El Servicio de Impuestos Internos de los Estados Unidos (IRS) ha emitido una advertencia clara a todos los contribuyentes: ciertos documentos fiscales deben ser guardados por un período mínimo de tres años. Esta recomendación busca prevenir complicaciones legales y fiscales, además de facilitar la resolución de posibles auditorías.
Conservar registros relacionados con ingresos, deducciones y créditos fiscales es esencial para garantizar el cumplimiento de las obligaciones tributarias. Además, los contribuyentes que descuiden este aspecto podrían enfrentar dificultades al responder a notificaciones o ajustes emitidos por el IRS.
El IRS destaca la importancia de preservar documentos relacionados con las declaraciones de impuestos, ya que estos respaldan la información presentada. Entre los documentos más relevantes se encuentran las cartas y avisos emitidos por el IRS, que contienen información crítica sobre ajustes o devoluciones pendientes.
También es fundamental guardar las declaraciones de impuestos presentadas en años anteriores. Estos registros sirven como referencia tanto para aclarar dudas como para corregir errores en años fiscales previos. Además, los justificantes de ingresos, como formularios W-2 y 1099, y los comprobantes de deducciones o créditos reclamados, deben mantenerse organizados y accesibles, ya que el IRS podría solicitarlos en caso de auditorías.
Según el IRS, el formulario W-2 es uno de los documentos que debes guardar ya que respalda tu información, además de 1099. Foto: Servicios y Taxes
El IRS enfatiza que conservar registros fiscales no solo protege al contribuyente ante posibles auditorías, sino que también asegura una resolución más ágil de disputas fiscales. Los documentos organizados permiten justificar ingresos, deducciones y créditos, evitando sanciones o ajustes desfavorables.
De acuerdo con el IRS, estos registros también son clave para preparar futuras declaraciones, especialmente cuando se trata de calcular impuestos pendientes o devoluciones. Ignorar esta recomendación podría complicar cualquier trámite fiscal y retrasar procesos importantes, como la resolución de notificaciones o apelaciones.
Más allá de las declaraciones de impuestos, el IRS sugiere conservar documentos relacionados con propiedades, seguros y negocios. Los registros de compra, venta o mejoras en propiedades son esenciales para calcular el valor de activos en caso de transacciones.
Los documentos de seguros de salud también deben preservarse, ya que ayudan a verificar la cobertura requerida por ley. Para quienes tienen negocios propios o trabajan como autónomos, los registros de ingresos y gastos son indispensables para justificar deducciones relacionadas con operaciones comerciales.
El IRS señala que los documentos relacionados con los seguros de salud también deben ser guardados. Foto: EL PAÍS
Este enfoque organizado no solo ahorra tiempo, sino que también te ayuda a estar preparado ante cualquier solicitud del IRS.