La ubicación de Estados Unidos dentro del Cinturón de Fuego del Pacífico lo expone a un constante riesgo sísmico. La Falla de San Andrés, una fractura geológica activa, agrava esta situación al ser un punto de frecuente liberación de energía acumulada por el choque de placas tectónicas. Ante esta amenaza, el Servicio Geológico de Estados Unidos desempeña un rol crucial al vigilar frecuentemente la actividad sísmica y alertar a la población sobre posibles terremotos.
Los terremotos ocurren por el constante movimiento entre las placas tectónicas,las cuales producen fricciones y deformaciones que acumulan enormes esfuerzos. Cuando esa energía supera el límite elástico de las rocas se produce la fractura de estas en forma súbita y violenta, produciendo así los movimientos telúricos
El terremoto más grande del mundo ocurrió el 22 de mayo de 1960, fecha en el que un sismo con epicentro en la ciudad chilena de Valdivia alcanzó la intensidad de 9,5 en la escala de Richter, la más alta registrada en la historia. Este lamentable movimiento telúrico duró diez minutos y produjo un tsunami que arrasó las costas del país, con un saldo de miles de muertos y millones de damnificados.
Estados Unidos es una nación sísmica, ya que su posición geográfica hace que forme parte del cinturón de fuego del Pacífico, donde se suscita la interacción tectónica entre las placas de: el Pacífico, Norteamérica, Juan de Fuca, Rivera, Cocos, Caribe, Nazca y Suramérica.
El Gran Terremoto de Alaska es catalogado como el evento sísmico más fuerte en la historia de Estados Unidos. Esta catástrofe dejó miles de heridos y fallecidos.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés), recomienda que, durante un sismo, busques un lugar seguro para protegerte. Luego del sismo, intenta retomar conexión con familiares y entorno cercano.
Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, el último sismo en el país fue en Susitna, al noroeste de Alaska. El evento contó con una magnitud de 2.8 grados en escala de Richter.
Ante la inminencia de desastres naturales como los sismos, contar con una mochila de emergencia es una inversión en tu seguridad y la de tu familia. Esta práctica herramienta te brinda autonomía en las primeras horas o días posteriores al evento, cuando los servicios esenciales pueden verse comprometidos. ¡No esperes a que sea demasiado tarde! Prepárate hoy mismo y reduce el impacto de una emergencia.
En Estados Unidos, los terremotos son frecuentes en la Costa Oeste, sobre todo en California, debido a la intensa actividad tectónica en la famosa falla de San Andrés. Foto: La Vanguardia
La preparación ante desastres es un aspecto fundamental de la gestión de riesgos. La inversión en una mochila de emergencia médica es una medida proactiva que puede minimizar el impacto de un evento adverso. La selección cuidadosa de los elementos a incluir es crucial para garantizar su efectividad.
Las zonas sísmicas de Estados Unidos concentran el mayor peligro de terremotos. Ciudades construidas sobre fallas geológicas activas encabezan la lista de las más vulnerables.
La costa oeste de Estados Unidos es un hervidero de actividad sísmica. La interacción de gigantescas placas tectónicas como la del Pacífico y la de Norteamérica, junto con la pequeña Placa de Juan de Fuca, generan constantes temblores. California, el epicentro de esta actividad, sufre los embates de la famosa Falla de San Andrés y la subducción en su noroeste. Pero el riesgo no se limita a este estado, ya que fallas internas y rifts contribuyen a la inestabilidad en otras regiones del país.