías en universidades estadounidenses. Con las nuevas políticas, las oportunidades para quienes tienen habilidades en áreas de alta demanda, como inteligencia artificial, ciberseguridad y biotecnología, aumentarían significativamente.