El ayuntamiento de Palm Springs, California, ha aprobado un acuerdo que destina 5.9 millones de dólares a familias afroestadounidenses y latinas desplazadas entre 1950 y 1960. Este acuerdo representa un avance significativo en la búsqueda de justicia para las comunidades afectadas por un controvertido proyecto de renovación urbana en Estados Unidos.
El 14 de noviembre de 2024, se formalizó este acuerdo que busca reparar los daños causados por la demolición de viviendas en la Sección 14. Las familias beneficiadas, que sufrieron la pérdida de sus hogares y negocios, recibirán apoyo prioritario, especialmente aquellos de bajos ingresos vinculados a esta área. Además, se destinarán 10 dólares millones adicionales para programas de asistencia a compradores de vivienda por primera vez.
Familias en Estados Unidos | Foto: RPP
El acuerdo se dirige a antiguos residentes de la Sección 14 y sus descendientes, quienes vivieron la devastadora experiencia de ser desalojados sin previo aviso. Esta comunidad, compuesta mayoritariamente por afroestadounidenses y latinos, habitaba terrenos arrendados dentro de la reserva de la tribu Agua Caliente Band of Cahuilla Indians. La demolición de sus viviendas no solo significó la pérdida de un hogar, sino también la ruptura de lazos comunitarios y la desaparición de negocios familiares.
El acuerdo no solo contempla la indemnización económica, sino también el reconocimiento del impacto que estos desalojos tuvieron en la comunidad. Se incluirá la construcción de un monumento conmemorativo, la creación de un día en honor a los desplazados y la posibilidad de nombrar un parque en su memoria. Estas iniciativas buscan honrar la resiliencia de los antiguos residentes y asegurar que su historia no sea olvidada.
Los desalojos masivos en la Sección 14 comenzaron en 1951 y se extendieron hasta 1965. Las autoridades justificaron estas acciones bajo el argumento de que las condiciones eran insalubres, sin ofrecer alternativas de reasentamiento a las familias afectadas. Un informe estatal de 1968 calificó estos eventos como un "holocausto urbano", reflejando la gravedad de la situación. A pesar de la falta de consecuencias legales, el gobierno local emitió una disculpa formal en 2021, reconociendo el sufrimiento causado.