Con la reciente victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos, el príncipe Harry y su esposa, Meghan Markle, enfrentan un nuevo clima de incertidumbre. Durante su campaña, Trump mostró una postura crítica hacia el duque de Sussex, planteando dudas sobre su residencia en el país y sugiriendo incluso su posible deportación.
Trump, quien asumirá la presidencia en enero, ha sido un crítico constante de Harry y Meghan, y varios expertos consideran que la llegada del líder republicano a la Casa Blanca podría facilitar acciones que pongan en riesgo la permanencia del príncipe en EE. UU.
La situación migratoria del príncipe Harry se ha vuelto un tema de interés en Estados Unidos, especialmente desde que el diario británico Daily Mail reportó que su solicitud de visa podría ser revisada en detalle. Esto se debe a que el duque de Sussex admitió en sus memorias el consumo de diversas drogas recreativas, algo que podría afectar su elegibilidad para residir en el país.
La situación preocupa a la pareja, especialmente ante el riesgo de que la solicitud de visa de Harry sea revisada y posiblemente revelada al público, lo cual podría comprometer su estatus migratorio.
Los duques de Sussex decidieron mudar su vida por una más cómoda en Estados Unidos. Foto: AFP
La Fundación Heritage, un think tank conservador, presentó una demanda para exigir que se haga pública la documentación migratoria de Harry. Sin embargo, en un fallo previo, el juez Carl Nichols dictaminó que la privacidad de Harry debía ser respetada, afirmando que "como cualquier ciudadano extranjero, el duque tiene un interés legítimo en la privacidad de su estatus migratorio".
Con la llegada de Trump, quien ha criticado abiertamente a Harry y Meghan, la Fundación Heritage podría apelar la decisión y presionar para que se revele el contenido de estos documentos.
Nile Gardiner, director del Centro Margaret Thatcher para la Libertad en la misma fundación, considera que el cambio de administración aumentaría la probabilidad de que la demanda prospere. Gardiner sostiene que la transparencia en los antecedentes migratorios de Harry enviaría “un mensaje claro sobre la aplicación del Estado de derecho a todos los inmigrantes, sin importar su estatus”.
La relación entre Donald Trump y la familia Sussex ha estado marcada por tensiones desde las elecciones de 2016, cuando Meghan Markle, entonces actriz y aún no relacionada públicamente con el príncipe Harry, calificó a Trump de “misógino” y “divisivo”. Años después, en 2019, Trump respondió describiendo a Meghan como “desagradable”.
La tensión escaló en febrero de este año, cuando Trump acusó al príncipe Harry de "traicionar" a la reina Isabel II, afirmando que si él fuera presidente, no ofrecería ninguna protección al duque de Sussex y que “debería arreglárselas solo”.
Antes de su arribo a Estados Unidos, el príncipe Harry decidió renunciar a todos los títulos británicos. Foto: AFP.
Las críticas de Trump hacia la pareja se extienden también a su hijo, Eric Trump, quien ha expresado públicamente su desprecio hacia Harry y Meghan. En agosto, Eric Trump declaró que su padre “deportaría felizmente” al príncipe y que la pareja no era bienvenida en Reino Unido. Estas declaraciones refuerzan la idea de que el regreso de Trump a la Casa Blanca podría complicar la situación del príncipe Harry, especialmente si su estatus migratorio se cuestiona bajo el nuevo liderazgo.
La posible filtración de la solicitud de visa de Harry podría exponer información sensible relacionada con sus confesiones sobre el uso de drogas, lo que daría a Trump y sus aliados un argumento para reconsiderar su residencia en Estados Unidos. Hasta ahora, el gobierno de Biden había protegido la privacidad del duque, pero esta situación podría cambiar con la nueva administración.