La temporada de huracanes en Estados Unidos, que se extiende oficialmente desde el 1 de junio hasta el 30 de noviembre, ha sido un período cargado de eventos meteorológicos que mantuvieron en alerta a diversas regiones. Aunque el final de la temporada se aproxima, el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) informó sobre una nueva perturbación en el Atlántico que podría evolucionar hasta convertirse en el huracán Sara. Este fenómeno podría alcanzar las costas del sureste estadounidense durante el fin de semana, despertando preocupación entre los habitantes y expertos en meteorología.
A medida que el año avanza hacia los meses más fríos, la actividad de huracanes tiende a disminuir, pero en ocasiones se presentan excepciones, como ocurrió en 2022 con el huracán Nicole, que impactó la región de Florida en noviembre. Los expertos del NHC y el Servicio Meteorológico Nacional (NWS) siguen monitoreando la posible trayectoria y evolución de este sistema climático, que aún no cuenta con un trayecto definitivo, pero sí genera condiciones favorables para su intensificación en las cálidas aguas del Atlántico.
Florida se prepara para el posible impacto del huracán Sara, la última tormenta de la temporada 2024. Según el Centro Nacional de Huracanes, este sistema tropical, que actualmente se encuentra en el centro del Mar Caribe, podría intensificarse y dirigirse hacia el estado del sol.
“Todas las condiciones están reuniéndose para permitir que esta tormenta se intensifique rápidamente. Hay abundante humedad, poca cizalladura del viento y temperaturas de agua muy cálidas. No vemos ningún obstáculo que pueda evitar que esta tormenta se convierta en un huracán importante”, dijo en un comunicado Alex DaSilva, principal experto en huracanes de AccuWeather.
Según los modelos climáticos del NHC, la perturbación situada en el Atlántico presenta un 60 % de probabilidades de desarrollarse en los próximos días, con condiciones atmosféricas y oceánicas que podrían darle el impulso necesario para convertirse en un huracán de categoría 1. Este evento meteorológico sería nombrado como “Sara” en caso de alcanzar las características de un ciclón tropical. Las previsiones indican que podría impactar en áreas del sureste de Estados Unidos, un territorio que ha sido golpeado por numerosos huracanes en el pasado, como Ian y Elsa, los cuales provocaron inundaciones y destrucción.
La posible formación del huracán Sara se produce en un momento crucial, ya que muchas personas en estados como Florida, Carolina del Sur y Georgia permanecen en alerta. Estos estados, debido a su ubicación geográfica y cercanía al Golfo de México y al océano Atlántico, son particularmente vulnerables a las tempestades de fin de temporada. Aunque aún es incierto si Sara alcanzará categoría de huracán, los modelos de predicción climática señalan la posibilidad de que esta tormenta pueda fortalecerse rápidamente, lo que obliga a las autoridades a prepararse para eventuales evacuaciones y medidas de emergencia.
Información actualizada sobre el huracán. Foto: captura de pantalla de X
Con la amenaza del huracán Sara en el horizonte, las autoridades de gestión de emergencias en Estados Unidos han emitido recomendaciones para la población en zonas potencialmente afectadas. En estados como Florida, Carolina del Sur y Georgia, los centros de emergencia y las oficinas de gestión de riesgos han activado sus planes de contingencia. Entre las medidas preventivas recomendadas se incluyen asegurar viviendas, abastecerse de alimentos y agua potable, y tener a la mano un plan de evacuación en caso de que las autoridades lo consideren necesario.
El NWS sugiere a los residentes seguir de cerca las actualizaciones oficiales sobre la evolución de la tormenta y acatar las indicaciones emitidas por el NHC, ya que las tormentas de final de temporada pueden ser igual de destructivas que las registradas en los meses de verano. La población en zonas vulnerables debe estar especialmente atenta a la evolución de Sara, ya que las predicciones aún están sujetas a cambios y la posibilidad de una intensificación repentina no puede descartarse. Asimismo, los meteorólogos advierten que, aunque la temporada de huracanes está próxima a concluir, los efectos de estos fenómenos pueden prolongarse, afectando la vida cotidiana en múltiples áreas del país.