El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, propuso un ambicioso plan de inmigración que, de implementarse, perjudicaría significativamente a diversos grupos de inmigrantes en Estados Unidos. Las medidas incluyen deportaciones masivas, restricciones en programas de protección y cambios en la obtención de la ciudadanía.
Durante su campaña electoral, Trump ha enfatizado la necesidad de reforzar las políticas migratorias, argumentando que la inmigración irregular representa una amenaza para la seguridad y la economía del país. Entre las medidas propuestas, destaca la deportación de millones de inmigrantes indocumentados, la eliminación de programas como DACA y TPS, y la revocación de la ciudadanía por nacimiento para hijos de inmigrantes sin estatus legal.
Entre las propuestas más polémicas se encuentra la realización de deportaciones masivas que podrían impactar a más de 13 millones de inmigrantes. Un informe del American Immigration Council estima que este plan tendría un costo aproximado de 315 mil millones de dólares y requeriría una gran expansión en la infraestructura del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Esto incluiría un aumento de 24 veces en la capacidad de detención y la creación de mil nuevas salas de tribunales de inmigración.
Trump también ha expresado su intención de recurrir a leyes históricas, como la Ley de Extranjeros de 1798, para agilizar las deportaciones. Asimismo, ha planteado la posibilidad de emplear a la Guardia Nacional y a las fuerzas armadas en estas operaciones, lo cual ha suscitado preocupación entre defensores de derechos humanos y expertos en leyes.
Otra propuesta controversial es la eliminación de la ciudadanía por nacimiento para los hijos de inmigrantes indocumentados, un derecho establecido en la Decimocuarta Enmienda de la Constitución de Estados Unidos. Trump ha sostenido que esta medida fomenta la inmigración ilegal y ha prometido firmar una orden ejecutiva para ponerle fin.
Si se llegara a implementar, esta medida podría dejar sin ciudadanía a miles de niños nacidos en Estados Unidos, limitando su acceso a servicios básicos y derechos esenciales. Expertos legales han puesto en duda la viabilidad de esta propuesta, advirtiendo que alterar una enmienda constitucional implicaría un proceso legislativo complicado.
Donald Trump podría volver al mandato en Estados Unidos. Foto: difusión
Los programas de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) y Estatus de Protección Temporal (TPS) han brindado protección a cientos de miles de inmigrantes. Trump ha expresado su intención de eliminar estos programas, lo que dejaría a sus beneficiarios en una situación de vulnerabilidad. En su campaña anterior, intentó poner fin a DACA, pero fue bloqueado por la Corte Suprema en 2020. Sin embargo, ha reiterado su compromiso de revocar estas protecciones si es reelegido.
La eliminación de DACA afectaría a aproximadamente 700,000 jóvenes inmigrantes, conocidos como "dreamers", que han vivido en Estados Unidos desde su infancia. Por otro lado, la revocación del TPS impactaría a inmigrantes de países como El Salvador, Haití, Nicaragua y Sudán, quienes han residido en el país durante años bajo este estatus.