La congresista republicana Marjorie Taylor Greene ha intensificado su postura contra las ciudades y estados santuario, dado que ha advertido sobre posibles recortes en el financiamiento federal si estas localidades continúan limitando su cooperación con las autoridades migratorias. En declaraciones recientes, Greene señaló que el futuro gobierno de Donald Trump podría implementar estas medidas como parte de una estrategia para abordar la inmigración irregular.
Estados como Nueva York, California y ciudades como Washington D.C. han sido el centro de las críticas de Greene, quien considera que sus políticas de protección a inmigrantes en situación irregular desvían recursos que podrían ser destinados a otros fines. Esta propuesta renueva un debate que ya enfrentó controversias legales durante la administración de Trump.
La controversia sobre las ciudades santuario ha generado debates legales y políticos en Estados Unidos. Foto: CNN
Durante una entrevista en el programa Sunday Morning Futures de Fox News, Marjorie Taylor Greene advirtió que los gobernadores y alcaldes de las ciudades santuario podrían ser llamados a comparecer ante el subcomité del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), que liderará próximamente. Su objetivo es exigir explicaciones sobre el uso de fondos federales para proteger a inmigrantes en situación irregular.
“Si utilizan a la policía y sus recursos para acoger y proteger a delincuentes extranjeros ilegales, entonces corren el riesgo de perder su financiación federal, y con razón”, afirmó Greene, refiriéndose a localidades como Los Ángeles y Nueva York, que han adoptado políticas que limitan la colaboración con ICE (Servicio de Control de Inmigración y Aduanas).
Además de las ciudades santuario, Greene anunció que el subcomité revisará programas y contratos federales que, en su opinión, no cumplen con los intereses del pueblo estadounidense. Entre las iniciativas bajo escrutinio se encuentran los medios financiados con fondos públicos, como la radio NPR, acusada por la congresista de promover “propaganda demócrata”.
Otro de los puntos destacados por Greene fue el uso ineficiente de propiedades federales. Según la congresista, miles de edificios gubernamentales permanecen desocupados mientras el gobierno gasta anualmente más de US$15.000 millones en su mantenimiento, un costo que considera innecesario y que buscará reducir.
Las amenazas de recortar fondos a ciudades santuario no son nuevas. Durante su primer mandato, Donald Trump intentó implementar medidas similares, como la retención de fondos de seguridad para localidades que no cooperaran con ICE. Sin embargo, estos intentos fueron bloqueados por los tribunales, que fallaron a favor de las ciudades afectadas.
La propuesta de Greene reabre este debate, generando tensiones entre estados y ciudades que defienden sus políticas de protección a inmigrantes y líderes republicanos que buscan endurecer las medidas migratorias. La discusión promete ser un tema clave en la agenda política de cara al posible regreso de Trump al poder.